Así que, por esa noche la capital dormiría tranquila.
La noche comenzó a sentir a sentirse fría, la mansión de los Winchester, se encontraba en aparente tranquilidad, no se escuchaba ruido alguno por los pasillos, los sirvientes se encontraban en sus aposentos, la joven mujer que respondía al nombre de Elizabeth Winchester. La joven, futura condesa de Winchester, se encontraba caminando y deambulando por los pasillos de su mansión, el sueño desde la muerte de su hermana se había convertido en ligero y cualq
Ya en la cama poco a poco el sueño la fue venciendo y en esta ocasión no despertaría hasta el día siguiente.Elizabeth despertó al sentir los rayos del sol que se posaban sobre su rostro, el ama de llaves se encontraba en su habitación, abriendo las pesadas cortinas de par enpar, elastro rey brillaba en todo suesplendor, al parecer había dormido horas de más y su vieja nana no había querido despertarla antes. La anciana mujer entro a su biblioteca y tomo la lista de invitados, miraba cada uno de los nombres, y recordó algo, que vio unosdíasantes de la fiesta, luego se locomentaríaal detective. Semanas anteriores. <Richardson
Era el señor Anthony Walker, el dueño de la funeraria- dijo la señora Richardson. En la funeraria de Walker, el hombre se encontraba trabajando sobre uncadáver,era una dama joven que había muerto durante el parto, era una verdadera lástima, su piel se veía hermosa después de la colocación de su aditamento especial, o eso creía él en su mente enferma. Walker sintió la mirada fija del hombre que tenía frente a él, no se dejaría intimidar, no ahora, se aclaró la garganta antes de comenzar a hablar, tenía que mostrarse convincente delante de Macmillan, yasílo haría. Macmillan miraba al hombre que tenía delante, algo en él se le hacía familiar, recordaba haberlo visto en algún sitio,quizásen York, pero no, si Walker fuera de York lo recordaría.<La Carta de Jane
No lo sé, pero lo voy a investigar- hablo Macmillan con determinación. Tomo la mano de su esposa y la beso con ternura.Susan Macmillan miro con amor a su esposo, tuvieron que esperar para su boda, ya que la desaparición de Jane había ido a cambiar todo el panorama, ahora el fantasma de su cuñada venía a atormentarlos.Los padres de Harry se encontraban en la biblio
Lo que nunca en esos momentos sellegóa cruzar porsymente, es que unas horas antes se encontró frente a frente con el asesino de su hermana, y mucho menos en sus más terribles pesadillas que el cuerpo de Jane Olive Macmillan se encontraba a unos cuantos metros de distancia. Y es que Jane Olive Macmillan no huyo con su relación clandestina, sino que fue asesinada de manera brutal por el dueño de la funeraria Walker, el hombre había tomado un artefacto con el que sangraba a loscadáveresy no mostraran ninguna marca, solo que esto
Harry sequedópensativo, el misterio de su hermana y el asesino de medianoche, eran dos asuntos que debía de resolver de manera inmediata.Llego la noche y acostado ya junto a Susan, el hombre aún tenía las cartas y las estaba comparando, una cosa era segura, todas eran escritas por la misma persona, <<¿Quién? ¿por qué tenía el guardapelo de su hermana?>>, estas preguntas pasaban por su cabeza, quería recordar losúltimosmeses, pero él se encontraba ocupado como abogado reciente, su padre le había dicho quequ
Mary Christine Ford, se encontraba en el burdel, traía puesto un vestido verde esmeraldademasiadoceñido al cuerpo, se encontraba sirviendo unos tragos a unos caballeros elegantes, al parecer algunos de ellos eran banqueros y abogados.La chica recordaba el encuentro por la tarde con el Señor Walker, por un momento sintió que era alguien distinto, para después comportarse de la manera que acostumbraba con ella, esperaba que cumpliera su promesa de liberarla esa noche, lo esperaría sabía quecumpliríasu palabra.