CAPITULO IV. DUNCAN

<< ¿Quién rayos eres?>>

<< ¿Querías un autógrafo ¿no?>>

<< ¿Duncan?>>

<< ¿Quién más podría ser?

¿Por cierto, cuál es tu nombre?>>

Oh por Dios, no lo podía creer, siempre fue él, pero ¿porque demonios escribía como un acosador?

<< ¿Cómo sé que si eres tú>>

Segundos después una videollamada de él. Mi corazón se aceleró, debía acomodar mi cabello o que hacía. Contesté.

Hola – voz nerviosa

¿Y ahora me crees que soy yo? – dijo con una tierna sonrisa

No, me quedan dudas – respondí avergonzada.

¿Y me dirás tu nombre?

Kate, bueno Katherine, pero todos me dicen Kate.

Bien, Kate – dijo sonriendo – ¿estabas asustada?

Pues sí, que clase de loco escribe así, pensé que eras algún acosador.

Soltó una carcajada

Lo siento - dijo recomponiéndose

¿Por qué me dejaste tú número y no solo el autógrafo? – pregunté curiosa

Era más interesante de este modo, además, ¿cómo te daría un autógrafo sin saber a quién iba dedicado?

Buen punto – dije sonriendo - ¿y por qué respondiste hasta ahora si he subido otras fotos antes.

Larga historia, pero, en resumen, no estaba en el país, y deje este teléfono aquí.

Entiendo

¿Y bien?

¿Y bien, qué?

¿Cuándo quieres que te entregue el autógrafo?

Ah no lo sé

¿Qué tal mañana?

¿Mañana? – dije un poco asustada

Si, ¿Dónde vives?

Connecticut – dije en tono inseguro

No temas, no soy ningún loco. – dijo entre risas

Pareciera que sí – dije en tono serio.

Mira, estoy pocos días acá en New York, debo regresar a Alemania, y me gustaría darte lo que te he prometido. Si te parece bien, mañana podemos cenar en algún lugar que te sientas cómoda y así cumplo mi promesa.

Bien, me parece – dije dudando un poco aun.

Perfecto, nos hablamos – dijo cortando de forma abrupta

Ya era un poco tarde, y me fui a dormir, una parte de mi estaba feliz, no se creía lo que acaba de pasar. Y otra estaba un poco asustada. No hubo más mensajes ni llamadas.

Al día siguiente, decidí escribirle:

<< Hola, buenos días. Hoy termino de trabajar a las 7:00 pm, si gustas después de eso nos vemos>>

Pasaron las horas y no recibí respuesta, fui a la universidad y estuve con Josh prácticamente todo el día entre la universidad y el trabajo.

En la tarde no tuve respuesta tampoco, así que di por hecho que ya no pasaría nada. Cuando salí del trabajo el microbús me dejo en mi casa, me disponía a bañarme para cenar algo y dormir, cuando sonó mi teléfono. “DUNCAN”

Hola – contesté

Hola, disculpa, he estado muy ocupado, reunión tras reunión, pero ya estoy llegando a mi casa en New Haven, si quieres dame tu dirección y paso por ti.

No pasa nada, solo que ya estaba a punto de cenar. - contesté

¿Preparaste algo? – preguntó desconcertándome

No, estaba a punto de pedir una pizza o algo.

No pidas nada, yo me encargo, solo envíame tu ubicación – dijo en tono un poco emocionado.

Bien – dije sin saber porque.

Colgamos y le envié mi ubicación no sabía porque hacia eso, era un desconocido, pero con el realmente no tenía mucho tiempo de pensar bien las cosas.

<< Llego en 20 minutos, espero que te guste la comida china>>

Ni siquiera respondí, al leer 20 minutos me di cuenta de que yo y el departamento estábamos hechos un desastre, recogí todo lo que pude y me di una rápida ducha.

Suena el teléfono:

Hola

Creo que estoy afuera

Ya salgo

Veo un maravilloso audi R8 color gris estacionado afuera y no me lo puedo creer. Salgo con el cabello aun mojado y lo veo salir de su vehículo vestido con un jogger oscuro, un suéter y una gorra negra.

