Capítulo 57 Mi muchacho es increíbleRicardo recibió en sus brazos a Arabella, seguramente Renato le tuvo que decir lo que había pasado, y ella a pesar de las recomendaciones médicas había venido, la cubrió con su cuerpo al ver que las visitas indeseadas la miraban, escogió el peor momento para venir.— ¿Qué haces aquí?—no tenía humor para ser amable, pero estaba conteniéndose por ella; sin embargo, uso un tono de voz bajo— ¿Qué le paso al abuelo?— ella no respondió la pregunta y su pregunta la hizo en el mismo tono—No me respondas con otra pregunta sabes que no puedes estar aquí, estas de reposo—No voy a hacer nada de fuerza, me sentaré tranquilita y te acompañaré, no puedes estar solo en este momento y dado mi estado es mejor estar en un hospital, anda solo me quedaré hasta saber del abuelo—Siéntate y no hagas nada más—además de la preocupación por el abuelo, Arabella había aumentado su preocupación, esta vez también debía estar preocupado por ella y la mirada insistente de Pan
Capítulo 58 ¡Ayúdalo, no lo dejes solo! Guillermo Brown se fue fortaleciendo con el transcurso de los días. Arabella lo cuidaba durante el día junto a Renato y Ricardo se quedaba en las noches. Durante el día, el abuelo, a regañadientes, aceptaba las papillas de avena, y los jugos o cremas de verduras, que ella insistía en darle a comer dándoselas en la boca. — ¿Entiendes por casualidad que no soy un bebé? ¡Respétame! — ¡Claro que sí, señor Brown! Usted tiene todo mi respeto. Ya terminamos de comer, ahora limpiaremos la boca y leeremos algo, ¿Le parece? — ¡No me trates como un niño! ¡Eso me pone furioso! Estoy cansado de esas comidas!En realidad, a Guillermo Brown secretamente le gustaba mucho la sensación de ser mimado por esta chica. Desde que murió su esposa, nadie lo atendía a menos que se le pagara un sueldo. Esta chica cuidaba de que comiera, le leía diariamente, le ponía videos cómicos en el teléfono y le contaba anécdotas chistosas, con las cuales no podía evitar reír, a
Capítulo 59 Me esforzaré por ustedes y por su mamá — ¿Estás bien? Dime, por favor ¿Te encuentras bien? — Ricardo nunca había pensado que amar a una mujer doliera tanto, al fin pudo reconocer el valor que ella y los niños tenían en su vida, hubo un instante en que su corazón se detuvo, y se sintió un hombre muerto, imágenes de su vida sin su esposa e hijos pasaron en cámara lenta por su mente. Todavía no entendía lo que paso, ¿Qué le puso pasar a Annie, para llegar a ese estado?, una sombra tormentosa lo cubrió de nuevo, y de pronto tuvo la necesidad de volver a susurrarle en su oído— ¡Te amo! Arabella sintió que Ricardo casi la ahoga con la presión de su abrazo, pero no se quejaba, todavía no se le pasaba el susto por lo que le había hecho vivir esa mujer—Cariño juro que no entiendo qué le paso a Annie, estaba mejorando — ¿Qué se hizo ella? —seguía asustada —La envié a la clínica de reposo, con órdenes de encerrarla, mi personal de seguridad explicará la situación tanto al papa
Capítulo 60 Reclamaré mis derechos Varias horas después, Ricardo permanecía junto a su esposa dormida, Pandora había llamado innumerables veces, sin que le hubiese atendido, le haría bien esperar— ¿Ricardo? —Estoy aquí, a tu lado, donde debo estar—volteo a verla y le sonrió cariñoso Arabella bostezó y levanto los brazos — ¿Por qué sigues aquí? ¿Y la empresa? ¿Y el abuelo?—se movió con pereza y todavía un poco adormilada —El abuelo está muy bien, ya hable con Renato, me encomendó que te atendiera bien, o me las vería con él ¿Tienes hambre? —Sí, pero que haremos para comer —Cocinaremos — ¿Cocinar tú?—lo miro asombrada —Puedo hacerlo, muñequita ¿Me acompañas a la cocina?—se levanto, y se puso un mono deportivo super ancho, y una camiseta —Ve siguiendo y te alcanzo, mira qué hay para cocinar—se levanto también y fue hasta él y lo cerco con sus brazos alrededor de la cintura, cerro los ojos, y puso la cabeza en su pecho donde podía escuchar su corazón —Sabes Arabella, no podemo
