Cuando amaneció el primero en despertar fue Evans, quién como había hecho el último tiempo sonrió al ver a Nathalie a su lado, se veía preciosa desnuda y acurrucada a él, era increíble como él deseo que sentía por ella no se iba, por el contrario, crecía a cada segundo, el día anterior habían hecho el amor muy intenso y apasionado, no sólo una, sino varias veces y en ese momento quería volver hacerla nisuya, pero recordó lo del día anterior con Roxanne, así que con su mirada buscó recorrió la habitación buscando el celular, uno que no encontraba, hasta que recordó, que en lo había usado muy poco en las vacaciones, así que debía estar en su maleta. Se levantó con sumo cuidado para no despertar a Nathalie y se dirigió a su gran closet para buscar entre sus cosas, y fue en el fondo de la maleta que lo encontró, mientras lo buscaba, puso la ropa sucia dónde iba y la limpia la guardó. Una vez con teléfono en mano, volvió a dirigirse a su habitación, Nat seguía profundamente dormida, no pud
Cuando Nathalie iba de salida con sus amigos, Jeremy la llamó, venía casi que corriendo para lograr alcanzarla. Ella se giró y luego miró a su amiga. Mio la miró con una sonrisa. —Iremos al mismo restaurante de siempre. Nosotros nos iremos adelantando. — Scott miró y frunció el ceño, porque sabía que Evans se pondría celoso, incluso, él lo era. —No creo que a Evans le agrade la idea de que te quedes con Jeremy. — el hombre estaba esperándola a una distancia prudente, ya que Nat le había hecho una seña con la mano. Nathalie no pudo evitar poner los ojos en blanco ante el comentario de su amigo. —Scott, deja eso, Jeremy es sólo mi amigo y no te preocupes, de Evans yo me encargo, vayan, yo los alcanzo, no te preocupes. — A su amigo no le agradó mucho la respuesta de su amiga, pero solamente asintió antes de darle una última mirada a Jeremy. Nathalie se giró hacia su amigo, quién seguía esperándola. —¿Te causé problemas? — preguntó preocupado. —No — contestó con una sonrisa. — Es sól
Jeremy en ese momento sintió una gran tensión en el aire, y por alguna razón sentía que él estaba sobrando, por lo que se acercó a ella para hablarle al oído. Cosa que molestó a Evans. Nathalie estaba en shock, no podía tan siquiera imaginarse que había estado teniendo sexo con el prometido de su madre, lo miró sin poder creer que él se hubiera burlado de esa manera de ella. —Nat, yo iré a esperarte al auto, creo que aquí estoy sobrando — Nathalie lo miró y quiso salir corriendo con él, pedirle que la llevara muy lejos de esa pesadilla que apenas estaba empezando. Pero solamente pudo asentir. — Mucho gusto en conocerla señora, yo iré a esperar en el auto — sin importar que la mujer y su jefe lo vieran, besó la cabeza de la mujer, con cariño, ella se veía en shock y aún no lograba entender el porqué. Evans en ese momento quiso alejar a Nathalie tanto de él imbécil de Jeremy, como de la maldita bruja de Roxanne. Roxanne por su parte, vio muy íntimo lo que él hombre le hizo a su hija
En cuanto llegaron a la casa, Nathalie por un momento no quiso entrar, quería con todas sus fuerzas poder estar en los brazos de su padre, él le diría qué hacer. —Por favor cariño, se que te debo una explicación, déjame dártela, luego, si quieres irte puedes hacerlo, pero déjame decirte que no te voy a dejar marchar nunca de mi vida, que voy a luchar por ti, porque nunca he mentido cuando te digo que te amo. — Nat, bajó del auto, Evans le tomó la mano y la guió dentro de la casa. — Podrías ir a la habitación, necesito decirle a mi madre que no nos molesten y llamar a Scott, para que se haga cargo. —Creo que lo mejor sería hablar en el despacho y no en tu habitación — expresó con voz suave, Evans negó con la cabeza. —No, realmente necesitamos privacidad, lo haremos en mi habitación. — ella en ese momento no tenía ganas de discutir, por lo que de mala gana subió a la habitación de él. En ese momento llegó Eva con una gran sonrisa en los labios, sonrisa que se borró al ver el semblant
