EL MÁS GRANDE SECRETO

Anakin

--Por favor… Por favor, se lo juro mi rey, se lo juro no es mi culpa, yo solo cumplo órdenes, se lo juro… --ruegos, palabras vacías, palabras que solo hacen que me llene de enojo y solo lo observe cansado y de muy mal humor, por esa razón solo enciendo mi cigarro y el humo que intoxica mis pulmones, pero me importa un carajo, al fin y al cabo, de algo me moriré tarde o temprano.

Se puede decir que yo ya estoy pagando horas extras, estar aterrado con la idea de morir no es algo que no me atormenta en lo más mínimo, observo a Kendrik quien tiene la mano llena de sangre y esté nota mi mirada m*****a sobre él y levanta una ceja como preguntándome si quiero asesinarlo de una vez o quiero seguir escuchando sus ruegos y palabras estúpidas que al fin y al cabo no dan ningún tipo de información de la que buscaba.

Pero entonces observo a Andreas que está a mi lado, creía que estaría con su hermana en estos momentos, él había indicado querer pasar unos días descasando hacía unos días debidos a que Lea parecía estar más que dispuesta a largarse de inmediato, pues según ella tenía cosas importantes que hacer, yo no soy estúpido, sé muy bien que se trata del hecho de que aquel imbécil canadiense que usa mayas y patina de un lado a otro como un maldito marica la espera, eso me llena aún más de odio, de enojo ¿Quién se cree ese hijo de p**a? Ella es mía, solo mía.

--Creía que cantaría como un pajarito, esas habían sido tus palabras Kendrik --un gruñido surco de la boca del moreno, en lo que camino hacia nosotros y señalo al hombre mientras tenía uno de sus dedos en aquella asquerosa pinza que puedo jurar que había visto mejores días y ya debió perder todo su filo, sin duda algo que podría ser una tremenda tortura a la hora de querer cortar un dedo con, ella ya veo por qué es la favorita de Kendrik.

--Ese hijo de puto no hace más que disculparse, le dije a Anakin que viniera para ver si hablaba, pero no hace más que llorar como un puerco, estoy harto, déjame matarlo de una vez, no me hagas perder más el tiempo aquí… --observo a Andreas y noto la tensión en sus músculos, está enojado, muy enojado y yo lo comprendo, ya que estoy de igual forma.

--¿Qué quieres hacer tu Andreas? --mi mejor amigo me observa y noto su determinación en la mirada, sé que desea, pero yo soy un hijo de p**a completo, y quiero que lo diga en voz alta, no me importa que con ello acabe con un poco de su alma, al fin y al cabo, con todo lo que hemos llegado a ser ya no hay alma por la cual debamos preocuparnos.

--Mátalo… Igual es algo que merece por siquiera pensar en acercarse a mi preciosa hermana… --si, él se merece eso y un poco más.

Por esa razón camino hacia él e ignoro la mirada de Kendrik, quien parece querer gritarme que es su víctima y que no me meta en su trabajo, pero no me importa, él quería hacerle daño a Lea, esa es la razón por la que yo envié mi avión privado, la razón por la que Andreas la recogió en el aeropuerto, por qué este hijo de p**a creyó que ella viajaría sin seguridad y quería secuestrarla para hacerle no sé qué diablos y eso me tiene tan hastiado con un deseo loco de ser yo quien lo asesine.

--Vamos a ser claros ¿Sabes quién soy verdad? --mi mirada fría, aquella que conocen todos, aquella que me ataca y que nunca ha llegado ver Lea, porque estoy más que seguro que jamás dejaría que me acerque a ella nunca más de solo llegar verla.

--Si mi señor, claro que sé quién es… Usted es…

--¿Entonces por qué carajos estabas acercándote a mi mujer? ¿Por qué carajos tuviste la osadía de siquiera llegar a pensar que podrías tocarla? --ya no me encuentro bien, estaba enojado, por eso le di un puñetazo con todas mis fuerzas en lo que este soltó un gemido de dolor, pero me importo un carajo su dolor, pues de inmediato le di otro golpe haciendo que su llanto iniciara de nuevo.

--Lo lamento, por favor, por favor…

--¿Lamentas qué? ¿Dime que lamentas? Habla ahora antes de que te haga pedazos hijo de p**a, le enviaré tu cabeza a tu madre y luego iré por ella, por tu esposa y por tu hijo, los mataré a todos, así que dime que carajos planeabas porque te juro que te mataré… Lo haré… No solo a ti, sino a todos los que siquiera alguna vez llegaron a dirigirte el maldito saludo…

--Ellos me dijeron que debía llevar a la medallista con ellos, ellos dijeron que si lo hacía usted estaría desesperado y que usted entraría el reinado de terror que tenía a cambio del cadáver de la patinadora, solo eso me dijeron eso… --mi enojo había aumentado y me aleje de él para tomar el cuchillo oxidado que había en los instrumentos de Kendrik y lo clave en su estómago, una parte en donde sabía que no le dañaría un órgano, pero sí que le haría daño.

--¿Quiénes te dijeron eso? Dímelo y te aseguro que te mataré de una vez y perdonaré a tu familia, dímelo y te juro que tu muerte será rápida… --sabía que era el mejor trato que le podía ofrecer, sabía que de no hacer lo que yo le decía, no solo lo mataría a él, cazaría como a ratas toda a su familia y de último lo mataría a él después de torturarlo por mucho tiempo y traerle cada día la cabeza de cada uno de los integrantes de su familia, lo sabía y por eso en medio de su llanto y gemidos de dolor hablo.

