Se que lo que acabo de hacer me va a traer problemas con Flavio, actúe por impulso e igual no medi las consecuencias de mis actos. Encuentro a Flavio sentado en uno de los sillones junto a Valentina, es una imagen tan tierna que no quiero borrarla de mi memoria. — Flavio tenemos que hablar— digo muy seria y sin saber cómo va a terminar todo. — Como quieras amor, Valentina ves con Marcela te dará un dulce— Valentina se baja atropelladamente del regazo de Flavio y comienza a llamar Marcela en su media lengua. — Flavio no quiero que me interrumpas por mucho que mis palabras puedan causar malestar en tu persona.— hago una pausa y miro sus ojos azules que me hacen perderme en lo más profundo de su mirada.— He invitado a tomar el té a Margarita y a su esposo...— Veo como se levanta del sillón con cara de pocos amigos, levanto mi mano y el se vuelve a sentar. — Se que no la amas... Pero también creo que necesitas pasar página enfrentandote a tus demonios, además si como dices solo e
FlavioNo voy a negar que cuando Alessandra me dijo lo que había hecho no me enfade porque mentiría, aún así decidí transigir y darle una oportunidad a la velada.Más tarde cuando llegaron y los vi juntos, no pude evitar que mi sangre hirviera pero no sentí celos, más bien fue la decepción de ver a ese par de dos juntos.Me di cuenta en ese mismo instante que no podía comparar el amor que creí sentir por Margarita, dicen que el primer amor es bonito, dulce e inocente. El segundo es más pasional, agresivo e intenso y el tercero... bueno ese no lo quiero experimentar, quiero envejecer con mi pequeña Duquesa esa que no deja de sorprenderme cada vez más.Diego me pidió hablar, no estaba dispuesto a darle el gusto pero una sola mirada y una sonrisa de Alessandra me hicieron cambiar de opinión. Lo lleve al despacho y le serví una copa de Whisky, me senté en mi sillón y espere a que él hablara.Cada una de las palabras que decía eran como clavar dagas ardientes en mi pecho.Lo primero que m
Hoy es el día de nuestra vuelta, deseaba tanto poder hacerlo. La ciudad está bien pero definitivamente no es para mi.Puedo pasar una temporada aquí pero no mucho más, debería haberme despedido de María, pero el Rey me trae loca con el dichoso compromiso, aveces me dan ganas de mandarlo a volar pero recuerdo que con solo chasquear los dedos pueden ordenar mi ejecución.Tengo todo preparado pero no encuentro a Flavio salgo por el jardín de atrás y lo veo hablando con Margarita. Se que no debería expiar pero ahora mismo no puedo evitarlo. Me escondo detrás de unos árboles y escucho atentamente.— Flavio no me puedes dejar así, ella no se puede comparar a mi.— — No insistas, que te hace pensar que ibas a volver y caería rendido a tus pies. Te has aburrido de tu marido y tus amantes o más bien se han cansado de pagar tus caprichos— — Flavio... Yo... El me ha repudiado, ahora mismo soy una paria. Nadie me aceptará ningún lado.— — Deberías haber medido tus actos, y haber recordado que ca
Los días han ido pasando y con eso ha pasado un mes entero. Hace unos días recibí una misiva de María en ella me contaba que había sido madre de nuevo esta vez pese a su pesar de una bella mujercita. Había prometido que pesará a quien pesará su hija no sería criada en un internado y menos sería educada fuera del palacio.En todo este mes no he sido capaz de dejar de pensar en la suerte que habrán corrido mis hermanas, en una semana partiremos hacia la casa de campo donde debe de encontrarse Mariam, nadie sabe nada de ellas es como si se las hubiese tragado la tierra, no puedo evitar sentir una punzada en el pecho.Espero que sean los nervios y no una señal de que algo malo ha pasado.Marcela luce una barriga apreciable, según el doctor su bebé debe de nacer a finales de agosto, así que nos quedan unos dos meses y poco.A la futura abuela le costó asimilarlo, no concebía que su hijo, hubiera sido capaz de algo así, irse con una cortesana vaya, pero con Marcela que siempre había estado
