Parte 3...

Esto entristecía a Aline, y aún más a sus padres, que sabían que, en el caso de Alana, no podían hacer otra cosa que esperar que no le ocurriera nada malo en el futuro. Pero nada estaba garantizado.

Igor le enseñó los papeles enviados por el abogado, ya con una demanda contra ella que además de hacerle pagar una cantidad muy elevada por las mentiras, por aprovecharse de su parecido con Aline siendo gemelas, aún podía acabar en la cárcel por falsedad ideológica y también por difundir mentiras y rumores sobre su matrimonio.

En el caso de difamación sería aún peor porque Igor ya se había puesto en contacto con los productores del podcast de que diría la verdad sobre todo y le garantizaron que podrían entregar las pruebas que ya tenían de su difamación, ya que hubo una breve entrevista antes de la cita para el podcast en directo.

Alana se puso roja. No sabía cómo actuar. Llorar y gritar ya no servía de nada, sabía que todos estaban en su contra. Y probó su última carta, que era