En la sala privada donde se encuentra Sofia, desde el cristal de la puerta se observa unas cuantas figuras masculinas, lo que significa que son los guardias de seguridad de Jeremy, la mujer al pensar en el hombre no pudo evitar no sentirse preocupada, ella quería saber que tan grave estaba y como si lo hubiera invocado la puerta se abrió y en él se encontró parado Jeremy, que al ver a Sofia soltó un suspiro cansado, el hombre definitivamente no estaría tranquilo hasta ver a su mujer.

Sofia sin tener nada en cuenta salto de la cama y se lanzó en los brazos de Jeremy, el hombre aguantó un jadeo de dolor, pero no le importó con tan solo sentir a su mujer en brazos y percibir esa fragancia única de ella y acariciar su sedoso cabello era tener el mundo a sus pies con ella en brazos.

— Jeremy, pensé que estabas más grave - le dijo Sofia, pero al ver la mueca de dolor en el rostro de su marido agachó su cabeza dándose cuenta de lo impulsiva que fue al actuar de esa manera, sintiéndose avergo