Capítulo 11Habían pasado varios y largos años, aquel escritor fantasma, había desaparecido. Jamás se supo que fue de su vida. Era perder a Lían, por segunda vez en la vida.Mis días eran de mucjo pesar, perio sabía que algún lugar, él estaba cuidándome y pensando en mí.Yo, ya tenía tres sobrinos, pero ningún hijo. A causa de una enfermedad genética de mi esposo, jamás tuvimos la dicha de tener herederos.Ya no era la misma joven de antes, los años tomaron partida en mi vida, mi vida físicamente habia cambiado, pero mi espiritu seguia intacto. Nada podia cambiar ni borrar aquellos bellísimos recuerdos.Era la noche del aniversario de mi hermano Luca y mi cuñada, estábamos en un bello crucero, regalo de mi parte, recorriendo las Islas de Hawia.Me había convertido en la tía inteligente, divertida, enigmática y ahora viuda. Con una importante suma bancaria a causa de la herencia de mi difunto esposo.Los años me habían pasado y me había dado cuenta, pero lo evitaba, algo me daba miedo.
EpílogoEstaba en mi cuarto, pedí que me dejaran el ventanal abierto. Me senté en mi cómodo sillón bordo, y acomodé el lente de mi telescopio para ver el regalo que el universo me enviaría aquella noche, una magnífica lluvia de estrellas, como regalo de cumpleaños.Cerré mis ojos por un momento y como un bello cuadro, recordé la imagen de la última salida que tuvimos con Lían.Fue ahí, cuando percibí su presencia. Giré un poco mi cabeza hacia mi derecha y ahí estaba, parado, con sus hermosas alas desplegadas. Seguía siendo el mismo joven de 20 años, nada en él había cambiado, bueno, el color de su cabello y su aspecto físico.—Creí que no volvería a verte —susurré.—Lo sé Alani. Hoy es tu cumpleaños número 86. Y supuse que deseabas ver en mi compañía, la última lluvia de estrellas —murmuró con su dulce voz, mi bello ángel.—Llegó mi momento, por eso has venido. No hace falta que digas nada. Solamente quiero pedirte un último favor. Esta vieja quiere que la aferres a tus brazos y me cub
PrefacioNuestras vidas, ya están marcadas, destinadas a un principio, un desarrollo y un fin, pero no estamos solos, todos tenemos un ángel que nos cuida y nos protege, es solamente que no lo vemos.Los ángeles están a nuestro alrededor, al lado de nosotros e incluso dentro de nosotros.Desde el inicio del universo, desde el principio de la humanidad, prevalecen esa batalla por conocer la verdad, si existe el cielo y el infierno. Ambos caminos nos llevan a pensar de diferentes maneras, y esas cosas, nos llevan a creer y ver la vida desde diferentes perspectivas.Así como la ciencia y la fe, son dos ventanas que nos muestras un mismo mundo, pero de maneras diferentes, ambas, van juntas de la mano.*Los ángeles están a nuestro alrededor, al lado de nosotros e incluso dentro de nosotros.*
Capítulo 1Soy Alani Tremblay, me mudé a Canadá, precisamente a Ontario; cada cuatro años, mi familia y yo debemos mudarnos, por el trabajo de mis padres.Cuando era pequeña, me costaba acostumbrarme, cambiar de escuela, de casa y tener que hacer nuevos amigos, en cambio ahora, con 17 años, ya no me cuesta acostumbrarme, por el contrario, no me encariño a un solo lugar, ya que cuando me estoy adaptando me toca partir.Por eso soy algo fría, y trato de no demostrar mucho afecto hacia otras personas, por el hecho de que no tengo la suerte de conocerlos del todo y no hablemos de enamorarme. Para mí es difícil mantener una relación, son solo relaciones pasajeras.Hace unos tres días llegamos a Ontario, así que estoy desempacando algunas de mis cosas, en mi nueva casa temporaria, a veces creo y pienso en esos niños, que no tienen familias y van a hogares temporales, creo que ni ellos han cambiado tantas veces de sitio como yo.Mañana, supongo que iré a conocer algunos alrededores. Mientras