¿Hay algún lugar donde pueda dejar el auto? – Pregunta un poco asustado

Déjalo afuera no pasa nada – digo riendo por dentro, y su reacción me hace explotar de risa. - Solo bromeo, creo que ese auto cabe perfecto en mi cochera, solo no se te ocurra traer uno más grande jamás.

Vaya, es la primera vez que vengo y ya tengo una segunda invitación, esto va bien – dice con sarcasmo.

No es una invitación, es una advertencia – replico

Abro la cochera, y el estaciona su auto, junto al mi pequeño escarabajo.

Sígueme – digo

¿Te gusta la comida china?

Si, algo

¿Algo? – pregunta sonsacado

No respondo

¡Bonito lugar! -dice viendo el apartamento

Gracias – respondo sin entender si es sarcasmo o no

Lo invito a sentarse en mi sofá, mientras enciendo la televisión, e iniciamos a comer

¿Has traído mi autógrafo? – pregunto curiosa

Puede ser

¿Puede ser? – pregunto confusa

Veamos si te lo ganas

¿A qué te refieres?

Solo quiero conocerte un poco – dice sonriendo y siento calma

Tras un silencio, vuelvo a preguntar

¿Qué quieres saber?

Todo

¿Todo?

Si cuéntame de ti, ¿Qué edad tienes?

Casi 20 – y lo puedo ver que casi escupe la comida

¿Qué dices? ¿En serio tienes 19?

Cumpliré 20 en diciembre – respondo con seguridad

Pensé que tenías unos 22

¡Vaya! – digo decepcionada

No te ofendas, es solo que si tuvieras 22 sería mejor

¿Por qué?

Solo digo

Jmmm – replico inconforme por la repuesta – ¿y tú qué edad tienes?

Eso ya lo sabes – dice con altanería

¿Qué te hace pensar que lo sé?

¿Qué clase de fanática serías si no lo supieras?

¿Y quién dice que soy tu fan?

¿Entonces porque me pedirías un autógrafo?

Bien, tus ganas – digo dándome por vencida

Suena mi teléfono y al ver quién es contestó en un perfecto español.

Hola, ¿Cómo estás?

Continuo la conversación con mucha felicidad y siendo muy cariñosa, al finalizar suelto un “cuídate, te amo” y cuelgo, a lo que el muy atento a mi conversación pregunta en un perfecto español

¿Así que tienes novio?

¿Hablas español? – evado su pregunta

Mi madre era española – dice en un tono cortante y vuelve a preguntar - ¿hablabas con tu novio?

Quizá – digo

Si yo fuera tu novio no me gustaría que estes con un desconocido sola en tu apartamento – replica

Si, pero no lo eres – dije

¿Sueles ocultarle esas cosas a tu novio? - insiste

Si tuviera novio no estaría aquí con un desconocido – dije

Mmm – dice - ¿puedo saber con quien hablabas? – pregunta esta vez gentilmente

Era mi hermano– respondo esta vez con calma

Eres muy cariñosa con tu hermano -dice

Claro que sí – respondo – compartimos vientre – digo

¿Cómo? – dice extrañado

Somos mellizos – aclaro

Oh entiendo

La platica continua y las horas se pasan volando

Bien, ya es un poco tarde, te dejaré dormir - dice

Si es lo mejor, gracias por la cena -digo con una sonrisa

Cuando quieras – me guiña el ojo

Le abro el portón y sale, pero antes de irse me llama, y me entrega una servilleta

Sabrás de mi pronto – dice antes de alejarse por completo

Ese hombre se ha ido sabiendo todo de mí, y yo solo lo que he leído en internet. Cierro el portón y abro la servilleta.

“Para la chica más hermosa que mis ojos han visto.

-Con cariño Duncan”

Leo esto y no puedo parar de suspirar.

A la mañana siguiente ya llena de expectativas por lo que he leído en la servilleta, decido escribirle.

