Gianna estaba en su habitación incómoda, el Dexter que ella conocía, jamás la habría salvado, para él, su vida no valía nada, ¿por qué se había expuesto de esa manera?Eso la confundía, soltó un suspiro pesado, eta mejor no torturarse con lo mismo, no iba a encontrar la respuesta. Quizás no eran tan malo después de todo, había sentido algo de lástima por ella, al menos estaba bien, gracias a su esposo nada malo le había sucedido. Salió de su habitación, Nolan estaba haciendo la tarea junto a Lupita, avanzó por los pasillos lentamente. Dexter, por su parte, estaba en su habitación, se quitó la camisa, las quemaduras dolían un poco, pero no era nada grave. Se sorprendió de él mismo, no se explicaba como había actuado tan rápido para salvar a su esposa. Observo la fotografía en la mesita de noche, ya tomo y la estrelló contra en suelo con todas sus fuerzas. El vidrio se rompió en mil pedazos, no soportaba ver las fotografías de esa traidora en su mansión, había botado a la basura t
Emeth le lanzó el documento al rostro a Jimmy, el joven tomo la hoja, leyó su contenido, después de todo se habían salido con la suya.—Obtuviste la verdad, cuando despierte, va a odiarte, no digas que no te lo advertí, tu hermana es una persona difícil. —Puede hacerlo, no me preocupa, seguiré siendo su hermano —respondió mientras se sentaba en el sofá con total tranquilidad. Le había prometido a Gianna que buscaría la verdad, lo había hecho, pero le correspondía a Dexter hablar con ella. —Desde hace tres días están llegando esas rosas a esta habitación —Jimmy señaló el cesto de la basura —son departe de Arnold, le desea la muerte a la mujer que cuido de él, parece algo tan ilógico. Emeth observo las rosas en la basura, ese imbécil estaba cruzando la línea, Isabella siempre se había preocupado por Arnold a pesar de todo, él le pagaba de esa manera tan cruel. El teléfono de Emeth empezó a timbrar, lo tomo, era una llamada de su sobrino, decidió responder. —¿Qué carajos quieres?—
🌼UNA SEMANA DESPUÉS Los días empezaron a pasar lentamente, todos los días un ramo de rosas era enviado a la mansión, en algunas ocasiones hasta fotografías. Donde se les podía apreciar en el parque, otras en la escuela, mientras esperaban a que Nolan saliera de clases. Gracias a eso, Dexter había aumentado la seguridad de la mansión, siempre que salían varios guardaespaldas los acompañaban. Gianna seguía sorprendida con el comportamiento erróneo de su esposo, todos los días la acompañaba a dejar al pequeño a la escuela, se acercó a Héctor. —Acaso sufrió un lavado de cerebro o algo parecido. Héctor se rio del comentario de la jefa, al parecer su esposo no le había dicho nada al respecto, pero se veía muy feliz con su hermano menor. —Bueno, creo que eso se llama instinto paternal, creo que la compañía de Nolan es buena para él. Gianna negó con la cabeza, Dexter ni siquiera soportaba saber de la existencia del pequeño con anterioridad, en ese momento su comportamiento era comple
Isabella se sorprendió al escuchar lo que había sucedido en su ausencia, una sonrisa asomo en sus labios.—Al menos esa desgraciada esta muerta, ya era hora, me alegra saber que ya no respira, es una lástima que no haya podido asesinarla, yo misma, lo habría disfrutado. —Pero debe de ser cuidadosa, Arnold sigue libre, todas las mañanas le envía rosas y no precisamente para alegrarla, sus notas son realmente espantosas. Una sonrisa triste se formó en los labios de la mujer, Arnold podía odiarla todo lo que quisiera. —Ese imbécil, después de todo lo que hice por él, me apuñaló por la espalda, jamás lo vi venir, “cría cuervos y te sacaran los ojos” —Bueno, no todos los hijos son perfectos, mi señora, siempre hay una oveja negra en la familia. Jimmy tenía razón, Arnold era la oveja negra de la familia, ese imbécil no merecía nada, al menos su esposo no estaba allí para ver lo que sucedía. —Tengo que salir de aquí, debo encargarme de algunas cosas, odio los malditos hospitales, hay m
