“No tengas miedo de la perfección, nunca la alcanzarás”
Salvador Dalí
Karem no ha querido levantarse de la cama. Oye que tocan a la puerta. Mira el reloj. Ya casi las 10am. Se levanta, se asoma en el ojo mágico, no ve a nadie. Cuando sé regresa suena nuevamente la puerta y decide abrir. La sonrisa de Elena, es suficiente para enternecer su alma y sonreír.
–Has madrugado hoy, ven pasa– dice, mientras se aproxima a la niña y la levanta.
–¿Tú mamá, ya está en casa?
La niña asiente con la cabeza.
–Veo que trajiste tu cuento.
–Sí, quiero que me lo leas. Mi mamá llegó a dormir y sólo despierta cuando ya tiene que volver a salir.
–Está bien reinita. Mamá llega cansada. Eso debes entenderlo. Trabaja muy duro.
La niña sonríe sin entender mucho, a lo que se refiere Karem.
–¿Desayunaste?
–No.
–Bueno vamos a comer cereal y luego pastel de chocolate. ¿Te gusta?
La niña asiente com su cabeza.
Desayunar juntas. Ven un poco de television. Karem sirve el pastel y van a su cuarto, para leerle el primer capítulo de aquel cuento.
Las horas transcurren rápidamente. Ya es hora de almuerzo. Pide una pizza para poder desocuparse y sentarse a transcribir su artículo. En ese instante, siente una emoción inusitado al recordar lo agradable de su conversación con Diego.
–Vamos a almorzar juntas una mega pizza y luego irás a casa con mamá.
Yo debo hacer un trabajo en el computador.
La niña se alegra y a la vez, entristece.
–¡Hey! ¿por qué esa carita?
–Mamá está durmiendo. Siempre estoy sola hasta que ella se va y llega mi tía Mary para cuidarme. Ella sólo se sienta a ver la tele y me manda a dormir.
–Está bien Elena, puedes quedarte viendo la tele mientras yo trabajo. Pero no hagas ruido, sí, debo concentrarme.
Karem coloca unas palomitas de maíz en el microondas. Le sirve en una taza grande a Elena para que se distraiga.
Se sienta en el sofá. Coloca la lapto en sus piernas y mientras escribe, a su mente viene la conversación entre Diego y ella. No sabe las razones, pero ya no le parece tan intenso. Incluso, le resulta un tanto agradable. Algo cambió en ella, ¿su perspectiva hacia él o tal vez, es ella quien está cambiando sus sentimientos y dejándose llevar por aquella agradable sensación?
Cae la noche. Diego recoge sus pinceles, los coloca en el encase con tiner. Revisa su teléfono. No hay mensajes de ella. Piensa: "por lo menos debería escribirme para saludar" "quizás sólo me respondió anoche porque necesitaba de mì" "tal vez le pareció desagradable nuestra conversación" " me estoy volviendo loco de tanto pensar".
Respira, enciende un cigarrillo. Relee nuevamente cada mensaje. Abre una vez más su perfil, detalla con emoción la imagen de Karem. En ese momento ve que ella está escribiéndole. Es esa sensación de susto que le invade. Saber que la piensa y ella aparece como por arte de magia.
–Hola, Diego. Espero estés bien. Quería agradecer nuevamente tu apoyo. He recibido muchos elogios, gracias a ti.
–Hola, Karem. No tienes nada que agradecer.Fue un placer poder ayudarte en esto.
–De igual manera, gracias. Fue una experiencia única
–Yo no he dejado de pensaren esa conversación. Siento que algo me conecta a ti. Y es algo que no sentía desde hace algún tiempo.Pude ver que soy un poco mayor que tú Tengo 40 años.
–Sí, en un mes cumpliré 29.
–Para tu edad eres muy madura e inteligente
–😊
–Siempre te sonrojas. Eres una mujer hermosa. No tienes porque dudarlo.
–Gracias otra vez, soy algo tímida.
–¡No puedo creerlo! Eres joven y bella, inteligente y sensual.
–Espero no te molestes por mi sinceridad Como pintor, soy amante de la belleza y tú eres, inigualablemente bella.
Las palabras de Diego son halagadoras. Pero Karem suele ser muy insegura de sí misma. Nunca recibió tantos cumplidos. Aquel hombre la seduce de tal manera, que nunca se creyó tan vulnerable. Mejor dicho, nunca quiso serlo. Aparentó ser fuerte y segura. Mas, no es lo que se aparenta, sino lo que se es, lo que te hará flaquear.
Otra vez, espera su respuesta. Otra vez, se desconecta sin despedirse. Diego se siente irritado y desconcertado. Ella tiene poder sobre sus emociones y eso es para él, inentendible e inaceptable para su ego machista.