Capítulo 2Al otro día, Alani, despertó algo confundida por unos extraños sueños que había tenido. Pero eran poco claros. Pensó en Lían, y se le ocurrió invitarlo a dar un paseo. Al fin de cuentas era lo único más cercano que tenía como amigo.A la tarde, le avisó a su madre que iría a casa de los Gag non, para invitar a Lían dar un paseo.—Me da felicidad que ya estés adaptándote ¡Ve, y a divertirte! —le dijo su madre— Te hará bien relacionarte con chicos de tu edad, quizás, Lían tenga algún grupo de amigos o amigas que pueda presentarte.—¡Eso lo dudo! Es bueno pero algo extraño. Creo que es muy solitario —dijo Alani.Los hermanitos de Lían, estaban en su casa jugando con su hermano y Luna, al oír a Alani, comentó: —Mi hermano, no está en casa. Salió hoy temprano de viaje.Alani, levanta la mirada de su tablet y le dice a la niña:—No sabía que iba a salir de la ciudad.La niña, se encoge de hombros y no dijo más nada.De todas maneras, estaba decidida a salir a dar un paseo en su bi
Capítulo 3Lían, estuvo fuera de la ciudad por tres días. Cuando regresó, Alani lo evitaba. Si salía a la calle, o si lo veía en el jardín de su casa, o en la terraza se escondía.Una tarde, estaba con su madre en el supermercado y vio a Lían y a su madre, haciendo las compras. Ella, intentó esconderse. Pero no lo logró.Lían, la saludó de una manera amable y siguió su camino. Pero ella, sentía la mirada de él, observándola en silencio. Era como si él, pudiera leer sus más profundos pensamientos.Lían sabía que ella lo estaba evitando, pero interiormente aquel juego le agradaba.Su madre notó que algo ocurria entre su hija y Lían y no dudó en preguntar. —¿Se han peleado con Lían?—No. —respondió ella de manera cortante.—Pregunto porque tengo la sensación que lo evitaste. —comentó su madre.—No, no lo evite, estamos bien. Es solamente que él es algo extraño a veces—murmuró Alaní.Su madre miró la expresión de su rostro y evito seguir aquella conversación.Esa noche, la familia de Alan
Capítulo 4Era una agradable noche de viernes, Alani y su amiga iban a salir a pasear con Lían. Alani no estaba muy a gusto ni conforme con la idea, pero no queria arruinar la noche ya que habian pasado meses que no estaba en compañia de Lina. Las chicas estaban en la habitación, no se ponían de acuerdo en cuál seria el atuendo que llevarian. Lina observaba en silencio a Alani, la notó ansiosa y nerviosa, asi que no dudo en acotar.—Tienes la misma mirada de alegria y de entusiasmo que sueles tener cuando vas a una cita —y miraba a su amiga con una amplia sonrisa picarona en su rostro regordete.—¡No digas tonterias, Lina!—exclamó Alani quién estaba retocando su maquillaje y miraba a su amiga por el espejo— Te recuerdo que es Lían, mi raro vecino, quién no es muy atractivo y no es mi tipo.Lina arquea su ceja y lanzó una carcajada. —¡Alani, soy yo. Te conozco muy bien, soy como tu sombra! Ese muchacho te tiene loca, es muy atractivo y puedo asegurrate que es la clase de chico que t
Capítulo 5Esa madrugada, Alani, no podía dormir y su curiosidad podían más que ella. Tomó su tablet y se emprendió en una investigación de personas con dones sobrenaturales.Le llamó mucho la atención, la imagen de un símbolo, supuestamente era un símbolo cristiano, recordaba haberlo visto en alguna parte, hasta que su memoria hizo un clic; esa noche, en la tina, aquel ser, llevaba tatuado en su espalda aquella imagen. Indagó un poco más, y descubrió que aquel símbolo representaba la Cruz de Jerusalén.Pensó en muchas cosas y su mente divagó. Averiguó sobre el cristianismo, Dios, los ángeles y demonios, su hallazgo fue para ella algo nuevo, que no conocía. Se cansó de tanto leer y quedó profundamente dormida.Al otro día, le contó a su amiga lo que había averiguado, pero esta, la evadía de tema.Decidió llamar a su madre al trabajo, para sacarse algunas dudas.Julia, era epidemióloga, estaba en su laboratorio cuando suena su móvil.—Mamá, necesito hablar contigo —dijo Alani, en un ton