<<¡Buenos días! Gracias, por lo de hermosa>>

En la universidad paso el día completamente distraída, revisaba mi celular ansiosa cada vez que lo sentía vibrar, esperando que sea él quien contesta mi mensaje, pero no. Me frustro y me enfurezco, “¿Qué demonios le cuesta responder un maldito mensaje?” pienso

Más tarde decido almorzar con Josh, para luego irnos juntos al trabajo. Mientras almorzamos Josh nota mi estado de ánimo tenso y me descubre ansiosa revisando mi celular, así que pregunta que sucede, sin embargo, decido, no hablar del tema. Me siento tonta por comportarme así tras haberlo visto una única vez, me percato de que estoy en una ilusión, de que quizá solo fue amable conmigo, como lo es con muchas más, pero a la vez me invade la duda, de que demonios fue hacer a mi casa, porque tanto interés en saber de mí.

Terminamos de almorzar y nos vamos a trabajar, dejo el teléfono de lado, por primera vez en todo el día, tengo tanto que hacer, que dejo de pensar en Duncan por un momento. Al finalizar la noche vuelvo a revisar mi teléfono, pero no hay respuesta aún.

                ¿Le escribo otro mensaje? - pienso. Pero que le voy a decir, no quiero ser de esas chicas intensas, finalmente decido irme a dormir, pero las preguntas en mi cabeza no me dejan dormir.

¿Será por mi edad? ¿Será que realmente solo quería cumplir su promesa y ya? Pero más tarde recuerdo, que me había dicho que debía regresar a Alemania, y eso de alguna forma logra calmarme

Han pasado algunos días ya, y Duncan no volvió a escribir, con algo de melancolía, decido borrar su número y me hago de la idea, de que ya no volverá, solo me queda recordar esa noche como algo bonito, algo que no sucederá jamás.

                Han pasado unas semanas, estoy en mi cama acostada, son las 12 de la noche y no puedo dormir, odio cuando eso me sucede, pues mañana debo levantarme temprano y sé que en la mañana todo este insomnio me pasará factura, de repente suena mi teléfono “¿quién demonios escribe a esta hora? pienso.

<< ¿Estás ahí?>>

Claro el maldito loco volvió a aparecer, me quedó viendo el mensaje una y otra vez, y veo en la pantalla que sale “escribiendo”

<< ¿Por qué no veo tu foto? >>

<< ¿Borraste mi número? >>

Sigo sin responder, y el sigue escribiendo

<< Te veo en línea, sé que estás leyendo>>

<< ¿Estás molesta? >>

Leer sus mensajes por alguna razón solo me dan rabia, quiero contestar pero sé que si lo hago el gana, pongo mi teléfono a la par de mi almohada y este vuelve a sonar, esta vez es una llamada, “como es intenso este hombre” me digo a mi misma, y decido no contestar.

<< Contesta >> vuelve a escribir

<< ¿Qué quieres? >> respondo con un emoji de fastidio

<< ¿Estás molesta? >> vaya genio pienso

<< No >> contestó

<< Lo siento>> dice

<< ¿Y qué es lo que sientes? >>

<< Lo que sea que te haya hecho, para que estes molesta >> dice

<< No estoy molesta, y ya deja de fastidiar, tengo sueño >>miento

<< ¿Si no estás molesta porque borraste mi número? >>

<< ¿Para qué voy a tener guardado el número de alguien con quien que no hablo? >>

<< Estamos hablando, ¿no? >> dice y se me apagan las ganas de contestarle más, es un idiota

                Como no contesto, entonces vuelve a escribir

<< Sé que tienes razón de estar molesta no me pude despedir antes de irme para Alemania, acabo de llegar a Nueva York y lo primero que hice fue escribirte >>

<< Ah, no que, considerado, ¿en Alemania no hay teléfonos o qué? >>

<< Nunca viajo con este teléfono, pero te compensaré >>

¿Por qué no se lleva ese teléfono? -pienso, ¿Qué demonios oculta?, ¿Acaso está casado? No, no creo, saldría en internet. Pero ¿porque tanto misterio? Me intereso.

<< No tienes que compensarme por nada, y ya déjame dormir >>

<< Está bien, descansa >>

                Vaya que fácil se dio por vencido, pienso, pero ya algo cansada y con menos de 4 horas para levantarme, decido dormir.

Suena la m*****a alarma, y yo solo quiero apagarla y seguir durmiendo, pero debo trabajar, en el camino al trabajo no dejo de releer los mensajes de ayer, “este hombre si que logra confundirme”, estando en el trabajo me encuentro ansiosa y confundida y decido contarle a Josh.