Siempre fue su costumbre controlar cada situación, en cuanto a relaciones amorosas se refería. Ser el anfitrion en una galería o ser el profesor que facilitaría alguno de los talleres de fin de semana, le dieron fama y oportunidades de conocer y tener innumerabkes distracciones amorosas. Así que luego de cada exposición o al finalizar alguna de sus aulas de pintura. Siempre había uma mujer adinerada interesada en comprar uno de sus cuadros, y si iban acompañado de uma cita con el artista que lo creo alguna, sería una noche perfecta. A veces, era una promotora, quien le invitaba unas copas, mientras cuadraban alguna exhibición de sus obras. Otras veces alguna estudiante, que se deslumbraba con su atractibo profesor o algún amigo pintor que no perdía las esperanzas de que em medio de uma noche de tragos y arte, se dejará llevar y sucumbieron em el deseo carnal. Siempre fue él quien dejaba las conversaciones a medias. Él que desdeñaba a las mujeres. Ahora parece que todo gira y siente su orgullo doblegado. Se siente incapaz de darle clip a la opción de bloquear y olvidarse de Karem. El impenetrable, emocionalmente, ahora es vulnerable ante la presencia y la actitud de esa mujer, incluso más joven que él por 12 años.
Ese domingo Karem se dedicó a descansar. Desactivó sus datos para no ocuparse en atender mensajes en sus redes. Sólo quería dormir hasta muy tarde y no verse envuelta en esa habitual melancolía que la visitaba o invadía desde el amanecer dominical. Muchas veces pensaba en que, su tristeza se debía al hecho de que, cuando era pequeña, los domingos eran para ir con su abuela a la misa; luego iría con ella a su casa, allí podoa correr en el enorme patio y comer dulces. Era tan feliz en esos momentos, hasta que a los 9 años, su abuela enfermó de cáncer y murió al poco tiempo. Ya orar no le parecía tan agradable, ni menos ir a misa.
Durmió hasta tarde. Sólo se levantó un momento para hacer el pedido de su almuerzo por delivery. Mientras esperaba, se levantó, se cepillo, lavó su rostro, se miró al espejo como queriendo darse ánimos a sí misma. Sonó el timbre, camino hasta la sala, abrió la puerta, pagó al joven y regresó hasta su cuarto.
Abre la bolsa, saca las papas fritas y la hamburguesa; destapa el refresco. Come, coloca la bolsa a un lado y vuelve a recostarse en su cama.
No quería pensar, ni recordar que era domingo. Era como si se abriese uma archivo y por cada carpeta colocada em forma ordenada y alfabética fuese saliendo uno a uno
Sintió algo de frío. Se levantó de la cama y cerró la ventana y pronto comenzó a caer una fuerte lluvia.
Domingo y lluvia, una combinación algo nociva para la mente de Karem, quién se niega a ver el pasado como lo que es, pasado.
“La belleza seduce a la carne con el fin de obtener permiso para pasar al alma”Simone WeilPronto viene a su memoria, la tarde en que conoció a Miguel en aquel bar, mientras tomaba unas cervezas con Virginia y Camila.–Karem, ¿te has fijado como te mira el tipo que está sentado del lado izquierdo de la barra?–comentó Virginia mientras, golpeaba con su codo a su compañera.Karem voltea hacia la barra y observa a aquel hombre de inquisidora mirada. El mesonero se acerca con una cerveza y señala hacia la barra. Mientras le comenta:–La cerveza es por cortesía del señor Nuzzo.Karem con algo de pena, levanta la mano para saludarlo, a manera de agradecimiento.–No deja de mirarte, viste–insiste Virginia.–Sí, ya me di cuenta.–Deja de molestar a Karem, mi amor. ¿No ves cómo se pone roja?–dice Camila, mientras tiende su brazo sobre la cintura de ella, y le da un beso en la boca, demostrando a aquel hombre, de quien no
“El amor no conoce virtud ni mérito; ama, perdona y lo sufre todo, porque debe; nuestro juicio nada nos sirve para el amor”L. V. Sacher-MasochCon el tiempo ella comenzó a notar, que Miguel recibía llamadas y no contestaba sino cuando ella se alejaba o estaba en otra habitación que no fuese la misma donde estaba él. Así que un día se mantuvo callada cuando oyó que él hablaba con alguien y entró. Él estaba nervioso y corto la llamada al verla frente a él.–¿Me ocultas algo Miguel?Él no quería lastimarla; tampoco mentirle. Ya llevaban seis meses juntos y posiblemente ya no podría ocultarlo más.–Karem, te amo como nunca creí amar a alguien. Tú cambiaste mi vida por completo. Sin ti, yo no sé qué haría.–Por favor, dime la verdad. Dime tu verdad.–Estoy casado desde hace 7 años. Nunca le mentí a Jackeline. Hasta que te encontré a ti. Por favor no me dejes Karem–le
