Capítulo 55 No se puede observar solo la superficie— ¿No te basta con lo que has hecho? No creo haberte ofendido de ninguna manera ¿Porque me estás haciendo esto? —sintió su corazón acelerarse de la rabia que sentía—Arabella no era mi intención lastimarte—No es lo que parece, actuaste con toda la intención de hacerme daño—le dijo molesta—Eso no es así, solo quería advertirte, incluso si no soy yo el que decida publicar el acuerdo otros lo harán, solo quería asustarte y evitarte ese mal rato ¿No podemos ser solo amigos?— ¿Evitarme un mal rato causándome otro mal rato? Ja, ja. ¿Amigos? Eres muy gracioso. No me vuelvas a llamar James, no quiero volver a verte nunca más, y si debo verte no quiero hablar contigo—de inmediato finalizo la llamada «¿Será que tengo que aguantar a ese hombre a cada rato? —la llamada la había dejado alterada necesitaba a Ricardo»…Ricardo estaba en su despacho, decidió trabajar desde el apartamento para acompañar a Arabella, y mantenerla vigilada —Ricard
Capítulo 56 Idéntico a su padre Hace días algo rondaba en la mente de Ricardo Wash, y eso tenía que ver con ajustar las cuentas con James Ross, así que sin que nadie de su personal pudiera evitarlo entro en su oficina —Ricardo Wash ¿Qué te trae por aquí mi estimado amigo? —le pregunto James Ross sin demostrar miedo levantándose de su silla detrás del escritorio —Lo siento Señor Ross no pude evitar su entrada, me disculpo—le dijo su secretaria y él le hizo una seña para que se marchara —¿Qué quieres con Arabella? —Ricardo lo observo con satisfacción, estaba muy golpeado Henri hizo una buena labor, tenía que agradecerle de nuevo —Con ella nada, lo que quiero quizás es salvarla de ti —¿Te parece que necesita que la salven de mí?… Te advierto déjala en paz, no te metas con ella — ¿Qué harás si lo hago? —No querrás saberlo, estás avisado, déjala en paz —Si la quisieras tanto hace tiempo le habrías dado su lugar como tu esposa y madre de tu hijo, no la tendrías escondida a expensas
Capítulo 57 Mi muchacho es increíbleRicardo recibió en sus brazos a Arabella, seguramente Renato le tuvo que decir lo que había pasado, y ella a pesar de las recomendaciones médicas había venido, la cubrió con su cuerpo al ver que las visitas indeseadas la miraban, escogió el peor momento para venir.— ¿Qué haces aquí?—no tenía humor para ser amable, pero estaba conteniéndose por ella; sin embargo, uso un tono de voz bajo— ¿Qué le paso al abuelo?— ella no respondió la pregunta y su pregunta la hizo en el mismo tono—No me respondas con otra pregunta sabes que no puedes estar aquí, estas de reposo—No voy a hacer nada de fuerza, me sentaré tranquilita y te acompañaré, no puedes estar solo en este momento y dado mi estado es mejor estar en un hospital, anda solo me quedaré hasta saber del abuelo—Siéntate y no hagas nada más—además de la preocupación por el abuelo, Arabella había aumentado su preocupación, esta vez también debía estar preocupado por ella y la mirada insistente de Pan
Capítulo 58 ¡Ayúdalo, no lo dejes solo! Guillermo Brown se fue fortaleciendo con el transcurso de los días. Arabella lo cuidaba durante el día junto a Renato y Ricardo se quedaba en las noches. Durante el día, el abuelo, a regañadientes, aceptaba las papillas de avena, y los jugos o cremas de verduras, que ella insistía en darle a comer dándoselas en la boca. — ¿Entiendes por casualidad que no soy un bebé? ¡Respétame! — ¡Claro que sí, señor Brown! Usted tiene todo mi respeto. Ya terminamos de comer, ahora limpiaremos la boca y leeremos algo, ¿Le parece? — ¡No me trates como un niño! ¡Eso me pone furioso! Estoy cansado de esas comidas!En realidad, a Guillermo Brown secretamente le gustaba mucho la sensación de ser mimado por esta chica. Desde que murió su esposa, nadie lo atendía a menos que se le pagara un sueldo. Esta chica cuidaba de que comiera, le leía diariamente, le ponía videos cómicos en el teléfono y le contaba anécdotas chistosas, con las cuales no podía evitar reír, a
