Capítulo 22 —Cariño, El señor Armadas quería verte, no me cree que estás más guapo. —Ángel se acercó a saludar a Juanda muy amable. —Tienes una esposa muy alargadora, no se cansa de restregarse que no estoy a su altura, aunque no lo diga directamente. —Admitió Angel, eso le molesta a Ángela, que observaba a Marisol y su envidia crecía. _ Que mal educada soy, señorita Armada, espero que mi esposo la esté tratando bien —le habló Marisol a Ángela, sin darle la mano. —Marisol, que te puedo decir, de maravilla —hablo insinuando algo más , Patricia tosio llamando la atención de todos. —Perdón, un mosco se me metió en la nariz, ya iba de salida —se disculpó Patricia, casi riendo. —¿Patricia? —se sorprendió ángel, no la había reconocido. estaba muy hermosa, toda una mujer. —¡Oh sí!, Patricia Aguirre. —Respondió burlona, saliendo de ese lugar, estaba satisfecha con lo que había logrado y la sonrisa de Marisol lo decía todo. En la empresa Cortázar, Leo sentía que su corazón se podía sali
Tres días después Entre los nervios y el chalequeo, se iba el día y entraba la noche, la más esperada por todos y aún más para Marisol, quien no veía la hora de demostrarle a todos que valía la pena dar oportunidades a pequeños emprendedores. Que las ideas buenas no solo estaban en empleados de grandes empresas y sobre todo, demostrar que quien no arriesga no gana. —Bueno ya, no nos vean así —Reclamó Leo a todos, incluyendo a Juan David, que estaba pendiente de su esposa, que no estuviese estresada. —¿Como los estamos viendo? —preguntó Marisol riendo. —Con esa mirada de que nos descubrieron teniendo sexo. —Replicó Patricia. —Ja,ja,ja, no los vimos, pero Pablo sí —Se burló Juan David. —¡Eres un chismoso, Pablo! —Reclamó Patricia con ganas de golpearlo. —¿Chismoso yo?, yo solo dije la verdad. —Se defendió, Rocío escuchaba la conversación más que sorprendida. —Bueno ya, dejen de reírse y espero que tengan claro que somos novios —Marisol y Juan David pusieron una expresión de sorp
Horas después Luces, música, una alfombra por donde caminaban muchas mujeres impresionantes e importantes, hombres acompañando a sus esposas, expertos en moda, diseñadores y empresas de modelaje; Sin duda un día donde debían dar lo mejor de lo mejor. Rocío estaba muy emocionada, revisando cada pequeño detalle, que las prendas les quedarán perfectas a las modelos y el tiempo no les jugará mal. —Señorita, ¿dónde están las otras modelos? —Habló la diseñadora a Rocío. —Las acabo de mandar al camerino donde las van arreglar —Afirmó Rocío. —No están, ya deberían estar listas, solo faltan veinte minutos —aseguró la diseñadora, cambiándole la cara a Rocío. —¿Ya estamos listas? —Interrumpió Marisol muy feliz. —Que caras son esas, ya el presentador está listo —volvió hablar Marisol con una sonrisa, había visto muchas personas importantes entrar. —Las tres modelos más importantes, no están —Soltó rocío. —Marisol, Juan David te está esperando para entrar por la alfombra —Reclamo Leo, per
Tal y como Marisol lo dijo, no había programa de televisión que no estuviese hablando de ella y su participación en la pasarela; por supuesto que las especulaciones del por qué ella, decidió participar; con su testimonio de ser una mujer sumamente ambiciosa y cuidar de su salidas en cámaras, creían en los chismes que se escuchaban. Pero sin duda, a todo lo malo que decían, las ganancias y pedidos eran fuertes, no solo los diseños, también Marisol y las chicas cómo modelos, Leo estaba vuelto loco, junto a Pablo y Rocío. Todos en la empresa felicitaban una vez más a Marisol por su excelente y ojo para los negocios, solo tres personas que no superan el haber perdido otra vez, de solo aceptar la petición de ella, en ese momento estuviesen disfrutando de todas las ganancias. —Mis felicidades, señora Matos, Su nivel para hacer negocios, es insuperable —La felicitó Angel. Sus palabras estaban llenas de sinceridad y admiración. —Muchas gracias señor Armadas, todos podemos lograrlo, si nos
