Gianna camino a toda prisa por el pasillo, ingreso al ascensor y marcó el piso indicado.Estaba realmente preocupada, solo había sido un accidente, pero en realidad se sentía culpable por dejarlo tanto tiempo al cuidado de su niñera. Pero no tenía opción, no quería que el pequeño viviera en el mismo infierno, qué ella. Podía soportar las humillaciones y todo lo demás con tal de mantenerlo a salvo. La puerta del ascensor se abrió, salió prácticamente corriendo, camino por los pasillos hasta la sala de espera, donde se encontró con Lupita. La mujer tenía los ojos rojos, se veía muy angustiada, se acercó a la joven y se sentó a su lado. —Lo siento mucho mi señora, fue mi culpa, yo lo descuidé por unos segundos, estaba correteando una mariposa, él es muy curioso y usted lo sabe. Gianna le dio unas palmaditas en la espalda a su niñera. —Solo fue un accidente, Lupita, no te sientas mal, le pudo pasar a cualquiera, ¿qué ha dicho el doctor?—Nada, mi señora, están haciéndole unos exám
Gianna se quedó mirando a su esposo fijamente, parecía estar molesto y no era para menos. Sentía algo de miedo, había mantenido ese secreto por muchos años, ahora él lo había descubierto por casualidad.Como iba a explicarle todo, no encontraba las palabras correctas para decirle la verdad. Quería que la tierra se la tragase, había tenido suficientes problemas, como pasa lidiar con más. —¿Es tu hijo? —Pregunto enojado. Gianna trato de calmarse, su corazón latía con tanta fuerza, sentía que las fuerzas de sus piernas la estaban abandonando. —Creo que no te debo ninguna explicación Dexter, hablaremos cuando regrese a la mansión —respondió la joven sacando el poco valor que tenía. Dexter negó con la cabeza, quería la verdad en ese momento, la duda estaba consumiéndolo por dentro, necesitaba una respuesta. Pero ella parecía no estar dispuesta a decirle nada, eso lo ponía mucho más furioso. —¡Quiero la verdad en este puto momento Gianna! ¿Es tu hijo o no? —Pregunto más furioso que
Emeth ingreso a la habitación, observo a Dexter acostado en una camilla, llevaba una bata celeste.Héctor estaba sentado en el sofá con las manos en el rostro, parecía algo preocupado y no era para menos, ese imbécil al parecer seguía sin entender la gravedad de la situación. —Acaso te volviste loco Dexter, sabes lo preocupada que está tu madre en este momento, deberías de desistir de esta absurda idea. —No tengo tiempo para charlar contigo, vete, ya tome una decisión. Emeth sabía lo obstinado que era su sobrino cuando se le metía una idea en la cabeza, difícilmente podría convencerlo de no hacer algo tan arriesgado. Solo esperaba que su hermana llegara a tiempo para detener esa locura. —Puedes morir, ¿vale la pena, estás seguro? —Es lo que menos me importa —respondió molesto —estoy atado a esta maldita silla, puedo perder a la mujer que amo si no vuelvo a caminar, creo que es una razón de peso, tú jamás lo entenderías. Seguía aferrado a la idea de que Aurora lo amaba y por ell
El auto se detuvo a las afueras de una cárcel de máxima seguridad, Aurora bajo lentamente.Observo el lugar con atención, un escalofrío recorrió su cuerpo, trago grueso.Camino hasta una caceta, donde se encontraba un oficial, estaba realmente nerviosa, su corazón latía con fuerza. Quería salir corriendo de ese lugar, pero no tenía opción, era consciente de que ese imbécil podía delatarla. —¿En qué puedo ayudarle, señorita? Pregunto el hombre mirando a la mujer con curiosidad, era demasiado hermosa, como para estar en un lugar como ese. —Tengo una cita con el señor Víctor Morello. —¿Es familiar del señor Morello? —Ese no es su problema —respondió molesta —aquí está el dinero, puede contarlo si quiere. El oficial le mostró una sonrisa, en ese lugar estaban encarcelados, mafiosos, hombres poderosos, líderes narcos, personas con mucho dinero, que pagaban por debajo de la mesa, para obtener ciertos lujos. Tomo el dinero, lo contó rápidamente, todo parecía estar en orden. —Adelant
