El doctor se despidió, el señor Mauro se quedó de pie mirando al hombre en la cama, suspiró tristemente, quería que él viviera, tenía una familia que lo necesitaba. ……………………………… Julia terminaba unos pendientes en su oficina, últimamente el trabajo era más pesado, Mario estaba ausente y cuando se veían solo peleaban. Ella no se sentía bien, su menstruación había llegado antes de tiempo y se sentía agotada. La secretaria entró. “Señorita Salazar los expedientes de la empresa de textiles ya están listos”. Julia sonrió asintiendo, se levantó de su lugar y sintió un fuerte dolor en el vientre. “¿Señorita? ¿Se encuentra bien?”. La secretaria se acercó tomando del brazo. Julia negó sin poder hablar porque el dolor era muy intenso, sintió un gran mareo y cayó inconsciente. La secretaria gritó y otra llegó llamando a urgencias, la trasladaron al hospital rápidamente. Mario terminaba de comer con una de sus conquistas cuando su teléfono sonó. “¿Señor Alanís?”. Mario escuchó atento. “
Mario solo los miraba sin ningún temor, se levantó ignorando a ambos le dijo a Eva. “Fue un placer Eva, nos veremos después”. Fabián se quedó mirando a Mario hasta que se fue, se giró y examinó a Eva. “¿Estás bien? ¿Te hizo algo?”. Eva negó alejándose de Fabián. “Estoy bien, solo conversamos”. Fabián la regañó. “¡Qué te dije sobre tener cuidado con Mario!”. Eva se sintió avergonzada, la gente los miraba. Fabian se calmó observó que la tenía fríamente tomada del brazo, ella hacía una mueca, la estaba lastimando. “Lo siento Eva, yo…” Eva se molestó y salió. No quería verlo. Fabian se despeinó el cabello. “Maldición!”. Charlie se acercó. “Debes estar tranquilo, cualquier paso en falso tuyo y levantará más sospechas”. Sebastián asintió. “Es que siento… que el tiempo se me termina”. Charlie trago grueso, no quería perder a su amigo. “Volveré con Julia”. Sebastiana asintió. Charlie se fue, Fabian necesitaba tiempo para pensar, estos últimos días sentía que el mundo se venía enci
Clara estaba inquieta y nerviosa, la herida de Fabian era grave. Se levantó golpeando la puerta. “¿Ahí alguien? ¿Ayuda?”. Golpeó por un rato, pero nadie contestó. Sebastián tenía dolor de cabeza y estaba muy mareado. “Déjalo Clara, no hay nadie”. Clara negó asustada. “Tu no entiendes…” Ella se acercó a Fabian. “¿Recuerdas esa droga que nos quiso vender el viejo John?” Sebastián se quedó mirándola, él recordaba lapsos de tiempo, pero de eso que ella hablaba no tenía ni idea. Clara le explicó. “La droga esa… la que era nueva. Bueno el caso es que Gregorio me pidió que lo llevara con el viejo John y le vendió eso… “ Clara recordó. “Ha estado muy cambiado, siempre está furioso, borracho o drogado, se vuelve loco y alucina mucho… siempre está maldiciendo a un tal Sebastián y a ti”. Sebastián suspiró. Clara le dijo. “Desde que uso esa droga ha empeorado, trate de alejarme, pero de una u otra manera me encuentra”. Ella sollozó asustada. “Ese hombre que nos pagó por la broma también m
Charlie habló dando órdenes a todos, Fabian tenía que ser llevado a un hospital urgentemente, Clara también, Eva los acompañaría, estaba muy asustada por lo que paso, nunca se imaginó que Gregorio llegara tan lejos. El lugar estaba en ruinas, tenían que ayudar a Sebastián a salir, no podían meter una camilla, los guardias lo levantaron ayudándolo a caminar despacio. Todos iban saliendo cuando Gregorio aventó a los hombres y a uno le quitó la pistola. Clara vio de reojo lo que Gregorio quería hacer… Gregorio apuntó el arma a la espalda de Fabian. El sonido de una bala se escuchó y todos giraron para saber dónde se escuchó el ruido… Clara estaba de pie detrás de Fabian, ella se atravesó para salvar a Fabian. La bala fue directamente al pecho de Clara, ella cayó al suelo. Fabian giro para ver lo que pasaba, los hombres le quitaron la pistola a Gregorio y lo golpearon para detenerlo poniéndole las esposas. El solo miraba a Clara y se reía trastornado. Fabian saco fuerza, se soltó
