Mientras duermen plácidamente, los sentimientos de Lesley hacia Bryan se hacen latentes, Lesley entra en su empresa por la mañana temprano, con un café humeante entre sus manos. Después de dar a sus empleados los buenos días, camina hacia adelante y abre la puerta de su despacho, pero al entrar en su oficina, lo primero que ve son los zapatos de Bryan sobre la mesa.
—Holaaa, cariñooo —la saluda nada más entrar, con uno de sus cigarrillos entre los dedos.
Lesly llega a la comisaria, se sienta en una de las sillas que hay en la sala de espera, y comienza a pensar en Bryan, no sabe que hacer, su cabeza está echa un lio, ella jamás pensó que ese hombre fuese a ser como le está viendo en esta ocasión.Sin dejar de reconocer que en la vida unas veces estamos arriba y otras en cambio estamos muy abajo, sabe que no es una mujer invencible y que por mucho que intenten dejar de pensar en él, su corazón sigue latiendo por, Bryan. No es capaz de olvidar lo bueno y lo malo que han vivido juntos, no es lo más normal olvidar una relación de tantos años en tan solo unos días.Pero en el fondo sabe que si no dejara de sentir algo por él jamás hubiese tenido sexo con Robert, ella no es como cualquier chica, nunca ha tenido más novio que ese: Bryan fue su primer amor, y es con él con quien decidió compartir su vida, a pesar de todo lo que ha tenido que luchar con su padre para poder vivir con Bryan. —Señorita, ¿me acompaña? Por favor —dice uno de lo
Lesley llega hasta su habitación, al entrar lo primero que hace es quitarse los zapatos y tumbarse sobre la cama, después llama a recepción para que la suban un desayuno. Intenta dormir un rato, pero al ver que no lo consigue después de un rato, se levanta de la cama y se cambia de ropa para ir a ver a su mejor amigo. Al llegar al hospital llama a la puerta, sabe que Brandon está con Abraham, y ella no quiere ser una molestia para ellos. Por suerte o por casualidades de la vida Abraham también ha encontrado un nuevo amor en Hawái, algo que sin duda le habría hecho pasar unas navidades maravillosas, si no hubiese sido por culpa de Bryan. Al entrar en la habitación Lesley saluda a Brandon, y después se acerca a la cama con cuidado, y coge la mano de Abraham entre las de ellas para dejar un beso en su frente. La amistad que siempre ha habido entre ellos dos ha sido muy bonita, por eso a Lesley se le destroza el alma, ver así de mal a su alma gemela, su hermano, su compañero de vida, l
La noche ya ha pasado, y el mundo no ha parecido detenerse ante los problemas de Lesley. Abre los ojos cuando la luz del día llega a ella, con los ojos doloridos y pegados por todas las lágrimas que derramó sobre su cama la noche anterior, se pone en pie y camina al baño.Nada en más reconfortante que a primera hora de la mañana darse una buena ducha con agua calentita, hasta que en su mente se cuelan unas series de imágenes y pensamientos sobresu pasado con Bryan.
Lesley le ve como se marcha y la deja sola, casi sin decirla adiós o algo más, pero cuando Robert cierra la puerta al salir, a los pocos minutos escucha que llaman de nuevo a la puerta. Corre despavorida con toda la ilusión de que vuelva a ser él y la abre enseguida y... ¡Sorpresa!, Bryan está en el pasillo. —¿Qué haces aquí? Ya te ingresé tu dinero. —Lesley quiere cerrar la puerta de golpe cuando termina de hablar, pero este da un golpe en seco tan fuerte que la empuja hacia atrás. —¡TE ODIO! —grita Bryan sujetándola por el cuello—. La has liado pero a base de bien, quiero que vayas a la comisaría esa y que retires cualquier declaración que hayas podido hacer en mi contra. —Lo sé —asiente Lesley con la cabeza de arriba abajo—. Suéltame, no voy a hacer nada, y tampoco quiero retirar la denuncia, yo te odio tanto o más que tú a mí. —Eres una víbora, eres de lo peor que me he echado a la cara Lesley —reclama, Bryan sin dejar de mirar como se sujeta el cuello, y coge el aire qu
Al día siguiente Robert llega al hospital muy temprano, y al entrar a la habitación en la que está hospitalizada Lesley llama a la puerta, como no le contesta nadie decide entrar. Todos están dormidos como angelitos, Lesley está en su cama, y Abraham duerme con la cabeza apoyada sobre las piernas de Brandon; el cual es el que peor postura tiene ya que solo está sentado en un sofá de dos plazas, y seguramente decidió dejar que Abraham se extendiera un poco mejor que él.<
Lesley y Bryan, estuvieron viviendo juntos por más de diez años. Ellos al principio se apoyaban, y se enfrentaban juntos a todos los problemas que les caían encima. Pero en menos de un año, Bryan cada día necesitaba más dinero para sobrevivir. Bueno, en realidad todo empezó cuando su madre cayó enferma, y Lesley le dio dinero para pagar sus tratamientos. Cuando Susana murió, Bryan se volvió más agresivo y, posesivo con Lesley, y también mucho más egoísta hasta con él mismo. Pero Lesley pensaba que con el tiempo se le iba a pasar, y empezaría a respetarla de nuevo, pero la realidad la hizo comprender que los cuentos de princesas; en donde los príncipes luchan contra el mundo entero para proteger a sus damas, solo existen en los libros. Ella pensaba que, con un poco de esfuerzo, ayudaría a Bryan a superarse. Ella le ofreció un trabajo en la editorial con ella cuando su padre murió, pero ya fue tarde. Para Bryan ya solo existían las casas de apuestas, y las mujeres. Intentó algo senci
Al salir a la calle como su chofer particular no está, llama a un taxi, enseguida aparece uno en la puerta del hospital y le recoge.Cuando llega a la comisaría recibe la información necesaria y todo lo que Bryan ha testificado, pero hay algo que le llama mucho la atención ya que en la declaración dice que fue Lesley quien lo llamó a él, y que ella misma fue quien le amenazó la primera. Robert se queda sorprendido, al ver que en ningún momento
Mientras que Robert se dirige a su banco y saca el dinero que Bryan le pidió, Lesley sigue en el hospital con Abraham y Brandon. Lesley abre los ojos despacio, y ve que la parejita está de lo más feliz hablando en cómo será su nueva vida. Después de mirarlos durante algunos minutos, y enterarse de su que amigo quizás hasta se quede a vivir en Hawái, se atreve a preguntar: —¿Acaso los hombres no entendéis, que hay veces que las mujeres queremos estar solas? —¡Lesley, cariño! —dice Abraham muy feliz de que se despierte, aunque sea un poquito—. ¿Qué tal estás? ¿Cómo te encuentras? —No seas tan pesado. Además, ya estoy mucho mejor —responde, un poco desorientada sin dejar de observar la habitación. —Lesley, cariño... cariñooo... ¡Rápido Brandon! ¡Llama a un médico! —grita preocupado, con la cara de Lesley entre sus manos. Uno de los doctores, llega enseguida y Lesley ya está abriendo los ojos, el doctor la revisa y parece no tener nada. Cuando termina de estabilizarla revisa