Emeth llamo a la puerta de la oficina de su hermana, estaba algo molesto, quería una explicación en ese momento. Ingreso al lugar, observo a su hermana leyendo algunos documentos, Jimmy leía el periódico tranquilamente en el sofá. —Necesito hablar contigo. —Di lo que necesites —respondió la mujer sin siquiera mirarlo. Estaba acostumbrado a la actitud de Isabella, siempre fue una mujer fría y distante. —Por qué obligas a Gianna a estar al lado de Dexter, no crees que ya ha sido suficiente, tu hijo ni siquiera la tolera. Isabella levantó la vista de los documentos, guardaba un secreto para sí misma, no pensaba andar ventilado el porqué hacía las cosas. —Tengo mis motivos, no preguntes lo que no te corresponde. —Estás siendo muy injusta, ella se casó con Dexter por necesidad, pero te aprovechas de ella, la amenazas para que se quede con él, acaso no ha sufrido lo suficiente, ¿qué es lo que ocultas? Isabella apretó los puños con fuerza, el pasado era demasiado doloroso para recor
Antonio corrió por los pasillos a todo lo que le daban las piernas, observo al imbécil entrar al ascensor. Hizo lo mismo, no pensaba dejarlo escapar, podía sentir la sangre deslizándose por su brazo izquierdo. Pero no le presto importancia a ese detalle, no podía permitir que ese hombre se escapara de sus manos. Necesitaba saber quién estaba detrás de todo eso. El ascensor se abrió, observo al hombre salir por las puertas del hospital. Empezó a correr nuevamente tras él, era de noche, así que seguirle el paso sería algo muy complicado. Lo observo entrar por un callejón, lo siguió sin pensarlo, tomo su arma y disparo en varias ocasiones. El olor a sangre estaba en el aire, al parecer también estaba herido, se detuvo un momento y tomó aire. Camino lentamente por el callejón, podía ver el rastro de sangre, avanzó rápidamente. Lo observo salir del callejón, se apresuró para no perderlo, lo observo entrar a un estacionamiento. La iluminación al menos era buena, observo el rastro
La señora Isabella estaba en la habitación de su hijo.No podía creer que alguien tuviera el descaro de amenazar la vida de su hijo de esa manera. —No te preocupes Isabella, Antonio lo eliminó, creo que es un mensaje claro de que todo aquel que lo intente terminará igual. —Lo sé, pero pudo ser peor y lo sabes —respondió preocupada —¿Dónde está la tonta de Gianna? Se supone que debe de estar aquí —se quejó la mujer. Emeth no entendía a su hermana, Gianna merecía descansar, después de un hecho tan traumático como ese. —Ese imbécil casi logra lastimarla, de no ser por Antonio, las cosas serían diferentes. La mujer se cruzó de brazos, Gianna no era tan importante como la vida de su hijo. —Ella no es mi problema —respondió de manera tajante. Después de unos minutos la mujer abandono el hospital, tenía muchas dudas al respecto. ¿Quién podría estar detrás de todo eso? Su hijo se había comprado algunos enemigos con el pasar de los años. Su actitud arrogante y fría, era algo que no a
—Necesito de tu ayuda —hablo Aurora mirando fijamente a su amante. Estaban en la oficina de Arnold, el hombre la miro fijamente y negó con la cabeza, debía pedirle a Aurora que evitará llamarlo, o su novia iba a empezar a sospechar de él. —Que bueno que estás de regreso, debo de hablar contigo, no puedes llamarme cuando te dé la gana, acaso no sabes que estoy comprometido. —Me vale mierda, te llamaré cuando te necesite, y en este momento, necesito de tu ayuda mi amor.Arnold tomó su brazo con fuerza y la pego contra la pared, debía de enseñarle modales a esa mujer. —Te equivocas cariño, la única que puede hablarme de esa manera es Elena, así que te lo advierto, no me llames o pondrás en peligro mi plan. Aurora se soltó del agarre de su amante de manera brusca, no iba a permitir que la tratara de esa manera. Al parecer se le había olvidado cuanto la amaba, se acercó a Arnold y estampó sus labios con los de su amado. Pero él la alejó, parecía estar algo molesto con ella, se limpi