--Los Rosset, ellos me contrataron, ellos querían saber su debilidad, yo lo seguí por un tiempo, e investigué que usted siempre viajaba a suiza en silencio e iba a todas las competencias de ella, además de los regalos que enviaba en nombre del señor Roy, las compras de las joyas de diamante que enviaba y todo, yo lo investigue y por eso fui por ella, pero no imagine que el señor Roy estaría allí y por eso pido perdón, de verdad perdón… --este hijo de p**a, el más grande secreto que me corre, el hecho de que nunca la deje sola y el hecho de que siempre estuve allí para ella en silencio.

--¿De qué te arrepientes? ¿De qué te haya descubierto o del hecho de que le quisiste hacer daño a mi mujer? --silencio, sabía que era la segunda opción, lo supe desde el principio, pero él era demasiado cobarde para admitirlo delante de mí.

--Perdón… Perdón… ---sus palabras estaban a punto de soltar otro lloriqueo, pero mi paciencia es corta y mi humor es tan volátil, que en un momento estoy escuchándote y al otro ya te he matado, justamente como ahora lo estaba haciendo con aquel hombre.

Pues ya había clavado aquel cuchillo en su yugular y este antes de poder reaccionar se había ahogado con su propia sangre y había muerto casi al instante, sin duda alguna una hazaña que había aprendido luego de asesinar a mi primer primo, el primero de diez, el primero de aquel juego macabro en el que el abuelo me inscribió arruinando mi vida, aunque no negaré que de no ser por sus entrenamientos, por todos aquellos que recibimos Andreas y yo desde niños de parte del abuelo y del padre de Andreas ahora estaríamos muertos y nuestro futuro no existiera.

--Carajo, creía que lo matarías sin sufrir… --Andreas, hablo en lo que Kendrik lo observo como si hubiese dicho una tontería, algo que con el humor que cargaba era de verdad una tontería.

--Lo hizo, yo quería matarlo cortándolo trozo a trozo mientras que su corazón latía, le hizo un favor… ¿Su familia? ¿Cumplirás con su palabra? --mi gesto estoico ante aquello fue más que suficiente para que él confirmara su pregunta, en lo que yo solo observe mis manos sucias de sangre de aquel traidor y di un gran respiro ates de sacar mi pañuelo de seda y limpiar la sangre de mis manos.

--Limpia esto, su familia no morirá, hicimos un trato y logre sacarle lo que tú no habías podido en días, al parecer te estás abandonado, tal vez deba conseguir a otro hombre que se encargue de todo… --dije esto mientras subía las escaleras en lo que sé perfectamente que Kendrik estaba mostrándome su dedo del medio, pero como el cobarde que sé que era delante de mí no lo haría en mi cara, como todos aquellos que trabajan para mí y los que no trabajan también.

Después de todo yo era un hombre tan peligroso que si me hacías enojar él te cortaría el cuello, él acabaría contigo sin importarle en lo más mínimo la vida de las personas, la verdad es que la manera en la que Lea me hablo este día, es digna de admirar, lo note en la mirada de todos los empleados que tengo en la mansión Roy, pude ver la sorpresa y temor de todos, además del hecho de que ella me hablaba con tanta tranquilidad sin temor a que yo cuando me cansara de ella la mandara lejos o la asesinara, sin importarle en lo más mínimo que yo hubiese matado a hombres por menos que sus palabras groseras y sus gestos de evadirme cada que me acercaba a ella.

Sin duda alguna esa mujer tenía presencia, sin duda alguna yo la protegería, era una lástima que ya estaba cansado de protegerla de mí mismo, era una lástima que ahora estaba decido a recuperarla porque no me rendiría por nada del mundo, no estaba dispuesto a perderla y por esa razón no permitiría que ella volviese a irse, por esa razón ahora lograría amarrarla a mi lado cueste lo que cueste.

--Pareces de mal humor… ¿Cómo creías que ella te recibiría? Le rompiste el corazón santo Dios, es un milagro que siquiera te haya tolerado, además agradece que estuve lo más lejos de ella en toda la m*****a fiesta… --observo a mi amigo con aquellos ojos que tanto odio y considero malditos y noto en el dorado de sus ojos que esta tan de mal humor como yo, juro que es la única persona que es capaz de hacerme frente como lo hace ahora, nadie más se atrevería incluso Kendrik, quien al ser un bastardo en nuestra familia no teme a mucho, pero de igual manera sabe que mi tolerancia tiene un límite y no le conviene tenerme enojado, muy distinto en mi amigo quien le importa muy poco mi tolerancia, tal cual como ahora.

--Tampoco espere el hecho de que me mandara al diablo una y otra vez a pesar de que indique que ustedes morirían, sin duda alguna es una testaruda, tal vez eso sea de familia… --entonces recordé aquellas palabras que ella había indicado en medio de llanto, aquellas que me habían lastimado tanto como a ella, aquellas que parecía quebrarla más de lo que yo lo hice aquella noche, el hecho de ser hija de la amante de su padre, el hecho de ser repudiada por su madre, siempre he odiado eso, siempre he odiado el hecho de que ella llegase a enterarse de todo de una mala manera y que aquello la lastimara, al parecer así había sido y lo peor es que no pude protegerla de aquello.

--Hay que hacer algo Anakin, ella se irá pronto y si se va…

--No lo hará, Leanne Roy será mi esposa, eso te lo aseguro, ella será la reina de mi imperio y estará bajo mi ala para toda la vida, no importa lo que tenga que hacer, no importa si tengo mentir, robar o asesinar, Lea será mi esposa, de eso no tengas la menor duda…

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