Cuando Nathalie abrió los ojos por un momento se sintió desorientada, luego recordó lo ocurrido, por lo que cerró sus ojos antes de respirar muy profundo, de verdad estaba enamorada de Evans, pero no sabía qué hacer. Porque aunque la había herido y le había ocultado información, sabía que él había sido sincero, pero a ella le daba vergüenza verlo a la cara, porque fue su madre la que le había destruido a su familia. ¿Cómo su padre pretende que se lleve bien con esa mujer? Si es el diablo, le daba vergüenza llevar su sangre, necesitaba hablar con Miosotis, ella le daría consejos ya que su padre no estaba para eso. Cuando se sentó en la gran cama, pudo ver a Evans, sentado en la terraza, él se veía desnudo de la cintura para arriba. Ella buscó con la mirada la camisa de Evans y la encontró tirada en el suelo, Nat se levantó y se la colocó, para salir también a la terraza y sin poder evitarlo lo abrazó por detrás. Evans al sentirla sonrió, tomó las manos de ella y las besó. —Ya has de
—¿Qué has dicho? — Miosotis no podía creer lo que oía, tanto que tuvo que sentarse. No se imaginaba cómo estaba su amiga si ella ya hasta dolor de cabeza tenía. —Todo es muy complicado — Nathalie no le había dicho a Mio lo que su madre le había hecho a la familia de ella, porque Evans no le había dado permiso. Solamente le había dicho que Evans y su madre estaban comprometidos, pero que él no la amaba, de hecho estaba con ella, por una deuda y no precisamente de dinero. —Sí, claro que es complicado, en especial, cuando no me estás contando todo y solo me dices la verdad a medias — Nathalie se removió incómoda porque su amiga la había descubierto. — Pero no te preocupes, que mientras tú sepas toda la verdad es lo que importa. Ahora, ¿Lo amas demasiado para seguir con él? Y por último, ¿Estás segura que él también está enamorado de ti? — Nathalie miró a su amiga y asintió. —Sí, estoy completamente segura. — Nat suspiró — Mio, hablaré con Evans para que me dé permiso de contarte todo
Nathalie empezó a removerse cuando sintió unos besos en su espalda. Poco a poco Evans empezó a bajar hasta hacer que Ella empezara a jadear al sentir las caricias de su hombre, bendita manera de despertar. Él levantó sus nalgas y la dejó expuesta, ella no pudo evitar un gran gemido cuando sintió la lengua de Evans por todo vagina, ese hombre sabía justo lo que tenía que hacer, el chupaba y succionaba con desespero, Nathalie no podía quejarse porque simplemente le encantaba la forma en que Evans la sorprendía y la hacía de él, pronto sintió como se corría con los movimientos certeros de él, quién no dejó ni una gota sin chupar, como si fuera su agua en el desierto. Cuando Nat volvió a tierra, Evans ya la había girado, y ahora la besaba ardientemente, la seguía torturando, le gustaba llevarla al límite del placer, eso lo volvía aún más loco. Suspiros y jadeos era lo único que se escuchaba en la habitación mientras Evans lamía y chupaba los senos de su mujer, y la masturbarla con los de
Nathalie llegó al lugar acordado con el abogado y gran amigo de su padre, ese hombre había conocido a su padre desde que ambos tenían nueve años, su padre le había contado la historia de cómo se habían hecho los mejores amigos. Le tenía mucho cariño al hombre, ya que siempre había estado presente en su vida y había sido como un segundo padre para ella, cosa que siempre ponía celoso a Scott. En cuanto entró vio a Gerald sentado en una mesa del fondo, él al verla se levantó de su asiento y le sonrió. —Hola Nathalie, qué alegría verte, ¿Qué tal has estado? — preguntó el hombre con mucho interés, al ser uno de los pocos amigos que tuvo Scott, sino es que el único, bien sabía que ella era muy unida con su padre, tenía una relación que daba envidia. Nathalie lo abrazó muy fuerte y el hombre correspondió al abrazo. —Lo extraño todos los días, él era mi otra mitad — dijo en un susurro, ya que ver al hombre y abrazarlo le transmitió el calor paternal que había perdido. —Lo imagino, yo tambi