Italia Un viaje muy tranquilo, pues no tenían la presencia aún de Ángela, pero llegaría ese momento donde su tranquilidad se acabaría, cayendo en una trampa que daría paso a los primeros problemas de su matrimonio, suficiente para Ángela y su plan malvado. Patricia estaría atenta a cada movimiento que diera esa mujer, pero sin duda sería muy difícil estando solo ella y con tanto trabajo junto. Llegaron al hotel y vaya sorpresa, ahí estaba Ángela, de inmediato borró su sonrisa al ver a patricia, que solo verla cambiar su cara, amplio una sonrisa de burla, era suficiente prueba para saber que ella planeo todo ese viaje para estar a solas con Juan David y qué mejor que en un lujoso hotel. —Bienvenido, señor Matos, no sabía que traía a su esposa —saludo un italiano. —Soy su secretaria, no su esposa, si le parezco hermosa, imagínese a la señora —respondió Patricia con una sonrisa cortante. —Señor, llevaré las maletas a las habitaciones, ¿va a descansar? —Siguió hablando Patricia, igno
Después de una tarde donde Patricia logró encontrar el vestido indicado para Marisol y Juan David, pues aunque lo usaría su esposa, era él, quien lo quitaría de su cuerpo, así que le busco el que menos trabajo le diera. Ángela se arregló lo más que pudo, mientras lo hacía pensaba en que hacer para quedarse a solas con Juan David tan solo un momento y obtener unas fotos que lo pusieran en una situación difícil de explicar. —Donde se ha visto una secretaria tóxica, que no siente nada por su jefe —se quejó Patricia. —Yo la tengo y no sabes cómo te agradezco —Juan David la ayudó a bajar del auto. —Cuando mi novio tenga su empresa, trataré de encontrar una secretaria como yo o mejor —Juan David se echó a reír de las locuras de Patricia. Ya en el club, estaban varias personas en una zona VIP, Patricia saludo cordial a todos, sentándose un poco alejada, Ángela buscaba las maneras de llamar la atención de Juan David, pero él solo reía de los chistes de su socio, al ser un hombre mayor, vi
Las dos horas de espera, fueron las más largas y difíciles para Juan David, recibía llamadas tras llamadas, hasta que le tocó a Patricia recibirlas y explicar toda la situación, con lujo y detalles, eso tenía a Juan David aun mas molesto, sabia quien la estaba pasando mal, era su esposa, lo que más temía ella y dejaba claro era estar siempre con ella y ahora todo pasaba en un mismo. No estaría con ella en un evento importante en un momento de chisme con su matrimonio. Y era así, las cosas no estaban tan bien para Marisol, al ver que toda su familia y la de Matos, llegaba a la empresa, siendo así más difícil que su rabia cesará, ya tenía planeado huir de la prensa que seguro la esperaban para preguntar sobre su matrimonio y ahora su familia. —Sacame en el helicóptero, no quiero hablar con ellos aquí, los espero en mi casa —Le pidió Marisol a Pablo, Leo entendió que debía quedarse para informarles, por el ascensor subiendo a la azotea, donde ya el piloto había sido informado. En el ca
Capítulo 31 Un amanecer maravilloso, sintiendo el calor de sus cuerpos, olvidando el mal momento que habían pasado, Marisol se levantó sintiendo mucho dolor en todo su cuerpo, sin duda fue una noche muy apasionada, decidió tomar un baño y mientras lo disfrutaba, pensó en hacerle una sorpresa a su esposo. Se arregló y Juan David seguía dormido, beso su espalda y bajó directamente a la cocina, era momento de hacer algo que nunca le había hecho a nadie. —Chicas, tómense el día libre —las chicas del servicio se quedaron viéndose, no sabían qué hacer. —Yo preparo el desayuno, regresen por la noche —les pido Marisol con una sonrisa. —Muchas gracias, mi señora —Agradeció la jefa de cocina, ayudando a las demás chicas a salir, todas Con una sonrisa de felicidad, trabajar en esa mansión era algo muy tranquilo y suave que agradecen mucho estar ahí. Marisol las vio salir y se puso manos a la obra, moría de hambre y estaba segura que su esposo también. Decidió preparar un jugo de naranja, e
