1/2María de Braganza Infanta de Portugal.Hago un repaso de mi vida mientras me dirijo hacia mi destino, nunca he sido dueña de mis decisiones y menos de mis deseos. En el mundo en el que he nacido la mujer no está hecha para pensar, solo vale para calentar la cama y dar a luz hijos, si pueden ser varones de lo contrario te puedes ver repudiada...Soy la quinta de ocho hermanos, hija del rey Juan IV de Portugal y Luisa de Guzmán.Nunca he sentido el amor de mis padres, quizás por nuestra clase social o quizás por ser tantos hijos, de todos modos mi hermana Catalina y yo pronto fuimos recluidas en un convento para recibir una educación católica y recta. Nuestra madre se encargaba de supervisar nuestros avances pero la mayoría de mi infancia la recuerdo llena de rezos y de castigos. Todo no fue tan malo, en las vacaciones podíamos volver a casa y estábamos con nuestra Nana, ella era recta pero aveces nos daba muestras de cariño.Mi mayor apoyo fue mi hermana Catalina, a ella nuestro p
2/2Me siento especial, aún no quiero abrir los ojos y despertar, no quiero que todo sea un sueño y me encuentre en el convento.Lo de anoche simplemente fue maravilloso, no voy a decir que no hubo dolor porque si que lo hubo, pero las caricias, las sensaciones y el placer aplacaron ese dolor. Lo único vergonzoso fue cuando dos señoras mayores pasaron y se llevaron las sábanas y con ellas el símbolo de mi pureza. Dos chicas del servicio abren la puerta, abren las cortinas inundando toda la habitación con la luz del día, si quería estar en la cama un rato más esto se ha acabado.Me preparan un baño y me visten. Para después peinar mi largo cabello en un moño bajo, preferiría llevarlo suelo pero recuerdo que ahora soy una mujer casada y solo debo soltarlo en la intimidad de mi dormitorio. Recuerdo que Alessandra lo lleva suelto la mayoría del tiempo y es una mujer casada, admiro a mi amiga las reglas no van con ella, no le importa romperlas, en cambio yo siempre he obedecido todo lo q
Seis meses después— Señora bájese de ahí, se puede caer y en su estado— dice Wilson asustandome.La banqueta sobre la que estoy subida se tambalea, es inevitable voy a caer, espero caer de espaldas al menos, cierro los ojos esperando el dolor pero este no llega, en cambio si llega un aroma a mi nariz.— Alessandra me vas a matar un día de estos, sabes que el bebé puede nacer en cualquier momento y tú te la pasas haciendo la cabra— dice Flavio frunciendo el ceño.— Bajame Flavio, estoy bien sino hubiera sido por Wilson no me habria caído, creo que ese hombre tiene algo en mi contra— digo y le saco la lengua.Wilson frunce el ceño y se marcha, es tan divertido hacerle enfadar, una sonrisa se dibuja en mi rostro.— Solo se preocupa por ti, como todos nosotros. Si prometes estar tranquila en casa te daré una sorpresa...— Eso hace que quiera saber más, ya estoy nerviosa cómo pretende que me quedé quieta después de saber que tengo una sorpresa.— Vale, pero te quedas conmigo— sonrió y aga
Quince días han pasado desde la llegada de mi ser de luz, ese que ha llegado a mi vida para llenar todo de luz y de alegría.No voy a negar que estoy cansada, no dormir ni dos horas seguidas es lo que tiene, pero ver su carita y mirar esos ojos que me miran con ternura y amor. Me llenan de energía, acabo de alimentarla, la he dejado dormida en su cuna. Salgo de la habitación y Marie se queda con ella, no creo que sea necesario ella va a estar bien, pero son órdenes de Flavio. Desde que nació Valentina está más protector si cabe.Bajo las escaleras me dirijo al despacho, gracias a mi herencia mi esposo tiene más trabajo y más cosas que administrar, he prometido que en cuanto Valentina tenga un par de meses aprendere todo lo que pueda y así le restare trabajo a Flavio.Paso al despacho sin llamar, está leyendo una carta y frunciendo el ceño.— Qué pasa esposo mío,que es lo que te tiene de ese humor- — Alessandra no estoy de humor para tus bromas— dice en un tono agrio.— Vaya, me march
