—¿Te acuerdas?— Le susurraba Bianca mientras tocaba su brazo, pero él no contestó.Ellos dos se quedaron en una tienda de campaña apartada del resto, llovió mucho esa noche, él la había abrazado para protegerla del frío y habían terminado haciendo el amor, no era la primera vez que lo hacían, sin embargo, fue en ese campamento que ambos se habían dicho que se amaban.Pablo, otro amigo.—¿Con quién está bailando Carlos? Esa pelirroja se ve tremendamente hermosa— Mira a Audra lascivamente.—Está bailando con mi mujer— Dice Severo.—¡Vaya! No sabía que tenías a alguien, es estupendo— Interviene Joshua.—Sí ¿Cuándo se la vas a presentar a tus amigos? Vuelve a hablar Peter, mirando de nuevo a la joven pelirroja con curiosidad.—Peter, habrá tiempo después— Bianca cambió de tema.*—¿No tienes novia?— Preguntó Audra, Carlos sonrió de oreja a oreja.—Ahora estoy soltero, espero que eso no dure mucho— Dicen en forma jocosa.—Todo a su tiempo—.—No puedo creer que estudies y trabajes, eres men
Pasaban tantas emociones por sus ojos en tan pocos instantes, ella no logró descifrar ninguna.—Entre ella y yo no hay nada...—.—Eso no fue lo que dije, tampoco fue una pregunta— Audra respira profundo. —Dime la verdad ¿La sigues amando?—.Alexander cierra los ojos por un momento, a ella le empiezan a temblar las piernas.—Sí—.Audra sintió como si la hubiesen herido mortalmente, sale de la ducha, toma una toalla y se la enrolla en el cuerpo, busca su pequeña maleta y empieza a meter lo que trajo en ella.—¿Qué haces?— La toma por un brazo, Audra estaba temblando.—Suéltame por favor, me voy a casa— Se notaba tan vulnerable que a él le dolió el corazón.—No te dejaré ir a ninguna parte— Pone sus manos a cada lado de su cara. —Y menos en el estado en el que te encuentras. Escúchame, te lo pido, no te puedo perder, solo escúchame.Las lágrimas brotaban de sus ojos incontrolablemente y él se preocupa.—Alexander— Dice con la voz rota.Él la besa despacio, con tanta ternura, pero ella s
—¿En qué puedo ayudar?—.—Mamá, Audra tiene todo bajo control, siéntense a desayunar—.En ese momento, también entraron Carlos y Leonardo.—Familia—. Dice Carlos a modo de saludo. —Es de madrugada para mí ¿Qué hay para desayunar?—.—Vengan, les serviré ¿Ignacio no se ha despertado todavía?—. Eleonor se acercó a la mesa y se puso a servirles a sus hijos—.—Fue a buscar a su amiga Lisa, salió temprano, ya tienen que venir de camino—. Habló Leonardo esta vez—.—Cuando terminen, salgan a poner la mesa en el jardín, por favor— Eleonor le pasó el plato más abundante a su hijo menor ya que siempre comía por cinco, no sabía a donde se le iba tanta comida, desde siempre fue así y no engordaba nada—.—Sirenaaaa, Sirenaaaa—.Alan irrumpe en la cocina con unas pequeñas florecillas en su manita, se detiene frente a Audra y con una sonrisa amplia y contagiosa en sus labios, se las entrega.—¿Son para mí?—.—Sii—.—Muchas gracias, cariño— Se arrodilla para estar a su nivel y toma las flores, le da u
Alexander ríe, mirándola después con fascinación.—Le haces bien a mi vida, mala influencia—.—Si me sigues haciendo el amor de esa manera, acabaremos presos por desorden público—.—Jajaja, Podría pasar una eternidad a tu lado y tus ocurrencias me sorprenderían a cada momento, eres increíblemente asombrosa—. Se voltea de nuevo de costado y sujeta la cara de ella entre sus manos, pasa su pulgar por sus labios hinchados y sonrosados.—Con gusto cumplo condena, me encanta escucharte, trato de no ser tan bestia...—.—Me gusta, aunque los primeros días...— Le sonríe cálidamente. —Igual no hubiese querido, ni quiero algo diferente— Ella besa cálidamente sus labios, él por otro lado responde con ansias.Estaba de regreso a la casa, se encontraban en la habitación de Alexander, subieron a darse un baño y se quedaron ahí pues él deseaba conversar un rato.—¿Nos podemos casar antes de que me vaya?—.Eso la tomó desprevenida.—¡Cielos! me llevas a las carreras, tu familia hasta ahora me está co
—Bianca— Dijo con tono de advertencia.—Siempre te he amado...—¿Está hablando la mujer que teniendo mi anillo en el dedo se metió en la cama con otro y encima le dio un hijo?— Se ríe incrédulo —Nunca lo hicimos sin protección, que fácil fue con ese idiot4—.—Te ibas por meses, llegaba la noticia de que mori4n marines todos los días, que explot4ban asentamientos militares— Ella lloraba desconsolada. —Te lo he dicho, cuando se perdió comunicación con tú unidad, pensé que no regresarías, estaba destrozada y él apareció como un amigo nada más, no me iba a casar con Diego, mis padres se enteraron de mi embarazo y me obligaron. Esos miedos ahora no existen, él puede ver a su hijo siempre que quiera, pero yo quiero estar contigo—.—Eso no es posible—.Bianca intenta acercarse, él sin pensarlo dos veces, se aleja, ella se sentía dolida por su rechazo.—Puedo darte la familia que tanto querías.—No vuelvas a entrar aquí de nuevo...— Está conteniéndose para no perder la paciencia.—Mi amor...
