Lunes.
Mis padres decidieron cambiarme de escuela, para que pueda olvidarlo más fácil y no me esté acordando de él mientras este en Tenier, espero que esto me ayude a superarlo.
Me van a inscribir a una escuela privada, está a unas pocas cuadras de mi casa, lo cual tranquiliza más a mis papas, para cualquier emergencia. Mis papas tienen buenas referencias de aquella escuela, ya que mi hermana había estudiado ahí y tuvo buenos resultados.
Ella estaba ansiosa por llegar, quería volver a entrar a su escuela querida.
Eran aproximadamente las dos de la tarde cuando fuimos a la escuela, cuando entramos estaba todo desierto, ni siquiera se veía alguien de intendencia, o alguien semejante. A los pocos minutos apareció una señora bien vestida y se dirigió hacia nosotros.
—Hola, buenas tardes— me ofreció la ma
MartesTuve que arreglarme temprano, otra vez, porque vamos a ir con el doctor que me puso el oficial Philip.Pero, cuando fuimos cuando pasaron dos meses, más o menos, lo estaba viendo muy seguido, así como ahora, y literal, me dijo que estaba loca y que no creía nada de lo que decía, que era una niña en busca de atención. No me agrada, en absoluto.Poco me faltaba para soltarle un golpe en la cara, pero no lo hice.Mis padres están al tanto de ello, por lo que me van a cambiar de doctora.—¿Con quién tienen cita? — nos preguntó el chico de la recepción.—Con el doctor Jordan, pero queremos hacer un traslado.—¿Con quién sería?—La doctora Ofelia.—Un momento.El chico se fue y al poco rato llego.—Pasen al consultorio cinco.Caminamos por el pasillo, d
MiércolesTuve que pararme temprano.De nuevo.Fuimos a la escuela para entregar los papeles de inscripción y porque me iban a hacer mi examen, para saber en qué salón me pondrían, ese es, hasta ahora el único inconveniente que tengo con la escuela, en las escuelas privadas siempre te clasifican.De cualquier forma, pero siempre te clasifican.Cuando llegamos a la escuela, nos volvió a recibir la directora.—¿Estas listas, Anna? — me pregunto.—Si.—Vas a estar con una profesora, mientras yo hablo con tus papas.—Claro.—Vengan, por favor.Caminamos por uno de los múltiples pasillos, abrió uno de los salones y estaba una maestra bajita acomodando unas cosas en el escritorio.—Hola, soy la profesora Celia— nos saludó— yo te voy a dar Arte.&mdas
LunesPrimer día de escuela, por fin voy a entrar, aunque sinceramente estoy un tanto nerviosa, no sé cómo va a ser el ambiente, ni mucho menos las personas que me voy a encontrar, pero debo adaptarme lo mejor posible.Lo único malo de esta escuela es que, es turno vespertino.Me empecé a arreglar para ir a la nueva escuela, cuando baje estaban mis papas esperándome.—¿Te llevamos?Asentí con la cabeza y nos subimos al auto.Mis papas no hablaban, solo movían las manos al ritmo de la música, al estacionar el auto, mi mama rompió el hielo.—Haz amigos— le sonreí— aquí están tus materias y tu salón, ¿Llevas tus pastillas?—Si ma, todo va ir bien— les dije sonriendo— también lo llevo conmigo— saque el gas pimienta que hace unos días me había da
En la comisaria. —¿Cómo es posible queno hayan podido bajar al gato del árbol? — le pegunte a uno mis oficiales mediante el walkie— tockie. —Estamos trabajando en ello. Corte la línea y deje el walkie— tockie en mi escritorio, me senté en mi lugar y me pase la mano por la frente; últimamente no ha pasado mucho. La mayoría de las llamadas son de gatos que no quieren bajarse de los árboles, incluso algunas de las familias que llaman se alteran demasiado, como si fuera una emergencia. Mi fax empezó a sonar, lo que se me hizo extraño, porque no suena muy a menudo, me gire hacia él y saque lo que me acababan de enviar. Andrew Barnett: Liberado por buena conducta. Abrí mis ojos como platos e incluso me queme con el sorbo que le acababa de dar a mi café, me levante y salí corriendo hacia el estacionamiento, uno de mis oficiales se sentó de copiloto. —Jefe ¿Esta bien
En la comisaria. —¿Cómo es posible queno hayan podido bajar al gato del árbol? — le pegunte a uno mis oficiales mediante el walkie— tockie. —Estamos trabajando en ello. Corte la línea y deje el walkie— tockie en mi escritorio, me senté en mi lugar y me pase la mano por la frente; últimamente no ha pasado mucho. La mayoría de las llamadas son de gatos que no quieren bajarse de los árboles, incluso algunas de las familias que llaman se alteran demasiado, como si fuera una emergencia. Mi fax empezó a sonar, lo que se me hizo extraño, porque no suena muy a menudo, me gire hacia él y saque lo que me acababan de enviar. Andrew Barnett: Liberado por buena conducta. Abrí mis ojos como platos e incluso me queme con el sorbo que le acababa de dar a mi café, me levante y salí corriendo hacia el estacionamiento, uno de mis oficiales se sentó de copiloto. —Jefe ¿Esta bien
Mi querida Ann, cada vez te extraño y te necesito más. Necesito oler tu cabello. Necesito ver tus ojos tan hermosos. Necesito tenerte de vuelta. Necesito sentir tu presencia. Cuando este contigo no pienso alejarme. Te prometo que no me iré nunca de tu lado. Ya no me iré de tu lado. Y tú tampoco del mío. Eres mi razón de ser y el amor de mi vida. Nunca había sentido un amor tan intenso por alguien. Por ti aprendí el verdadero significado del amor. Me voy a quedar. Te quedaras conmigo. Y no te iras. No te escaparas de mi lado, de nuevo. Nadie nos va a separar. Primero muerto a dejarte escapar.
Me arregle para ir a la escuela, Penelope se había facturado jugando voleibol, bueno, es la más torpe de las dos, así que era de esperarse.Me fui a la escuela caminando, les explique a mis papas que quería tiempo para mí, porque cada vez que voy a la escuela, ellos me llevan y me recogen, pero les pedí que al menos por hoy, me dejaran sola.Y aceptaron, lo cual es bueno.Cuando entre a la escuela alguien toco mi hombro y me sobresalte.—Buenas tardes Anna— voltee a mi derecha y era el profesor de informática.—Buenas tardes— le conteste.Me pare en seco y él me sonrió, siguió caminando y me lo vi fijamente hasta que entro a un salón haciendo que lo perdiera de vista, y camine a mi casillero.No es real.Es un criminal, no puede caminar como si fuera el amo del mundo como si nada, además no se lo permitirían,
Le conté a mis papas sobre Stefan, no mencione que había salido con él, unas horas antes de que pasara eso, ni mucho menos que estaba en ese momento; mi mamá se alteró mucho.—Hija— me tomo de los hombros— debes tener mucho cuidado.—Lo sé— la mire a los ojos— tengo mi gas, nunca lo suelto.—¿Qué pasa? — les pregunte— ¿Paso algo ayer?Mi mama me soltó con las manos temblorosas y volteo a ver a mi papa, el cual estaba perplejo igual que ella.—No hija, nada— me contesto mi papa después de respirar profundamente— te llevamos a la escuela.Fue lo último que dijo y tomo las llaves, salimos de la escuela y me llevaron a la escuela, en todo el camino mis papas iban callados, pero iban viendo a los alrededores como si estuvieran buscando algo, trae algo muy raro, normalmente van hablando e