Elena estaba sentada al lado de su suegra, la mujer estaba muy afectada por todo lo que había sucedido. Dexter seguía en el quirófano, las horas seguían pasando lentamente. El teléfono de su novio empezó a timbrar, miro el celular con curiosidad, se trataba de la novia de Dexter, Aurora. Decidió no responder, el teléfono timbro en tres ocasiones más, llamando la atención de la mujer. —Deberías de responder, puede ser importante. —Es Aurora, debe de estar preocupada por su novio, pobre chica —murmuro. La señora Isabella tomó el teléfono y respondió, pero la persona del otro lado de la línea, corto rápidamente. —Ella no es la novia de mi hijo, es la amante, esa mujer es una descarada, maldita rata. Elena se llevó las manos al pecho, asombrada, no podía creer lo que escuchaba. Arnold regresó y le extendió un café a su madre y otro a su novia. —Puedo saber, ¿por qué Aurora te estaba llamando?Isabella no confiaba del todo en su hijo, no después de lo que había hecho a sus espald
Arnold estaba acostado en la habitación de un lujoso hotel junto a su novia, no podía negar que Elena era hermoso y una mujer demasiado dulce, que daban ganas de comérmela a besos.Se acercó y beso los labios de Elena de manera apasionada, la joven respondió sin dudarlo. Su teléfono empezó a timbrar interrumpiendo el momento, miro la pantalla y se dio cuenta de que se trataba de Aurora. —Mi amor, discúlpame, debo de responder, es de la empresa. Arnold se levantó y se alejó un poco, respondió la llamada de su amante. —¿Qué sucede? —Pregunto en tono seco —estoy ocupado. Aurora se sorprendió al escuchar el tono de su voz, acaso estaba molesto con ella. Quizás estaba con la tonta de su novia, por ese motivo no quería saber nada de ella. —¿Estás con ella, no es verdad? —Pregunto furiosa. —Sí, es mi prometida, creo que eso lo sabes muy bien. La mujer apretó los puños con fuerza, deseaba poder Eliminar a esa mujer de su camino. No toleraba verla cerca de su novio, tenía una enemiga
Emeth llamo a la puerta de la oficina de su hermana, estaba algo molesto, quería una explicación en ese momento. Ingreso al lugar, observo a su hermana leyendo algunos documentos, Jimmy leía el periódico tranquilamente en el sofá. —Necesito hablar contigo. —Di lo que necesites —respondió la mujer sin siquiera mirarlo. Estaba acostumbrado a la actitud de Isabella, siempre fue una mujer fría y distante. —Por qué obligas a Gianna a estar al lado de Dexter, no crees que ya ha sido suficiente, tu hijo ni siquiera la tolera. Isabella levantó la vista de los documentos, guardaba un secreto para sí misma, no pensaba andar ventilado el porqué hacía las cosas. —Tengo mis motivos, no preguntes lo que no te corresponde. —Estás siendo muy injusta, ella se casó con Dexter por necesidad, pero te aprovechas de ella, la amenazas para que se quede con él, acaso no ha sufrido lo suficiente, ¿qué es lo que ocultas? Isabella apretó los puños con fuerza, el pasado era demasiado doloroso para recor
Antonio corrió por los pasillos a todo lo que le daban las piernas, observo al imbécil entrar al ascensor. Hizo lo mismo, no pensaba dejarlo escapar, podía sentir la sangre deslizándose por su brazo izquierdo. Pero no le presto importancia a ese detalle, no podía permitir que ese hombre se escapara de sus manos. Necesitaba saber quién estaba detrás de todo eso. El ascensor se abrió, observo al hombre salir por las puertas del hospital. Empezó a correr nuevamente tras él, era de noche, así que seguirle el paso sería algo muy complicado. Lo observo entrar por un callejón, lo siguió sin pensarlo, tomo su arma y disparo en varias ocasiones. El olor a sangre estaba en el aire, al parecer también estaba herido, se detuvo un momento y tomó aire. Camino lentamente por el callejón, podía ver el rastro de sangre, avanzó rápidamente. Lo observo salir del callejón, se apresuró para no perderlo, lo observo entrar a un estacionamiento. La iluminación al menos era buena, observo el rastro