Capítulo 104
Mateo no era tonto. Después del incidente de Lucía, había considerado esa posibilidad. Por eso, inmediatamente pidió ver las grabaciones. Al final, la conclusión fue que todo fue una coincidencia, tanto el tiburón como el tanque de oxígeno.

Jorge frunció el ceño:

— Escúchame...

Mateo apartó su mano bruscamente y dijo con frialdad:

— Te lo advierto, aléjate de Lucía. De lo contrario, no seré amable contigo.

Jorge arqueó una ceja mientras veía a Mateo alejarse. No mencionó a Sofía ni una sola vez. ¿Realmente no se había dado cuenta o lo estaba ocultando intencionalmente?

Sofía esperaba inquieta. Al ver a Mateo acercarse con el rostro sombrío, inmediatamente esbozó una sonrisa y se aferró a su brazo:

— Cariño, te he estado esperando. Vamos a desayunar, tengo mucha hambre...

Al final, infló las mejillas con un gesto infantil y coqueto. Mateo respondió con un leve "hmm" y esta vez no retiró su brazo. Miró alrededor y vio que Lucía ya se había ido. Metió las manos en los bolsillos con frustr
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