Subieron a la habitación de Alexander, ella lo había dejado en la misma bolsa donde lo colocaron cuando lo compró, tenía que plancharlo. Era una pieza larga y elegante, para una ceremonia discreta estaba bien.—Te verás bonita con lo que te pongas, espera...Sale por un rato y cuando regresa, viene con un vestido en una delicada funda para protección de trajes.—Este era mi vestido cuando me casé con Angel—.Lo saca cuidadosamente y lo tiende en la cama, Audra pasa los dedos por la delicada tela blanca, del perfectamente conservado vestido.corte princesa con pedrería exquisita, su velo intacto, era como un sueño hermoso, materializado delante de sus ojos.—Es precioso, una fantasía, me hubiese gustado encontrar algo como esto—.—¿Y si te lo pones?—.—Esto... Esto es algo demasiado valioso—.—¿Te gusta?— Dice con una sonrisa maternal.—Mucho, pero...—Solo hay que hacerle unos retoques—.—¿De verdad lo puedo usar?— Las lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas.—Por supuesto que sí,
*Alexander: «Vi a mí futura esposa entrar del brazo de mi papá, eso le brindó calidez a mi corazón, no solo la estaba cuidando yo, también mi familia estaba para respaldarla, antes de mirarla a ella, pude vislumbrar el orgullo en los ojos de él, llenos de afecto hacía Audra. No estaba preparado para lo que sentí al verla, el corazón lo tenía desbocado, mi princesa estaba muy hermosa, no pude dejar de mirarla».—Aquí te entrego a mi hija— Una lágrima resbaló por la mejilla de Audra, al escuchar eso. Angel besó con ternura la frente de la joven. —Sé que serás una esposa maravillosa para él y que, como miembro de nuestra familia, nosotros ya te amamos—.—Gracias papá— Alexander y Audra estaban más que conmovidos, Ángel le dio varias palmadas en la espalda a su hijo antes de colocarse al lado de su esposa, sacó su pañuelo del bolsillo y se lo tendió pues tenía el rostro lleno de lágrimas.Alexander tomó las manos de Audra y las besó, sin despegar los ojos de ella.—Estás preciosa, nena—
*En otra casa, de la misma calle...Sube rápido las escaleras, entra a su habitación y cierra de un portazo la puerta, un rato después, alguien entra.—¿Por qué me dejaste en el hotel?— Diego estaba entre confuso y enojado.—¿No era suficiente ir a la boda? ¿Para qué querías ir también a esa fiesta?— Gritó molesta, paseándose de un lado a otro.—Bianca, baja la voz, el niño ya tiene que estar durmiendo—.Ella había tomado un taxi a casa, si no es porque él la había visto salir, hubiese pensado que continuaba en el hotel.—¡Que me importa! ¿No está con la nana?—.Diego realmente estaba exasperado, no podía entender los cambios de Bianca, trató de calmarse y hablar tranquilamente con ella. —¿Qué es lo que te pasa?—.—Me obligaste a ir a esa boda— Habló con los dientes apretados. —Te dije claramente que no deseaba ir—. —No te obligué, solo te dije que ellos son mi familia, que deberías entender, además, quieres que los visitemos a menudo, me repites hasta el cansancio que los quieres