CAPÍTULO 40: NO ESTOY TAN SEGURAGaiaDespués de procesar todo lo que me ha ocurrido, con la barriga llena y una calma aparente que no termina de convencerme del todo, empiezo a evaluar mis opciones. La cabaña donde me encuentro es mucho mejor que la estrecha habitación de la torre; es más grande, tiene más lugares y sobre todo, puedo salir cada vez que quiera, aunque no debo alejarme demasiado.Aparto mis sentimientos de tristeza y me pongo manos a la obra. El lugar está un poco sucio y si voy a pasar siete meses aquí, al menos lo dejaré limpio.Sin darme cuenta el tiempo se me pasa volando, saco el polvo y las telarañas en las esquinas del techo, arreglo la mesa, sacudo la cama y por último, limpio la chimenea que tiene años sin usarse.—Probablemente necesite algo de leña para encenderla —digo para mí misma.“¿Lo ves Gaia? Nikolai nos trajo a un lugar mucho mejor”, dice Tala. —No digas tonterías, loba. Aunque tengamos más libertad, no hemos dejado de ser prisioneras.Sé que cometí
CAPÍTULO 41: SOBRE MI CADAVERNikolaiMis patas golpean el suelo del bosque levantando tierra y hojas a su paso, nunca había sentido una angustia tan fuerte y grande como en este momento, puedo sentir el terror de Gaia y aunque no sé lo que pasa, estoy seguro de que es algo grave.No debí dejarla a su suerte allí en la cabaña. Aunque está alejada del reino, se encuentra demasiado cerca de los límites de Sunwood. Hasta ahora ese reino y el mío han estado en una constante tensión conflictiva.Hace poco sus lobos atacaron a los míos y aunque todavía no he resuelto ese problema, pronto tomaré cartas en el asunto. Sin embargo, mi prioridad se ha centrado tanto en Gaia que he descuidado mis deberes reales para proteger a mi manada.Acelero el paso hasta que por fin vislumbro la cabaña, retomo mi forma humana poniéndome la ropa que siempre llevo en el lomo cuando me convierto y entro como un vendaval al lugar. La puerta se azota con violencia contra la pared, pero nadie sale a recibirme.Per
CAPÍTULO 42: ELLA ME SALVÓGaiaUn monstruo…Hace dos meses le habría confirmado sin titubeos que sí, eso es lo que pienso de él… sin embargo ahora yo… no puedo verlo así, simplemente me he dado cuenta de que Nikolai es mucho más que un ególatra tirano que quiere controlar todo a su antojo.Pensaba que para él no era más que una herramienta de satisfacción, y tal vez, una incubadora que no eligió del todo para tener a su cachorro, pero me doy cuenta de que realmente le importo.Vino desde el castillo sin importarle si tomaba un gran riesgo o si su madre se daba cuenta de la situación, para llegar a rescatarme de las garras de esos lobos. Ellos iban a despedazarme, estaban seguros de que yo era una especie de espía de Stormwolf y como no podía darles ninguna información relevante, iban a divertirse conmigo y después acabarían con mi vida.Si él no hubiese llegado en ese momento… no sé qué habría pasado.Y ahora… estoy recostada sobre su pecho desnudo, con mi mano en el costado cerca de
CAPÍTULO 43: EN DEUDANikolaiNo puedo creer que Parisa acaba de salvar a Gaia de un horrible destino incluso a costa de su propia seguridad. La herida en su pecho no se ve nada bien, hay mucha sangre y por improbable que parezca, realmente estoy preocupado por ella.Nunca imaginé que algo así pudiera suceder, debí comprobar que los cuatro lobos estaban muertos antes de irme del claro. El peligro acecha en cada momento; tengo que irme con Parisa de vuelta al reino, pero no puedo dejar a Gaia sola.—Karine, quédate con Gaia aquí, si cualquier lobo hostil se aparece, deberás matarlo.—Como ordene, mi señor.Tomo a Parisa en mis brazos y estando afuera, me transformo. Le acomodo sobre mi lomo y me preparo para partir. Gaia se asoma desde la puerta mirándome con incertidumbre y tal vez algo de recelo.—¿Volverás? —pregunta.—No lo creo. Mientras estés a salvo, es mejor que no me aparezca por aquí.—¿Y si llegan más lobos? Vendrán a buscar a los cuatro que mataste.—Yo me encargaré de eso,
