“Pero las peores tentaciones son las que realizamos, sin recibir nada a cambio, excepto por el brutal descubrimiento de nuestra debilidad”
Paolo Maurensig.
La jornada comienza a las 7am, a las 8:00am, habrá un tiempo de 20min para desayunar; la sala de reuniones servirá de comedor; allí tendrán café, sándwich, jugos, agua, te y frutas para el desayuno; la hora de almuerzo será a las 11:30am y a la 1:00 un descanso de 10min para un coffe break–refirió Luis, en la sala, dando las instrucciones del día, continuó diciendo:
–Hoy debemos dejar todo organizado. Los horarios y lugares de las charlas y de igual manera, las entrevistas al director del Ministerio de Salud. De igual manera, los hospitales donde se darán las charlas y quienes irán en ese cargo. ¿Alguna pregunta?
–¿Los grupos los escoge uno?–preguntó Virginia pensando que podría lograr trabajar con Karem.
–¡No!–respondió Luis–yo escogí quienes trabajarán juntos para evitar retr
“El amor ocurre solo una vez, el descanso es solo déjà vu”.Anuup Kamal AgrawalDurante esa semana, h**o encuentros y desencuentros entre Karem y Ernesto. Algunas veces sus miradas y pieles se encontraban en un absoluto espacio creado para ambos. Otras veces, era un infierno de celos y mal entendidos. En cierta forma, ella sentía que esa escena ya era conocida, lo vivió durante los últimos meses con Miguel, angustia, celos, reconciliación.Parecía un Deja Vu. Llegó el viernes, ya cada quien volvería a su espacio. Era difícil para ella, pensar que él le pertenecía y luego aceptar que nadie nos pertenece. Esos pensamientos se debatían en su mente y ella, era juez y esclavo a la vez. A veces, le era sensato pensar que sí, el le pertenecía, otras veces, era absolutamente imposible volver al pasado de apegos y cero compromiso emocional.Antes de salir del coffe break, Virginia se acercó a ella:–Hoy me veré con Melissa, voy
“El arte es magia liberada de la mentira de ser verdad.”Theodor AdornoAmaneció. Diego estaba tan agotado que se quedó dormido, en uma silla, recostado de la pared, en su taller de pintura. Finalmente había concluido. Ya todo estaba listo para presentar al mundo su obra “Musa Virtual”.Había recibido mensajes durante la semana de Eliza Wells. Hoy tenia uno en particular donde lo convidaba a desayunar. Sin pensarlo dos veces, fue hasta la cocina preparó una taza de café y se metió al baño para relajarse y terminar de despertarse.Jeans oscuro, y su camisa preferida, gris; esa camisa le traía tantos recuerdos alegres como tristes. Pero era su camisa de la suerte. Siempre hay un amuleto para atraer cosas buenas y eso significaba aquella polo gris. Se perfuma, toma su billetera y sale. Apenas metió los pinceles en trementina, luego regresaría a arreglar el desorden.Cuando entró al restaurante, Eliza ya estaba en una de las mes
“Da un poco de amor a un niño y obtendrás mucho de vuelta”John RuskinKarem, se despidió de Ernesto y regresó a su apartamento. La niña aún dormía. Sonó el timbre, pensó que podría ser Ernesto, que habría olvidado algo. Abre la puerta:–¡Rosa!–exclama sorprendida. *Dónde estabas metida, por Dios?–¿Cómo está mi hija, Ka?–Pasa, está dormida.–¿Qué fue lo que ocurrió?–No lo sé, ella estaba bien, pero de pronto le empezó una fiebre muy fuerte y tuve que llevarla con un amigo a la clínica.–¿Clínica? ¿Cómo pagaste eso?–No, lo pagué yo. Fue un colega de trabajo.–¡Quiero verla!–Claro, por supuesto. Está en mi cuarto.Rosa entra, coloca su cartera sobre la mesa y entra hasta la habitación. Se sienta en la cama y abraza a la niña aún dormida, quien al sentir el movimiento, se levanta.–¡Mamita!–dice sonriendo y abrazando a Rosa.–¡Aquí estoy, mi amor, aquí estoy!–Debes
