Enola detuvo sus pasos agradando su sonriso, solo eso deseaba, un motivo para poner a esa zorr4 en su lugar, desde el día que se tomó el atrevimiento de llevar a los niños a casa sin que nadie se lo pidiera, solo porque se había atrasado, fue su sentencia. Enola giró sobre sus talones y miró a la m
―Es él. ―Dijo Nahil incluso antes de soltar su abrigo. ―Creo que nos siguió una vez salimos del bar. ―Enola cerró los ojos, ¿Está ella dispuesta a hablar con ese tonto sin darle fin a todo el sufrimiento por el que ambos están pasando? ―Déjanos a solas. ―Nahil la miró con las cejas alzadas. ―Estaré
―Perdóname. ―Le imploró. ―No quise hacerlo. ―Enola besó sus labios para intentar calmarlo por completo. ―Todo está bien, pudiste controlarlo. ―Tanok no pudo decir nada, él sacó a la bestia y perdió el sentido de la realidad como solía hacerlo antaño, ¿Volvió a ser el mismo? ¿Acaso sufrir tanto por
―¡Me echaste de casa, Enola! ―Gritó entrando a la habitación. ―Y ahora no quieres escucharme, ¿Dime como vamos a solucionar las cosas? ―Enola deseaba con todas sus fuerzas matarlo ahí mismo por cínico.―¡Y la única razón por la que te dejo venir aquí es por nuestros hijos! ―Le dio frente. ―Pero ello
Jamás había sentido tanta furia como ahora, para ella experimentar una vez más una traición como esa fue demasiado, ¿Por qué tiene que doler tanto ser traicionada? ¿Ya no debería estar acostumbrada ella a las decepciones que le dan las supuestas personas que la aman? ¿No debería tomarlo con más calm
Tanok resopló, no puede concentrarse en nada, ni él mismo entiende lo que está pasando, es como si todo lo hubiera hecho por impulso y ahora no hay como resolver las cosas. ¿Por qué no es capaz de recordarlo todo? ¿Por qué no fue él como Ikal y Nahil que lo recordaron por completo? ―Te dejé en clar
―¿Elizabeth? ―Enola retrocedió. ―¿Elizabeth? ―La mujer se burló. ―Eso fue un auch, ¿Cómo es posible que no reconozcas a tu propia hermana? ―Enola dejó de respirar al ver sus ojos dorados brillar. ―Amaterasu. ―La misma que viste y calza. ―Sonrió. ―Ahora entiendo cuál es tu fascinación por este mun
―No, a ellos no… ―Enola corrió para interponerse entre el ataque y los humanos curiosos. ―¿Por qué no puedes evitar ser tan estúpid4? ―Amaterasu estaba irritada. ―¡Todas esas personas te despreciaron cuando te hacías pasar por una simple humana! ―Los señaló. ―Ninguno es digno de la protección de un