Jeremy había puesto en marcha el vehículo y fue hasta la casa de Alma, al adentrarse en la Mansión la mujer se lanzó a los brazos del hombre y beso con desesperación a Jeremy, por supuesto el hombre con la culpa que tenía por tenerla muy olvidada no la apartó, pero él sabe perfectamente que ningún labio que ningún beso se compara a los de Sofia, y allí estaba el tormento de siempre, Sofia Álvarez, cuidadosamente Jeremy tomó la decisión de apartar a Alma, pero la tomó de la mano y se fueron hasta la cocina.

— He cocinado Costillas de cerdo para ti es tu plato favorito - se notaba la emoción en la voz de Alma, por supuesto si hubiera sido en el pasado Jeremy la hubiera elogiado y la hubiera llevado nada más por esa razón a las mejores tiendas del mundo, pero todo estaba cambiando, pero Alma no iba a rendirse - Brindemos con una copa de vino - ella lo estaba coqueteando, no obstante la indiferencia de Jeremy era muy notable aunque el mismo hombre quería ocultar eso - Jeremy ¿Ya no te gus