Capítulo 59 Me esforzaré por ustedes y por su mamá — ¿Estás bien? Dime, por favor ¿Te encuentras bien? — Ricardo nunca había pensado que amar a una mujer doliera tanto, al fin pudo reconocer el valor que ella y los niños tenían en su vida, hubo un instante en que su corazón se detuvo, y se sintió un hombre muerto, imágenes de su vida sin su esposa e hijos pasaron en cámara lenta por su mente. Todavía no entendía lo que paso, ¿Qué le puso pasar a Annie, para llegar a ese estado?, una sombra tormentosa lo cubrió de nuevo, y de pronto tuvo la necesidad de volver a susurrarle en su oído— ¡Te amo! Arabella sintió que Ricardo casi la ahoga con la presión de su abrazo, pero no se quejaba, todavía no se le pasaba el susto por lo que le había hecho vivir esa mujer—Cariño juro que no entiendo qué le paso a Annie, estaba mejorando — ¿Qué se hizo ella? —seguía asustada —La envié a la clínica de reposo, con órdenes de encerrarla, mi personal de seguridad explicará la situación tanto al papa
Capítulo 60 Reclamaré mis derechos Varias horas después, Ricardo permanecía junto a su esposa dormida, Pandora había llamado innumerables veces, sin que le hubiese atendido, le haría bien esperar— ¿Ricardo? —Estoy aquí, a tu lado, donde debo estar—volteo a verla y le sonrió cariñoso Arabella bostezó y levanto los brazos — ¿Por qué sigues aquí? ¿Y la empresa? ¿Y el abuelo?—se movió con pereza y todavía un poco adormilada —El abuelo está muy bien, ya hable con Renato, me encomendó que te atendiera bien, o me las vería con él ¿Tienes hambre? —Sí, pero que haremos para comer —Cocinaremos — ¿Cocinar tú?—lo miro asombrada —Puedo hacerlo, muñequita ¿Me acompañas a la cocina?—se levanto, y se puso un mono deportivo super ancho, y una camiseta —Ve siguiendo y te alcanzo, mira qué hay para cocinar—se levanto también y fue hasta él y lo cerco con sus brazos alrededor de la cintura, cerro los ojos, y puso la cabeza en su pecho donde podía escuchar su corazón —Sabes Arabella, no podemo
Capítulo 61 !Me las pagarás!Ricardo abrió la puerta del despacho, el niño que Pandora abandono a los 10 años, creció y se convirtió en un hombre adulto y en estos momentos era un reconocido magnate de la industria hotelera, la prensa lo catalogaba como insensible y arrogante aunque verdaderamente honesto, poseía la imagen elegante y sobria que debe tener un hombre de negocios, estando siempre atento en los pequeños detalles tanto en su apariencia como en los negocios.Pandora lo observo, reconocía que Ricardo Wash heredo la elegancia del despiadado Daniel Wash, también su físico perfecto del cual se enamoró y sus perturbadores ojos, esos ojos que en estos momentos la miraban con odio y burlaNo le importaba eso para nada, podía odiarla lo que quisiera, pero necesitaba dinero, estatus y poder, y lo iba a conseguir, ella y su hijo se lo merecían, fueron muchos años de sufrimiento, esperando una dádiva del inconmovible Guillermo Brown, fueron años de miseria hasta que huyo del lado de
Capítulo 62 Le daría una oportunidad—Mañana te darán el alta médica abuelo—le informo a su abuelo—Eso espero, o me iré yo mismo aunque sea caminando, y sin esperar esa dichosa alta médica—Renato lleva a Arabella a descansar, me quedaré esta noche con el abuelo—Así lo haré, Señor Wash— ¿Ya cenaron?—Lo hicimos—respondió Arabella, mientras hablaban Ricardo tenía sujeta a Arabella de la cintura, y con la otra mano le acariciaba las mejillas, y recostaba su cabeza en ella, esto no escapo de los ojos del abuelo Brown, en medio del desastre en que se había transformado sus vidas, esta chica se había convertido en el salvavidas de su muchacho, tenía que buscar el modo de protegerlos antes de morir, tanto a ellos como a los gemelos, no permitiría que Pandora volviera a hacerle daño—No tienes que quedarte muchacho, vete a descansar, no puedes seguir así, yo estoy bien—Ya mañana dormiré, cuando estés con nosotros — ¡Quiero ir a mi casa!—No podremos descansar si te vas a tu casa abuelo