Después de una semana en el hospital, Dexter volvió a la mansión, todo estaba tal y como lo había dejado.Los empleados se alegraron de verlo, observo a su esposa de pie en el fondo de la habitación. —Acaso no entiendes español, mujer, quiero que te largues de aquí. —Lo haré en cuanto se recupere, no se preocupe.Dexter quería golpearla, pero no podía. —Yo se lo pedí —la voz de su madre llamo su atención —después de todo lo que has hecho por ella, creo que es justo que se haga cargo de ti hasta que te recuperes. —¿Vas a permitir que me divorcie de ella? —preguntó confundido. —Efectivamente, puedes hacerlo en cuanto vuelvas a caminar, pero aquí está este documento, donde ella renuncia a todo, se irá a como vino, sin nada y puede llevarse al mocoso ese. Dexter miró a su madre fijamente, acaso ella lo sabía y no le había dicho absolutamente nada. —¿Lo sabía? —Pregunto molesto. —Sí, pero hay algo que todavía no sabes de ese mocoso, así que lo mejor será que ella se marche de aquí
Aurora estaba furiosa, ese imbécil se había atrevido a amenazarla nuevamente.Tomo su celular y realizo la transferencia, no podía negarse o ese imbécil iba a abrir la boca y dañaría su vida de lujos al lado de Dexter. El mesero llegó con su orden, bebió un sorbo de café, estaba algo impaciente, su cita no había llegado. Minutos después aparecía Arnold, se veía algo molesto, tomo asiento frente a ella. —Te dije que no me llamaras, acaso no lo entendiste Aurora. La joven le mostró una sonrisa inocente, luego se remojó los labios de manera sensual y provocativa. —Pensé que me habías extrañado cariño. —No tengo tiempo para tonterías, habla de una vez. Aurora no estaba contenta con la actitud de Arnold, ya no era dulce y atento como al principio, todo gracias a la estúpida de Elena. —Dexter se divorciará de Gianna en seis meses aproximadamente, pretende que me case con él, pero sabes que no puedo hacer eso, pero no es lo peor, mi exesposo me está extorsionando, le pague diez mil d
—¿Desde cuándo tú y Aurora son amigos?Arnold se detuvo al escuchar la voz de Emeth, quien estaba sentado en la sala de estar en medio de la noche. —Es la prometida de mi hermano, somos simples conocidos. Emeth se bebió un trago, esa mañana no parecían simples conocidos en ese café. —Eso no era lo que parecía esta mañana, te vi reunirte con esa mujer, ten cuidado, ella es como una víbora. —No necesito tus consejos, sé lo que hago, además ella no es nuestra enemiga. Emeth bebió otro sorbo de su bebida, con todo lo que había sucedido no podía confiar en nadie. —No tengo claro quién es mi amigo o enemigo, pero es mi trabajo descubrirlo. —Eso parece algo complicado, pero de algo estoy seguro, Aurora no es nuestra enemiga, ella ama a Dexter, haría cualquier cosa por él y todos lo saben. Emeth se rio del comentario de Arnold, parecía conocer demasiado bien a Aurora. —Pensé que eran simples, conocidos. Arnold se dio cuenta de que había hablado de más, se aclaró la garganta, debía d
Víctor estaba en el patio de la prisión, entrenando con otros reos, había recibido el dinero de su querida esposa.Gracias a ella, él saldría libre, se aseguraría de sacarle mucho dinero, de esa manera pagaría por su libertad. Las cosas no eran tan sencillas en ese lugar, estaba mirando a la nada, distraído en sus propios pensamientos. —Le envían saludos —murmuro un hombre cerca de su oído. Sintió como la navaja perforo su costado, la sangre empezó a brotar de la herida manchando el suelo. Se levantó rápidamente y se alejó de su atacante, el hombre arremetió contra él nuevamente. Pero logró esquivarlo, podía escuchar los gritos de los demás reos en el lugar. Debía de acabar con su atacante, estaba perdiendo mucha sangre, podía terminar inconsciente en cualquier momento. El hombre se lanzó sobre él nuevamente, saco la daga qué llevaba guardada en su camisa, corto la garganta de su enemigo. Lo observo desplomarse en el suelo, camino lentamente hasta una silla, los guardias se ace