Parecía la nada, Fabian caminaba despacio por el lugar, había mucha bruma y no encontraba una puerta, un camino nada… Dio algunos pasos en falso, encontró un pequeño sendero que decidió seguir, empezaron a aparecer árboles, camino, césped, vegetación y escuchó un ruido, el camino hacia él y encontró un arroyo cristalino, se acercó a la orilla y miró su reflejo en el agua, era el de nuevo, toco su rostro y suspiró, todo estos meses estaba en una pesadilla, solo observaba su entorno pero él no se podía mover y presenciaba todo lo que hacía Sebastián, era desesperante, mas cuando tenia frente a él a Belinda, desde que la miro la primera vez le gusto mucho, era hermosa, inteligente, comprensiva, cuando ella se enteró que era su hermano se acerco mas a él, conversaban, reían, Fabian disfrutaba tenerla en sus brazos cuando Sebastián la abrazaba. Y el sentimiento que tenía era muy parecido al que sentía Sebastián cada vez que veía a Eva, por medio de los sentimientos de Sebastián conoció l
Al salir y cerrar la puerta Charlie lo observó esperando que hablara. Fabián agacho su mirada y una lágrima salió. “Sebastián ya no está”. Charlie levantó su rostro hacia arriba y cerró sus ojos, estaba triste porque su amigo se había ido. Fabián le dijo. “Busca al tío de Sebastián”. Charlie desanimado negó. “Hablaré con él después, sé que querrá encargarse de Eva”. Fabian lo interrumpió. “No es eso. Sebastián… estaba vivo, ese hombre lo tenía en su casa”. Charlie frunció el ceño. “¿Qué dices chico?”. Fabian le explico. “Si, en mi sueño, Sebastián se despidió de mí, estábamos juntos en esa habitación … éramos como fantasmas, sé que es algo increíble, pero créeme estuvimos ahí”. Fabian le contó. “Sebastián fue atendido por un doctor y estaba… muriendo…” Las lágrimas de Fabian cayeron. “Debes ir y saber si está vivo”. Charlie asintió y salió rápido a buscar al hombre mayor, le pidió a uno de sus asistentes que le pasara la dirección, Charlie se fue con la esperanza de encontra
Belinda tuvo una conversación con Charlie sobre Clara y Fabián, se enteró ellos eran pareja y tuvieron que ver con el accidente de Sebastián, ella quería alejarse del chico, ya había hablado con su madre sobre mudarse, ahora que Fabian había vuelto y ella tenía un trabajo estable más lo que Sebastián arreglo para ellas, ya no tenía que seguir viviendo ahí, podrían comprar un departamento para ambas. Belinda había sido franca con su madre, le dijo que a ella le gustaba Fabián pero que él no sentía lo mismo y que lo mejor era mudarse, su madre, aunque algo reacia acepto, lo único que le importaba ahora era cuidar de su hija, de Eva y su nieto, que ellos estuvieran bien y a salvo. Por la noche todos cenaron juntos, la mesa estaba en silencio, la señora Magdalena noto el ambiente y trato de hacer alguna conversación, pero era inútil. Fabián no dejaba de mirar a Belinda y ella solo lo ignoraba hablando con su madre o comiendo en silencio. La señora Rita carraspeo. “Bueno… queríamos agra
Recorrió la ciudad, solo había gente viciosa en las calles y algunas personas que madrugaban para ir a sus trabajos. Llegó hasta la esquina donde estaba el bar, ahí donde trabajaba Clara. Camino hacia la entrada, antes de llegar, observó como tres tipos golpeaban a un hombre. Fabián lo examinó, era el padre de Clara, estaba borracho y muy lastimado. El viejo John estaba de pie mirando todo el espectáculo que sus hombres tenían, levantó la vista y al ver a Fabian sonrió. “Mira que tenemos aquí… es Fabian”. Fabián camino hacia ellos en silencio mirando al hombre golpeado. El hombre lo reconoció. “Bastardo. ¿Dónde está mi hija?”. El hombre miró al viejo John. “Él te dirá dónde está mi hija, ella pagará por mí, te lo aseguro”. Fabian no le contesto solo miro al viejo John. El viejo John sonrió explicándole. “Me debe algunos miles… ¿Vienes a pagar su deuda como lo hiciste con la bella Clara?”. Fabian negó. “Solo pasaba por aquí”. El viejo John le ofreció. “Tengo de la más nueva