—Está obsesionado con Audra, tenemos que prepararnos para lo peor, probablemente...

—No hizo nada solo, tiene que tener un buen equipo ayudándole— Alexander terminó la frase.

Johnson se quedó mirándolo. «Alexander no había perdido el control, estaba en mil cosas a la vez, como si se tratara de la vida de otra persona, ese hombre podía blindar sus emociones para que su mente funcionara correctamente y continuara conectada con la realidad, se supone que a ellos los formaban para eso, es muy difícil llevarlo a buen término cuando tocan a las personas que amas, él lo llevaba a otro nivel, por eso había llegado a niveles tan altos, él lo admiraba mucho por eso, en realidad, todos lo hacían, él era el modelo a seguir de todos los marines que habían logrado conocerlo, parecía de hierro. Como amigo, sabía que por dentro estaba devastado y totalmente desesperado».

«Ayúdame a encontrarla, la buscaría hasta debajo de las piedras si fuera preciso, no puedo perderla, que ella y mi hijo estén bien.