“Esa tarde se preguntó a sí mismo, con su infinita capacidad de ilusión, si tal indiferencia implacable podría no ser un subterfugio para ocultar los tormentos del amor”Gabriel García MárquezKarem despierta, se sienta en la cama, toma su teléfono. Revisa su chat. Responde algunos mensajes a Virginia y a Ernesto. Coloca su contraseña, entra em f******k y no tiene mensajes de Diego. Ve su conexión más reciente, es de hace pocos minutos. Aún así no le há escrito.Le envía un mensaje, esperando le responda. Decide dar un vistazo a las publicaciones del hombre desconocido, que lleva casi un mes conversando con ella.Sólo algunos post de arte, sólo información superficial. ¿Cómo puede adentrarse en su mundo, sin saber de él? La configuración de su perfil es algo críptica. ¿Habr algo que ocultar? ¿Qué persona puede requerir ser tan reservado y misterio? Esas preguntas comienzan a rondar su cabeza.No hay respuesta luego de casi media hora. C
“Aceptamos la realidad con tanta facilidad, tal vez porque sentimos que nada es real”Jorge Luis BorgesComienza la semana. Karem se alista para ir al trabajo. Sale de su apartamento. Se encuentra con Rosa, quien lleva a Elenita a hacerle los exámenes. Se ve que ella viene algo amanecida. De no estar ocupada, la acompañaría. Le ofrece llevarla y la deja en un laboratorio, cercano a su trabajo.Entra a su oficina. No ha visto a Ernesto durante su llegada al edificio. Casi siempre coinciden en los pasillos. Revisa nuevamente su teléfono y no tiene ningún mensaje. Camina hasta su oficina. Abre la puerta. Se diente. Enciende su computador y se pone a trabajar.Virginia llega la saluda desde el pasillo. Karem le sonrié. Piensa, si amiga se ve con otro semblante y ánimo. Se alegra de ello. Transcurre la mañana rápidamente. Hora de almuerzo. Sale de su oficina. Camina hacia la sala de reuniones. Se sirve un café. Virginia entra, le
“Un arte que no se basa en el sentimiento no es arte.”Paul CézanneSi algo tiene Karem, es su problema de ansiedad y saber que iba a tener esa salida con Ernesto, le hizo pasar la mitad de la noche dando vueltas en la cama. Desde que amaneció, ya estaba en pie, arreglando la cocina y limpiando el apartamento.–Buen día, aquí te traje tu desayuno–le dice a su amiga mientras coloca la bandeja sobre la cama.–¿Qué hora es?–pregunta entre dormida y despierta Virginia.– 8:00am.–¿Es sábado Ka! Yo los sábados me levanto después de las 10am.–Tengo muchas cosas que hacer, Giña.–Claro, como dormir, por ejemplo. Hoy es un gran día, debías dormir para estar fresca como una lechuga, no despierta como un zombie.–No seas rata. ¿Parezco zombie?–pregunta mientras se observa en el espejo de la peinadora.–Casi–responde lanzando una carcajada.–No pude dormir bien, pensando sólo en esta noche.–
“El amor, como el arte, devuelve proporción exacta de la emoción que se le pone: uno encuentra lo que busca.”Tina Modoti–¡Hola, hermano querido!–dice efusivamente Ernesto mientras abraza a Diego, dando palmadas en su espalda.Diego responde a su abrazo com algo de recelo. Es imposible ocultar su decepción. Nuevamente su hermano se interpone en su destino.–¿Qué tal, como estás?–Te presento a mi novia, ella es...Diego lo interrumpe:–¿Karem, no?–Sí–contesta ella titubeante.–Acabo de conocerla. ¿Y tú como has estado? ¿Cómo está Antonelka?–Bien, imagino que bien–responde Ernesto.–Maravillosa exposición Diego–comenta Karem.Eliza se aproxima, Diego toma su mano.–Eliza, este es mi hermano Ernesto y su novia Karem.–Un placer, bella dama– responde Ernesto haciendo uma reverencia y besando su mano.–El placer es mío– responde Eliza, extendiendo sin extender su
“Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos”Nicolás MaquiaveloKarem intenta distraerse riendo con las locuras de Virginia, Ernesto conversa con Eduardo sobre cosas triviales. Sin embargo, ella puede ver aún cierto enojo en el trato de Ernesto hacia ella. La forma en que la observa mientras habla o ríe, es como si la estuviese vigilando para detectar cuando mencione a su amiga, algo sobre lo ocurrido en la galería.–Con permiso chicos, voy al baño. ¿Acompáñame Ka?Karem se levanta. “Dios sí la telepatía existe, Virginia debe haber leído mi mente” piensa mientras se levanta para ir al baño. Se da cuenta que esta dejando su cartera de mano y su celular. Se regresa y lo toma. La mirada de Ernesto en ese preciso momento la habría matado, de ser un puñal.Caminan hacia el baño. En lo que entran, Karem pasa el seguro de la puerta y arranca a llorar.–¿Qué te ocurre Ka? ¿Por qué lloras así?–dice Virginia, acercándose a e