— Qué es lo que ocurre, a qué viene ese escándalo?— Me acerco más al punto dónde se forma el revuelo, veo a dos sirvientas llorando, Wilson parece estar regañandolas.— Wilson me vas a explicar que es lo que pasa?— digo alzando el tono de mi voz.— Señora, ellas se han robado un par de gallinas— dice mientras las señala con su dedo acusador.Me acerco a ellas y les pregunto directamente. Ellas no dejan de llorar niegan tener algo que ver y por raro que pueda parecer yo las creo, para que iban a robar nada si perciben un sueldo y mientras están trabajando reciben sus comidas.— Pueden seguir con sus tareas chicas, ya está todo aclarado— — Señora usted no puede dejar esto así, ellas son culpables...— — No sigas Wilson, no te lo voy a permitir, además con las pruebas que hay en su contra hasta tu puedes ser culpable.— Se va refunfuñando, se ha dónde va, dentro de un rato vendrá uno que yo me se dandome las quejas.Estoy sentada leyendo un poco, cuando la puerta se abre levanto la cab
— Atrévete a repetir lo último que has dicho— dice Flavio alterado.— No me apetece, además ahora que no tengo puerta podré ver mejor el pasillo— digo bromeando, aunque no creo que él lo tome como una broma, está tan cerca de mi que noto su respiración en mi cara.— Porqué crees que el es viril, acaso se atrevido a tocarte? porqué si es así su cabeza no tardará en rodar por el jardín!— — Si un beso en la mano es tocarte... Además cuando lo conocí en el arroyo ni siquiera sabía que era tu esposa, así que no cuenta como tocar— — Qué es eso de que has ido al arroyo y además de eso has estado a solas con él? Alessandra, no habrás sido curiosa...— — Lo que quieres decir es desleal, infiel, libertina... Sino confías en mí lo mejor es que abandones la habitación de inmediato.— digo mostrando mi disgusto.— No es eso Alessandra, pero yo me siento inseguro...— — Tu lo que estás es celoso! Cuándo te he dado motivos para sentir celos? Me has visto coquetear con otros hombres? Se que aveces s
Seis meses despuésTodo el reino está de celebración la reina María ha dado a luz a un varón, todo el mundo está de celebración, el rey ha bajado los impuestos y ha liberado a presos, todos son felices excepto yo, se que esto es efímero, la guerra se avecina y pronto las risas serán sustituidas por las lágrimas.Nos dirigimos hacia el palacio he recibido una invitación de María, tiene que decirme algo en persona y es algo que no puede esperar.Valentina ha crecido mucho en estos meses, ha heredado el color de mi pelo pero los ojos son como los de su padre. Es una niña de mejillas sonrosadas y mirada dulce.La capital está como siempre abarrotada, un sin fin de carruajes se mueven de un sitio a otro, los olores tampoco son los más agradables, hace un minuto una señora ha tirado por una de las ventanas un cubo de lo que parecían excrementos. Entiendo que en un edificio de varias plantas, no puedas bajar siempre a la parte baja. Pero tampoco veo correcto lanzar esas cosas sin ningún mir
Apenas si hace un día de nuestro regreso a casa, sigo un poco molesta por el compromisos de Valentina, y lo que más me molesta es que por mucho que me disguste no puedo hacer nada, nos ha tocado nacer en un tiempo en el que no somos más que meros objetos, primero debemos servir a nuestro padre y después las órdenes de nuestro esposo, no se nos permite pensar, ni hacer cosas por nosotras mismas. Si el compromiso lo hubiera anunciado cualquier otro noble, se podría disolver pero no tuvo que ser el mismísimo rey el que se emcaprichara de ver a su hijo casado con la hija del duque. Solo espero que el mismo príncipe llegado a una edad rompa el compromiso, ya que Valentina no lo puede hacer. Para eso aún faltan diecisiete años, así que lo mejor será que lo olvidé por el momento.María está triste, lo puedo notar en sus ojos, se que no es feliz en el palacio y también dudo que lo sea en su matrimonio, puedo ver como mira al rey con amor y devoción, en cambio el rey no le muestra esas mirad