―Pero no quería cargar con ese peso, amor… sé que… ―¿Acaso no quieres a un simple humano como tu pareja? ―El cortón no sorprendió tanto a Huilén como su pregunta, ella literalmente no puede ni siquiera procesar lo que ha dicho el hombre al que ama. ―¿Ser una Diosa te limita a que un simple mortal s
―No puedes enojarte solamente porque ese hombre fue amable conmigo. ―Nahil la miró muerto de los celos. ―Amor. ―Lo abrazó por el cuello. ―Él solo estaba emocionado por conocerme, por yo ser una Diosa, no por mi sexy trasero. ―Bromeó sin poder lograr su objetivo. ―Si lo hubieras visto no dirías esto
―Aaarrrggg. ―Nahil finalmente se dio el permiso de correrse en lo más profundo de su chica. ―Mierd4. ―Tembló por completo. ―Veintitrés años humanos. ―Sonrió. ―Y creo que me dará un ataque al corazón. ―La miró a los ojos sin salir de ella. ―Más me vale aguantar la transformación, no puedo seguir así.
―No hay tiempo para esto. ―Kioni la apartó de Nahil. ―Hay que subirlo ya. ―Aluhe y Tahiel se apresuraron a colocarlo sobre el altar. ―Hecho. ―Tahiel tomó en brazos a su hermana para quitarla del camino, no deja de chillar. ―Debes calmarte. ―Kioni la miró a los ojos. ―Contrólate, Huilén, muerto o n
―No. ―La detuvo. ―No quiero que él se arriesgue, es muy joven todavía. ―Tanik asintió. ―Bien, debes convertirte, ¡Vamos! ―Exigió ansiosa. ―Diosito, sabes que soy buena. ―Respiró hondo al ver al enorme dragón dándole el permiso para montar en su espalda. ―Bien, vuela hacia ella y atrápala. ―Duke no
―Está creciendo. ―Nahil acarició su ya abultado vientre. ―Nuestra hija será la más hermosa de todo el mundo sobrenatural, igual a su madre. ―Y a su abuela y tía. ―Bromeó divertida. ―Ya sabes cuál es la maldición de los Tanok, amor, nuestra hija será idéntica a mí. ―Nahil no pudo estar más feliz por
―Nunca sentiré lástima por él y siempre lo voy a 0diar, ¡Te quería como su mujer y eso no lo perdono! ―Huilén acarició su vientre, ese hombre la tensa por completo, es demasiado parecido a su padre y no puede con eso. ―Es mejor que salga rápido. ―No dijo más nada y se limitó a bañarse, es mejor no
Incredulidad, eso había en la mirada de los recién llegados, ¿Cómo era que ese tonto podía estar sonriendo y regocijándose de que los demás habían salido corriendo por saber que tenían las de perder? Tanok consideró en si arrancarle la cabeza o no. ―¿Les gustó el inicio de una noche inolvidable? ―L