Cinco años después...— Flavio mira lo que han enviado— digo entregando un papel doblado.— Estimado Duque de Orleans, nos complace invitarle a usted y a su hijo a la próxima feria de ganado, está se celebrará en un mes. Ojalá y este año si puedan asistir. Atte. Francisco Marqués de Toledo.— Coge el papel y lo hace una bola, inmediatamente después lo lanza fuera de su alcance.— De verdad que este hombre es un pesado, no le bastó con recibir una carta con la supuesta boda de Alessander y su partida hacia Francia que sigue insistiendo. Qué le hiciste a este hombre, para que siga tan cautivado contigo?— — Me ofende esa pregunta, ya te he dicho mil veces que fui más astuta y le gané las cabezas de ganado, después solo lo rechace amablemente. Se ve que nadie lo rechazo nunca— digo un tando apenada y cansada por la situación.— Lo se mi amor, solo perdóname es que todos los años es lo mismo... Creo que deberíamos asistir— — Mmm... Vale iré a cortar mi pelo y a encargar ropa de caballer
Al fin mi vida a dado un giro de 180° dejo de ser una pobre campesina y soy una futura marquesa, la marquesa de Cornualles.Mi boda aunque no excesiva ha estado bien, claro que me hubiera gustado que mi vestido hubiera sido de importación pero mi hermana no ha querido gastar más.Hace un rato se empezaron a ir los invitados, las sirvientas me han ayudado a quitar mi vestido y poner un camisón adecuado para esta noche.Estoy sentada en la cama, cuando escucho la puerta abrirse, me levanto y espero a que Philip se acerque, la verdad es que si apenas lo conozco, nuestras charlas han sido escasas a la par que nuestros encuentros. Desde el día de el escandalo no ha vuelto a sonreír. Bueno ya lo hará, solo tiene que acostumbrarse.Se acerca a mi y me mira de arriba abajo, guardando una cierta distancia.— Por mi puedes cambiar esa ropa, no pienso tocarte y menos hoy. Puedes dormir mañana salimos temprano para casa— dice amargamente.— Creía que nos quedaríamos al menos unos días más...— —
Philip de CornuallesMe siento tan estúpido al haber caído en la trampa de esa niñata, pero esto no va a quedar así, haré que se arrepienta el resto de su vida.Llevamos ya varios meses en Versalles, durante todo este tiempo he ignorado a esa mujer y le he quitado privilegios, ni siquiera dejo que escriba ninguna carta a su familia. Siento que la odio con todo mi ser.Si no fuera por Brigitte que llena de felicidad y de placer mi cama, sería un total amargado.— Mi amor, porque no la repudias y te casas conmigo— dice Brigitte acariciando mi miembro con lascivia.— No es tan simple, mi padre no me dejara casarme con una cortesana, aquí todo el mundo sabe a lo que te dedicas o dedicabas— — Podemos irnos de aquí, hasta cambiar mi nombre. No te preocupes por lo de tu padre yo me encargaré de todo.— dice para después introducirse mi miembro en su boca y comenzar a darme placer.— Está bien— respondo nublado por el placer que su boca me proporciona.Vuelvo a casa, feliz Brigitte me deja en
Repudiada, de todas las cosas que podrían pasarme está sin duda a sido la peor. Se que no he sido precisamente un ejemplo de buena persona a lo largo de mi vida, pero desde que me case cambie. Descubrí muchas cosas y ahora la vida me devuelve ni arrogancia y mi prepotencia de la peor de las maneras.Estoy empaquetando mis cosas, evidentemente no puedo llevarme todo, no dispongo de dinero ni de medios para regresar a España, además que voy a hacer? Volver a casa de mi hermana y decirle que me han repudiado? Seré una verguenza para ella, todos allí saben que me he casado, no quiero que por mi culpa mi hermana tenga que pagar con murmullos y habladurías.Tengo un par de joyas, con esto debería servir para poder pagar un viaje y un hospedaje por un tiempo.Ya lo tengo todo listo, bajo las escaleras y veo a Beatrice está tiene el rostro empapado en lágrimas.- Beátrice no llore, estaré bien. No me voy de la manera que esperaba pero al menos ahora el será feliz.- - Niña, me voy contigo. T