Capítulo 61 !Me las pagarás!Ricardo abrió la puerta del despacho, el niño que Pandora abandono a los 10 años, creció y se convirtió en un hombre adulto y en estos momentos era un reconocido magnate de la industria hotelera, la prensa lo catalogaba como insensible y arrogante aunque verdaderamente honesto, poseía la imagen elegante y sobria que debe tener un hombre de negocios, estando siempre atento en los pequeños detalles tanto en su apariencia como en los negocios.Pandora lo observo, reconocía que Ricardo Wash heredo la elegancia del despiadado Daniel Wash, también su físico perfecto del cual se enamoró y sus perturbadores ojos, esos ojos que en estos momentos la miraban con odio y burlaNo le importaba eso para nada, podía odiarla lo que quisiera, pero necesitaba dinero, estatus y poder, y lo iba a conseguir, ella y su hijo se lo merecían, fueron muchos años de sufrimiento, esperando una dádiva del inconmovible Guillermo Brown, fueron años de miseria hasta que huyo del lado de
Capítulo 62 Le daría una oportunidad—Mañana te darán el alta médica abuelo—le informo a su abuelo—Eso espero, o me iré yo mismo aunque sea caminando, y sin esperar esa dichosa alta médica—Renato lleva a Arabella a descansar, me quedaré esta noche con el abuelo—Así lo haré, Señor Wash— ¿Ya cenaron?—Lo hicimos—respondió Arabella, mientras hablaban Ricardo tenía sujeta a Arabella de la cintura, y con la otra mano le acariciaba las mejillas, y recostaba su cabeza en ella, esto no escapo de los ojos del abuelo Brown, en medio del desastre en que se había transformado sus vidas, esta chica se había convertido en el salvavidas de su muchacho, tenía que buscar el modo de protegerlos antes de morir, tanto a ellos como a los gemelos, no permitiría que Pandora volviera a hacerle daño—No tienes que quedarte muchacho, vete a descansar, no puedes seguir así, yo estoy bien—Ya mañana dormiré, cuando estés con nosotros — ¡Quiero ir a mi casa!—No podremos descansar si te vas a tu casa abuelo
Capítulo 63 ¡Mamá me debes una explicación! James sentía que era necesario hacerse entender por estas personas, mas allá de su orgullo y vanidad lo importante era mantener el estatus. Jacobo Ross y Emily Ross debían comprender que su mejor oportunidad de éxito consistía en apelar al sentimiento de culpa en Ricardo Wash, con el único propósito de lograr que invierta un capital considerable en los negocios de la familia, y de esa manera evitar sufrir pérdidas mayores.Jacobo Ross padecía de una cantidad industrial de orgullo y vanidad, eso no le serviría de nada a medida que siguieran los problemas de escasez de capital y disminuyan los lujos y comodidades de su amada hijaEn lo que respecta a Emily, ella solo derrochaba el dinero en la compra de objetos de lujo, prenda de vestir, automóviles, adquisición de mansiones en los sitios de veraneo, viajes superfluos, y lugares vacacionales, entre otros. Todo esto, bajo la falsa apariencia de que se esforzaba trabajando y poseía un am
Capítulo 64 Trabajaré en lo que sea necesarioPandora observó con inquietud como su querido hijo, se dirigía hacia la cocina . Stephen fue el hijo del amor, del agradecimiento que sentía por su esposo Alfonso, de un nuevo comienzo, Alfonso, ya era un hombre un poco mayor cuando se encontraron y la protegio.Lo encontró en el momento de mayor desesperación en su vida, acababa de huir del hospital, donde la habían tratado por intento de suicidio, huyo porque solo deseaba huir del terror, su miedo y desesperación y al huir lo encontró a él… su salvación.Él cuido de ella, la protegió, vivieron juntos y con el tiempo le propuso matrimonio, eran dos almas desesperadas, él era también un solitario, su ex esposa le fue infiel y lo abandono, desde ese instante pasaron muchos años para que Alfonso volviera a mirar a otra mujer.Al entrar en confianza, ella le confeso a él la tragedia vivida, y en ese entonces lloraba mucho cada vez que recordaba su vida pasaba, él la consoló, la guio con amor,