Gianna regreso a la mansión acompañada del guardaespaldas de su esposo.Se sentó en el sofá, pensativa, al menos la señora Isabella se encontraba bien de salud, su carácter no había cambiado en nada, seguía siendo la misma vieja amargada. Decían que cuando uno está cerca de la muerte tiende a cambiar radicalmente, pero eso no aplicaba para esa mujer de corazón de piedra. Seguía igual de odiosa y repugnante, pero eso era lo de menos, se alegra de que se recuperará.Observo a Nolan ingresar por la puerta, acompañada de Lupita, el pequeño corrió en su dirección y la abrazo con fuerza. —Mamá mira lo que me regalo el señor Dexter, es un hombre bueno. El pequeño le mostró un dron, además de un celular que se veía demasiado costoso, ¿por qué Dexter actuaba de esa manera tan extraña?Se preguntó a ella misma sin obtener una respuesta, era mejor no pensar demasiado las cosas. Esa tarde Salma llego a la mansión, extrañaba mucho a su amiga y quería asegurarse de que todo estuviera bien. Am
Dexter estaba en una floristería, recordaba la enorme sonrisa de su esposa al ver aquellas rosas.Se acercó al lugar y observo la enorme cantidad de rosas que había en el sitio, una sonrisa asomo en sus labios, se la imaginaba emocionada recibiendo ese ramo. —¿Puedo saber que estás planeando? —Pregunto Héctor con curiosidad. —Le gustan las rosas, ¿lo sabías? Héctor se quedó mirando a su jefe, acaso estaba hablando de comprarle rosas a su amada esposa. Eso era algo que nunca la había visto hacer, era realmente sorprendente. —Deberías de comprarle todas las flores de la tienda —sugirió el joven en forma de broma. Dexter se quedó pensativo, su amigo tenía razón, no sabía cuál eran sus preferidas, así que compraría todo. —¿Señor, cuáles rosas desea adquirir? Tenemos variedad de colores, puede observarlas. El hombre estaba mostrándole a Dexter todas las variedades de flores del local, quería complacer al CEO de la ciudad, estaban acostumbrados a atender a personas adineradas. —¡La
Yesenia atendió la puerta, observo una gran cantidad de personas en la entrada de la mansión, cargaban hermosos ramos de flores, sus ojos se iluminaron de solo ver el espectáculo que se formaba en el exterior.—Buenas, se encuentra la señora Gianna Leroux. Yesenia estaba con la boca abierta, eran demasiadas flores, eso no podía ser obra de Arnold, solo había una persona capaz de pagar una gran suma de dinero por algo como eso. —¡Gianna, Gianna! —Exclamó desde la planta baja. Rubén se asomó al escuchar los gritos de la joven, observo a varios hombres sosteniendo ramos de rosas en sus manos. Una sonrisa se formó en sus labios, después de todo su jefe se había enamorado de Gianna.Esa chica se había ganado el corazón de su jefe, para él no era una sorpresa, creía que eran el uno para el otro. La joven bajó las escaleras rápidamente, Nolan la acompañaba, se acercó rápidamente a su amiga. Observo a varias personas en el exterior, se llevó las manos a la boca al observar la gran canti
Gianna estaba sentada en la oficina de su esposo, no sabía por qué motivo la había citado. Sentía algo de curiosidad en ese momento, habían pasado unos días sin hablarse, era mejor mantener una distancia prudente. Su suegra seguía insistiendo con lo del divorcio, era un tema que debía de tratar con Dexter, no tenía nada que ver con Isabella. Su teléfono empezó a timbrar, miro la pantalla, se trataba de su suegra, esa mujer no se cansaba de molestarla.No quería tener que discutir con ella, corto la llamada, pero ella volvió a insistir, después de unos segundos de duda decidió responder. —¿Qué sucede Isabella? En este momento me encuentro muy ocupada. —Te daré todo el dinero que desees si en este momento firmas el divorcio y te largas de nuestras vidas, piénsalo bien, es un buen trato para ti, en este momento no cuentas con nada. —No puedo, mi vida corre peligro, olvídalo, no pienso poner la vida de Nolan en riesgo, solo por un capricho, cuando Arnold este tras las rejas, me iré,