“El amor nunca tiene razones, y la falta del amor tampoco. Todo son milagros”.Eugene O’ NeillAl salir de su jornada, Karem revisa si habrá algún mensaje de Virginia. Piensa en llamar a Camila. Busca en sus contactos. No atiende. Tal vez esté ocupada. Le envía un mensaje:–Hola Cami, quería saber ¿cómo sigue Virginia?Guarda el teléfono en su bolso. Sale de su oficina. Llega al estacionamiento. Sube a su carro. Cuando va rumbo a su casa. Siente una rara sensación. Retorna en la avenida y se dirige a casa de su amiga. Llega al edificio. Baja de su auto. Llama por el comunicador. Nadie contesta. En ese instante llega uno de los vecinos de Virginia, Carlos. La saluda:–¿Hola, cómo estás? ¿Vienes a ver a Virginia?–Hola, Carlos. Sí, vengo a eso pero no me responde por el interlocutor. ¿Puedo pasar?–Claro pasa. Aunque llevo un par de días sin verla.Karem se adelanta y sube rápidamente los es
“Las pinturas tienen una vida propia que se deriva del alma del pintor”Vicent Van GohgTodas las mañanas, Karem revisa su messenger y todos los días, un mensaje de: "buen día", "feliz tarde", "que duermas bien" de Diego, se vuelven comunes. A veces ella le responde, otras veces no. No quiere involucrarse de esa manera con él. Ya sabe lo que duele enamorarse y ser traicionada. A veces la confunden sus pensamientos. ¿Por qué juzgar a Diego, como a otros? No existen motivos aparentes para ello.Trabscurre la semana en la rutina laboral. A veces almuerza con Virginia o comparte en las tardes un café cercano al periódico. Otras veces se reúne en el bar con Camila y Virginia. En las tardes recibe a Elena y continúa contándole aquel cuento.Esa tarde al salir del trabajo, Virginia le pide un aventón hasta el metro subterráneo.Karem se ofrece a llevarla. Mientras van en la vía, Karem decide contarle sobre la exis
“Crees que sabes todas tus posibilidades. Entonces, otras personas llegan a tu vida y de repente hay muchas más”David LevithanLas horas transcurren rápidamente. Pronto caerá atardecer. La lleva hasta su apartamento. Rosa, abre la puerta aún somnolienta.–Gracias Karem. Ya tengo que alistarme–dice entre bostezos.–No te preocupes Rosa, siempre que pueda estaré pendiente de Elena. Es una niña encantadora.Karem se agacha. Le da un beso en la frente. Y se despide.Entra al apartamento. Se sienta en el sofá. Toma el móvil, revisa y finalmente, un mensaje. Desea tanto que sea Diego, que baja la pestaña antes de abrir el messenger. Su rostro se ilumina.–Hola mi hermosa e inolvidable musa. Estuve algo ocupado haciendo un cuadro que me encargaron para este lunes. Ta casi lo termino. Aún así no me he olvidado de ti. –Me alegra saber que estás bien. Por un momento extrañé tus mensajes. Es lo malo de acost
“Pasa el amor, aparece la musa y se despeja mi sombría inteligencia; otra vez libre, busco la unión entre los mágicos sonidos, los sentidos y los pensamientos”Aleksandr PushkinEn el taller, entre trementina y óleos, Diego intenta terminar el cuadro que le han encargado, sin que de su mente, salga la imagen y las palabras de Karem. "Es una mujer sumamente atractiva", piensa mientras contempla las fotos que ha tomado de la página de F******k y ha creado una carpeta, la cual identifica como "Musa".Todo artista siempre tiene su musa. En la mitología griega se nombran 9 musas: Cálmate, Clío, Eaton, Euterpe, Melpómene, Polonia, Talía, Terpsícore y Urania. Cada una de ellas, representa un arte. De allí, que la palabra “museo”, etimológicamente se refiere “el lugar donde habitan las musas”. Las musas o ninfas fueron creadas por Zeus y Mnemósine; ellas, bajaban desde el Olimpo hasta la tierra, para susurrar ideas e inspirar a los mortales, cuando era
"El arte es para consolar a los que están quebrantados por la vida"Vicent Van GohgDiego, está en la cafetería donde suele desayunar todos los lunes, antes de iniciar su jornada de inicio de semana. Allí, lee las noticias del día en su iPhone. Luego va a la tienda por pinturas o algún material que necesite para su trabajo plástico. Entra a algunos museos. Observa las exposiciones de fin de semana, con calma y detallando cada obra. Nunca ha sido de ir a las exposiciones cuando se aglomeran los críticos para darle sentido ilógico al arte. Toma algunas notas sobre las obras.De allí, conversa con la encargada o la secretaria para agenda una entrevista para esa semana, con alguno de los gerentes o directores del museo. Con suerte alguno de ellos, lo atenderá esa mañana. Luego él les ofrece un catálogo de las muestras de sus pinturas. En ese ir y venir transcurre la mañana. Sube al metro subterráneo y regresa a casa. Ya en casa, entra a su taller
“La mayor parte de la felicidad de una persona consiste en el placer” Tomás Moro. Karem tuvo su extraña pero hedónica experiencia. Más prefirió no hablar de ello con Diego, cuando terminó de autosatifascerse se desconectó del chat. Los años que vivió con Miguel, nunca después de hacer el amor, habló de él sobre ello. Siempre ha creído y visto como muy banal y superfluo eso a los que los sexólogos llaman "comunicación en la pareja" Decirle a alguien que debe hacer para hacerte llegar, es como convertir el acto sexual en un instructivo que cualquiera puede leer y usar.Realmente, ella defendía el sexo como una manera de consolidar la conexión de dos almas y no lo contrario; o sea que el sexo viniese primero y de allí podrían conectarse las alma