La noche pasó y la mañana era otra, el sol estaba por salir y dos amantes no querían separarse, aunque tenían compromisos importantes. —¡Leo! —Gemía Patricia por los besos de su novio. —Que llegues hoy, un poco tarde no pasará nada, no los merecemos —Susurraba Leo dando pequeños besos en su oído, su cuello y bajando a sus senos. —Ahora quieres que viva en tu apartamento, ¿cuando dormiré en mi cama? —reclamó ella entre jadeos. —Nunca más —dijo Leo y metió en su boca un seno, sacando un gemido glorioso para él. —¡Leo!... —Patricia se había perdido por la excitación que estaba sintiendo, sus piernas se abrieron solas para recibir a quien deseaba con ganas probarla. Sus manos trataban de ayudarlo aunque el trabajo que hacía era fabuloso. —No pares... Aaah —gemía sintiendo el orgasmo muy cerca, hasta que explotó. —Eres rica, necesito unas vacaciones para dejarte sin energía —susurró entrando en su interior de una sola estocada, sacando un gemido de dolor y placer —Espero cumplas es
El día pasó tranquilo para unos, pero para Ángel no, llamaba a sus padres y no recibía respuesta por ningún lado, eso lo tenía muy preocupado, le había prometido a Marisol encargarse de su hermana y ni siquiera la había visto en horas. No entendía en qué momento su pequeña hermana se volvió tan indispensable, tan envidiosa y llena de odio. —Señorita, ¿ha visto a mí gemela? —pregunto Ángel con preocupación. —No la hemos visto, señor —respondió la mucama de turno en limpiar la habitación. Ángel estaba que explotaba, si Ángela le dañaba los negocios que ya tenía seguro, no sabía que haría con ella, todo era culpa de sus padres por darle todo sin merecerlo. Nadie sabía que ella planeaba hacer cualquier cosa para estar sola con Juan David y provocar un gran chisme que dañará la imagen de Marisol y su matrimonio, conocía perfectamente lo obsesionada por tener una buena imagen. —Puedo ayudar a que los socios no quieran pisar el país, de esa manera les tocará ir a italia y puede aprovech
Italia Un viaje muy tranquilo, pues no tenían la presencia aún de Ángela, pero llegaría ese momento donde su tranquilidad se acabaría, cayendo en una trampa que daría paso a los primeros problemas de su matrimonio, suficiente para Ángela y su plan malvado. Patricia estaría atenta a cada movimiento que diera esa mujer, pero sin duda sería muy difícil estando solo ella y con tanto trabajo junto. Llegaron al hotel y vaya sorpresa, ahí estaba Ángela, de inmediato borró su sonrisa al ver a patricia, que solo verla cambiar su cara, amplio una sonrisa de burla, era suficiente prueba para saber que ella planeo todo ese viaje para estar a solas con Juan David y qué mejor que en un lujoso hotel. —Bienvenido, señor Matos, no sabía que traía a su esposa —saludo un italiano. —Soy su secretaria, no su esposa, si le parezco hermosa, imagínese a la señora —respondió Patricia con una sonrisa cortante. —Señor, llevaré las maletas a las habitaciones, ¿va a descansar? —Siguió hablando Patricia, igno
Después de una tarde donde Patricia logró encontrar el vestido indicado para Marisol y Juan David, pues aunque lo usaría su esposa, era él, quien lo quitaría de su cuerpo, así que le busco el que menos trabajo le diera. Ángela se arregló lo más que pudo, mientras lo hacía pensaba en que hacer para quedarse a solas con Juan David tan solo un momento y obtener unas fotos que lo pusieran en una situación difícil de explicar. —Donde se ha visto una secretaria tóxica, que no siente nada por su jefe —se quejó Patricia. —Yo la tengo y no sabes cómo te agradezco —Juan David la ayudó a bajar del auto. —Cuando mi novio tenga su empresa, trataré de encontrar una secretaria como yo o mejor —Juan David se echó a reír de las locuras de Patricia. Ya en el club, estaban varias personas en una zona VIP, Patricia saludo cordial a todos, sentándose un poco alejada, Ángela buscaba las maneras de llamar la atención de Juan David, pero él solo reía de los chistes de su socio, al ser un hombre mayor, vi