Una semana Tranquilidad absoluta, Marisol y Juan David, terminaron los negocios con Ángel, quedando todos satisfechos y en espera de los mejores resultados. La relación de Leo y Patricia estaba cada vez mejor, aunque tenían mucho trabajo, se daban sus escapadas para disfrutar de la mejor manera posible su amor. Mientras que Pablo y Rocío, seguían ocultando su evidente atracción, aunque Marisol le aseguraba que no era un capricho, Pablo seguía evitando acercarse más. —Si sabes que cuando vuelva a su país, tendrá varios pretendientes que posiblemente sus padres acepten para un matrimonio ¿verdad? —le dijo Marisol a Pablo. —¿Qué tengo que ver yo? —respondió Pablo, acostado en el sofá, con su cara cubierta. —Que imbécil, ¿por lo menos te despediste? —interrogó Leo después del insulto. Pablo se levantó con el ceño fruncido. —El idiota no sabía que rocío se va por la noche —se burlo Leo. —Ve a despedirte, sincerate con ella, explícale por qué no dejas que las cosas fluyan; dos recha
Madre e hija, pueden construir una relación basada en el amor y la comprensión sin límites, condiciones sin fin. Aunque Rocío fue una niña mimada y caprichosa, sus padres luchaban por qué fuera feliz, sin saber lo mal que le hacían no negarse a lo que la dañaba, creyendo que la haría feliz. Debían agradecer ese viaje, que sin tratar de hacerse los locos, iba con mala intención hacia Marisol, quien pudo ver su talento, dándole la oportunidad de cambiar su manera de ver las cosas, motivar a conocer el mundo y obtener las cosas con esfuerzo y validez. Para Rosario, saber que su hija era correspondida en el amor, la llenaba de satisfacción, dejando a un lado el dinero, algo que se podía construir, obtener con esfuerzo y dedicación. Rocío ya estaba junto a ella y su padre, en espera de conocer a su yerno, por supuesto que su esposo le dejó claro que no era el millonario que ella deseaba, Rocío estaba muy asustada, Pablo no permitiría que ellos decidieran cómo llevar su relación. —Mam
Meses después. Meses después y la felicidad reina en todos lados, las aguas estaban claras y la paz abundaba. Los buenos negocios seguían dando fruto y eso hacía feliz a todos. Rusia —¿Ya puedo salir de viaje sin que me estén vigilando? —reclamó Ángela, a sus padres y hermano. —Mi amor, no te vigilamos, solo cuidamos de ti —respondió su padre. —Puedes viajar donde quieras y cuando quieras —afirmó Ángel. —Voy a Japón, ya tengo los pasajes, vamos un grupo de amigas —les anunció muy entusiasmada, estaba tan feliz y cambiada que todos se alegraron por ella. Sin imaginar lo que pasaba por la cabeza de ella, sus planes y maldades planeadas con mucho cuidado. Madrid —Pablo estamos en la oficina —susurró Rocío, siendo besada por su prometido. —Lo sé y es rico saber que nos pueden descubrir —respondió él, subiendo la falda de Rocío, dándole la vuelta para que se sostuviera del escritorio. —Aah —gimió al sentir los dedos de Pablo. —No detendré tus gemidos, queda en ti si quieres qu
Miedo a perderlo todo en un instante, porque eso era Marisol para todos en la familia, la joya más preciada, la mujer más fuerte y admirable. Desesperación de no poder hacer nada, aún teniendo todo el dinero disponible, necesario para pagarle a todo el que pudiera encontrarla. Todos vueltos en una desesperación y dolor de encontrarla sin vida, pegados a sus teléfonos por si una llamada de rescate entraba. Un hombre que vivía sus últimos años de vida feliz por la familia que tenía, la nieta hermosa e inteligente de la cual pudo disfrutar verla crecer, apreciar su matrimonio aunque empezó como un contrato, y con la esperanza de ver sus bisnietos. Todos sumergidos en un dolor y desesperación por obtener información de su paradero buscando poder encontrarla con vida. Juan David ya no sabía dónde buscarla, lo menos que ellos imaginaban era que dos personas conocidas, eran las responsables de la desaparición de Marisol, en los últimos meses todo estaba bien, sus negocios iban de maravi