Conocí a alguien

Vaya, hasta que por fin – dice emocionado

Es que es confuso – digo

¿Qué es confuso?

Él – digo sin ahondar en detalles

A ver, te escucho – dice

¿Sabes quién es Duncan Fischer? – pregunto

¿El empresario? – Asiento con la cabeza

Lo conocí en un evento

No te creo, ¿te comiste a ese papasote? – me interrumpe

Ayy no – digo y me vuelve a ver decepcionado

¿Entonces?

El tipo es raro – digo – le pedí un autógrafo y le pedí que lo hiciera sin que nadie lo viera, me siguió el juego, al finalizar la noche me dejo un papel con un guarda con su número de teléfono en clave.

¿Cómo en clave? – me interrumpe

Bueno no en clave pero en alemán, la cosa es que le escribí, me hizo parecer loca por escribir a un número cualquiera, decidí no escribir más y días después me escribió para decirme que me iba a entregar mi autógrafo, quedamos en cenar, y en todo el día no apareció, en la noche me llama me dice que le pase mi ubicación, llega a mi casa, cenamos, platicamos bonito, me pregunta mi edad, y se asusta cuando se la digo, luego me deja mi autógrafo donde dice que soy la chica más hermosa que ha visto.

Que romántico – dice Josh ya en una nube

No me interrumpas que no termino – digo y continuo – después se desaparece como tres semanas, y ayer de la nada aparece con que “me va a compensar”, o sea, que quiere ese tipo, no sé qué hacer – digo frustrada y Josh me abraza.

Ayy nena, aunque debo admitir que es muy sensual todo lo que me cuentas, yo que tu me alejo de él.

¿Tu crees? – pregunto

Si el tipo será guapo y lo que sea, pero se me hace que solo quiere jugar contigo cariño, y tu ya veo que vas de cabeza.

Si creo que tienes razón – digo con melancolía.

Termino mi día laboral y tomo el microbús que me deja a unos metros de mi casa, camino unos metros y en cuanto más me acerco puedo observar un hermoso Cadillac xt4, negro estacionado frente a mi casa, y recostado a este Duncan, vestido con una camisa negra de vestir con los botones de arriba desabrochados, un pantalón negro y unas zapatillas del mismo color. Mientras sostiene un ramo de girasoles, mis flores favoritas.

¿Qué haces aquí? – pregunto sonsacada

Vine a disculparme en persona

No tenías que hacerlo – digo sin darle crédito

Son para ti – dice entregándome los girasoles

Gracias – digo tomándolos sin siquiera mirarle

Sé que un ramo de girasoles no será suficiente para que me disculpes, pero espero que sea el primer paso para que aceptes ir a cenar conmigo.

Vengo del trabajo, estoy cansada – digo mientras hago maromas para sacar las llaves y entrar a mi casa.

Por favor – dice poniéndose en frente de mí y tomándome de la barbilla para que lo mire a los ojos.

Tardaré mucho en alistarme – digo mientras trago grueso de los nervios

Tengo tiempo – dice decidido

Bien – voleó los ojos - pero tendrás que esperar afuera – digo intentando castigarlo

No hay problema, aquí te espero – sonríe y yo solo quiero derretirme ante él.

Entro a mi casa y entro en pánico, ¿Qué demonios me voy a poner? ¿Por qué demonios acepté? Recuerdo lo que él trae puesto y decido ponerme un lindo vestido. Me asomo por la ventana y lo veo ahí aun recostado a su auto, viendo su teléfono mientras espera, esa escena me hace sonreír, “sí que soy malvada” pienso, pero se lo merece.

Me apresuro en alistarme y 45 minutos más tarde estoy lista, veo por la ventana y ya no está recostado a su auto, debió estarse muriendo de frío, pienso y me río. Llego al portón de mi casa, y cuanto me escucha se apresura a salir del auto.

Por Dios, te ves hermosa – dice mirándome fijamente

Gracias – digo intentando parecer confiada

Sube – dice abriéndome la puerta de su auto.