CAPÍTULO 44: DECLARACIÓN DE GUERRANikolaiDesde el reinado de mi padre llevamos años en una especie de guerra silenciosa contra el segundo reino más grande de todas las tierras sobrenaturales: Sunwood. Hace más de veinte años que su Alfa, el Rey Stefano Grimfur ha estado en constantes roces con nosotros.Mi padre había llegado a un acuerdo con ellos, mientras mantuviésemos una especie de tregua en la que jurábamos no atacarnos, nadie tendría por qué morir en la guerra. Sin embargo, mi madre jamás estuvo de acuerdo con ese arreglo entre las manadas y siempre ha asegurado que el Rey Stefano lleva todo este tiempo acumulando lobos y recursos para atacarnos cuando menos lo esperemos y apoderarse de las riquezas de mi reino y declararse el gran Alfa de los dos pueblos.No había querido creerlo hasta ahora, le juré a mi padre que no rompería el juramento, pero ya no ha sido solo un ataque, y ahora, al haber matado a los cuatro lobos en el bosque, estoy seguro de que ese frágil acuerdo ha l
CAPÍTULO 45: GAIA TENDRÁ QUE PAGARParisaCuando salí esta mañana hacia la cabaña de Gaia para cumplir mi papel de hermana abnegada, no imaginé que me encontraría defendiéndola con mi propia vida de un enorme lobo que aparecería de la nada.Todo pasó en una fracción de segundo. Una fracción tan ínfima en la que tuve que pensar rápido y reaccionar. Nunca, jamás de los jamases en la vida me habría puesto delante de una bestia feroz para salvar la vida de Gaia, pero en ese pequeñísimo instante pensé que, si dejaba que algo le pasase, entonces perdería mi única oportunidad, perdería al bebé que va en su vientre y el verdadero hijo de Nikolai.Fue muy rápido interponerme en medio de ella y el lobo salvaje que estaba dispuesta a matarla. No esperaba que me diese un zarpazo de lado a lado en mi pecho que me haría sentir un dolor indescriptible.Quiero gritar, internamente nadie puede escuchar mi dolor, caigo en la inconsciencia, pero puedo escuchar a la perfección todo lo que dicen a mi alre
CAPÍTULO 46: ÉL ME OLVIDÓGaia7 meses después…Ha pasado tanto tiempo desde aquel día en que creí que había tenido un momento con Nikolai, que se siente como toda una vida. Siete meses… siete meses desde que no ha vuelto a poner un pie en este lugar, desde que la guerra se desató entre los dos reinos y cada día vivo con el miedo constante de que me descubran en este lugar.El hechizo que Kalixta puso sobre la cabaña me ha mantenido segura, pero no sé si será lo suficientemente fuerte para resistir durante más tiempo. Mis días han pasado monótonos, solo me he dedicado a leer los libros que me trae Karine, ella es quien me mantiene informada sobre las cosas que suceden, y por supuesto, también Parisa. Durante este tiempo he visto como su vientre y el mío crecen al mismo ritmo, aunque yo llevo más meses de embarazo que ella, pareciese que su bebé tuviese el mismo tiempo que el mío.Ver el cambio en mi cuerpo, la figura perdiéndose poco a poco para abrir paso a esta enorme panza abulta
CAPÍTULO 47: CONTANDO LOS MOMENTOSNikolaiEl tiempo ha pasado tan deprisa que poco a poco se ha convertido en mi segundo enemigo. Desde que ha iniciado esta guerra contra Sunwood y para proteger a Gaia, no he vuelto a verla más. Karine y Parisa son las que me mantienen informado sobre su estado y condición, pero eso no es suficiente para mí ni para Maheegan, quien ha estado más que inquieto durante todos estos meses.Pero cada vez que quiero ir a verla, un nuevo problema surge en el reino, las tensiones entre ambos territorios no hacen más que aumentar. Fui a declararle la guerra directa al rey Stefano y desde entonces, solo ha habido muertes y batallas sinsentido que no nos llevan a ninguna parte. Yo no quería iniciar una guerra, pero no me quedó más opción que hacerlo. —Nikolai, las tropas del este están volviendo, las manadas quieren reunirse con nosotros para hablar de un ataque final —habla mi padre mientras yo estoy distraído mirando por la ventana hacia el bosque. Estoy esper