¿A dónde iremos? – pregunto curiosa

Es una sorpresa – me giña un ojo

Emprendemos nuestro trayecto, sin decir, ni una palabra, puedo ver que me mira de reojo en ocasiones, pero no dice nada, 20 minutos más tarde estamos en nuestro destino, se ve como un bonito restaurante, hay muchos autos afuera, pero no se estaciona, más bien sigue hasta entrar a un parqueo subterráneo, donde un valet nos recibe con cortesía, toma las llaves de su auto, y desaparece. Entramos por una entrada trasera, pero muy elegante, y ahí nos guía a una pequeña sala reservada para nosotros y completamente privada. “Es claro que a este hombre no le gustaba llamar la atención” pienso.

Pide lo que quieras – dice tendiéndome el menú

Lo primero que noto es que es un menú sin precios y eso me intriga, parece ser un lugar super caro, los platillos se ven super finos, la mayoría ni siquiera los conozco.

¿Desean ordenar? – pregunta el mesero

¿Qué me recomiendas? – le pregunto al mesero

Si les gustan las pastas les recomiendo un Rigatoni alla zozzona, o una Pasta a la amatriciana, puede ir acompañada de un vino tinto. Si prefiere las carnes, le puedo recomendar un Vitello tonnato, un Conejo estofado al estilo de Isquia, o Pollo all cacciatora, acompañado de arroz, ensalada, verduras o lo que usted guste como acompañamiento, este puede ir acompañado de un vino tinto o vino blanco como lo prefieran.

¿Tú que vas a pedir? – digo esta vez, mirando a Duncan

Espaguetis a la carbonara, con un merlot. – dice convencido y me hace gracia que no es nada de lo que ha recomendado el mesero, de hecho, es un platillo muy común.

Quiero lo mismo – le digo al mesero

Tráele una gaseosa en lugar del vino – dice Duncan

Entendido señor – contesta el mesero, quien se va enseguida

Aun no tienes edad para beber – dice mirándome

Bien, igual no me gusta el vino – respondo con tranquilidad.

Conforme pasa la noche platicamos y degustamos nuestra cena, la plática se vuelve entretenida, me cuenta muchas cosas sobre la cultura italiana, “es un hombre muy inteligente y sofisticado” pienso mientras lo escucho. Al terminar la cena, me lleva a mi apartamento, se estaciona frente a mi cochera y pregunta:

¿Estamos bien ahora?

Así es – digo extasiada por esa gran noche

¿Me volverás a agregar a tus contactos? - dice preocupado

Suelto una carcajada y pregunto

¿Por qué te importa tanto eso?

Me gusta ver tu foto de perfil y las fotos que subes a tus estados, no quisiera perderme de eso. – dice con ternura

Bien, te agregaré, pero antes respóndeme algo

Lo que quieras

¿Por qué no llevas tu teléfono a Alemania?

Es complicado de entender

¿Tienes esposa o novia allá? – pregunto interrumpiéndolo

No – sonríe – puedes estar tranquila que no es nada eso, no hay ninguna mujer en mi vida.

¿Entonces? - insisto

Tengo ciertas normas, que yo mismo me he interpuesto. Cuando estoy en Alemania debo estar centrado en mis negocios y las cosas que me ocupen por allá, no me gusta mezclar mi vida allá con la que llevo aquí.

¿Qué haces aquí tan malo, que no se pueda saber allá?

No hago nada malo, pero aquí me permito ser más libre, salir a cenar, ver algún partido de futbol, conocer a alguien como tú.

¿Y porque allá no puedes hacer nada de esto?

Porque mi vida es más ocupada cuando estoy allá.

Entiendo – digo sin realmente comprender mucho

Pero te prometo, que te avisaré cuando vaya a Alemania, de esa forma sabrás que estoy allá y no creerás que simplemente te estoy ignorando, ¿está bien?

Está bien – digo sonriendo

Ten buena noche – dice dándome un ligero beso en la mejilla

Buenas noches – digo completamente sonrojada.

Baja de su auto para abrirme la puerta, espera a que entre a casa y se marcha. Entro a la casa y no puedo dejar de sonreír, Duncan es un tipo muy atento, aunque muy misterioso, pero eso por alguna razón lo hace más interesante. Suspiro como tonta mientras toco mi mejilla, cuando caigo en realidad, mi instinto me dice que debo de alejarme de él tan pronto como pueda, pero otra parte de mi quiere saber todo sobre ese hombre.

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