Todos se despidieron, Julia prometió llegar temprano por la mañana con un cambio de ropa para Eva.Charlie y Julia llevaron a Belinda a su departamento junto con el bebe. Ella llevó a Sebastián a la segunda planta donde estaba su habitación, la casa tenía un elevador, el señor Mauro esperaba que Sebastián lo utilizara, pero nunca salía de su habitación hasta hoy.Eva lo ayudó a acostarse en la cama con ayuda del enfermero, el amigo de Eva llegó y lo examinó, era especialista muy renombrado, le dio las indicaciones necesarias y le receto los medicamentos correctos, El enfermero se despidió dejándolos solos, Eva ya le aviso que ella se quedaría esta noche a cuidarlo, pero se quedaría en la casa por alguna emergencia. Después de arroparlo, ella acomodo unas mantas en el sillón grande de la habitación.Sebastián la miró, ella sintió la mirada, acomodaba su almohada. “¿Qué?”.Sebastián palmeo el pequeño espacio que quedaba en la cama, ella sonrió caminando hacia él, se recostó en su pech
Edwin se burlaba de ellas por estar de chismosas, el revisaba su teléfono cuando escucho la puerta de la oficina de Eva, ella salió junto con una chica de cabello rojo, tenía pecas en la cara y ojos verdes.Edwin se quedó pasmado mirándola como tonto. Era hermosa.Eva lo llamó varias veces y subió el tono de voz moviendo la mano en su rostro para que reaccionara. “¡Edwin!”.El apenado volvió en sí rascándose la nariz. “Hola”.Eva sonrió al notar el nerviosismo del hombre y le presentó a la chica. “Ella es Regina, será mi nueva doctora aquí en la veterinaria”.Edwin le estrechó la mano a la chica presentándose más tranquilo. “Soy Edwin, trabajo para el tío de la señorita Eva, si necesitas algo no dudes en pedírmelo”.La chica sonrió mirando al hombre. “Hola, un gusto”. A ella le parecía muy guapo y simpático.Eva sonrió al ver a los dos, presentó a Regina formalmente con las empleadas y después de hablar un poco se retiraron a sus actividades.Eva y Regina, conversaron un rato más con
Armando citó a Eva unos días después en un café. Ella accedió solo para dejar las cosas claras de una buena vez. Ella entró, al ver a Armando se acercó sentándose. Eva le dijo. Armando, yo quiero…” Armando la interrumpió. “Se lo de Sebastián”. Eva lo miró en silencio. Él sonrió. “No te preocupes, sé cuando pierdo, no me interpondré, él es padre de tu hijo, ustedes son una familia, solo quería verte para despedirme”. Eva estaba más tranquila. “Nadie sabe que él está vivó, por favor…” Armando entendió. “No hay problema, aparte de despedirme quiero advertirte…” Él la miró. “El esposo de tu madre está en la ruina, es por eso que está desesperada buscándote un buen partido, debes tener cuidado con ella, hará cualquier cosa por volver a tener dinero”. Eva asintió. “Gracias”. Armando le dijo. “También conocí a Mario en el extranjero por casualidad, quiso hacer negocios sucios en la empresa donde trabajaba, pero lo encontraron a tiempo. Eva le dijo. “Está en la cárcel. Si es por e
Por la noche Eva ayudó a Sebastián a acostarse, el pequeño ya dormía en su cuna. Eva se dio un baño rápido y se recostó a un lado de Sebastián, él al sentirla cerca se enterró en su cuello besándola. Eva disfruto de las caricias, Sebastián la estiro de la cintura poniéndola encima de él. Siguió besándola sin control mientras Eva se movía, su condición no impedía que tuvieran sexo. Ella vio estrellas llegando al punto más alto, Eva agitada respiró y ayudó a Sebastián a que terminara, tratando de no hacer mucho ruido, el pequeño estaba con ellos en la habitación, se recostó en su pecho calmando su corazón. Sebastián también agitado la beso en la cabeza y sonrió. “Te amo Eva, siempre”. Eva sonrió. “Y yo te amo a ti Sebastián… siempre”. Sebastián le dijo riendo. “Creo que deberíamos darle una habitación a Bastián, ya está grande”. Eva se carcajeó. “Solo quieres deshacerte de mi hijo para el sexo”. Sebastián negó. “No solo… quiero que duerma bien y a gusto en su propia habitación”.
Ciudad de Monterrey al norte de México…En un restaurante cerca de una de las plazas más conocidas de la ciudad, Eva una mujer de 28 años, tez clara y ojos cafés, su cabello era largo y castaño, disfrutaba de su comida junto a su mejor amiga Julia una chica de su misma edad, aperlada de cabello negro y ojos cafés.“Deberíamos ir a París por unos días, estoy tan cansada del trabajo”. Julia refunfuñaba en su asiento.Eva sonrió. “Hace solo tres meses fuiste a España”.Julia indignada y poniendo su mano en el pecho le dijo con tono de sufrimiento. “Eso fue por trabajo, el tirano de Mario solo me dejo descansar un día”.Eva reía. “¿Tirano?”.Julia asintió. “A ti te trata como princesa porque eres novia de su mejor amigo, pero a nosotras simples trabajadoras es un opresor de jóvenes bellas y educadas”.Sonó el teléfono de Julia. “Sí claro, estaré ahí”.Colgó. “Eva tengo que irme, papá quiere hablar un asunto conmigo”.Eva quiso irse con ella, pero Julia negó. “Quédate y termina tu comida,
Después de un rato recostados en la cama, Eva se levantó, Sebastián la observaba vestirse, se sentía realmente afortunado de tenerla a su lado, era la mujer más increíble que había conocido, desde el primer momento supo que ella era la indicada, a pesar de que ella tenía novio, él ni se inmutó y empezó conquistarla, hasta que con el tiempo ella cayó, no permitiría que nadie le hiciera daño alguno, era solo suya y quería verla siempre feliz.“¿Te vas tan pronto?”. Él se levantó abrazándola por detrás quitándole la ropa de nuevo besando su espalda.Ella se giró. “Es tarde, mi papá me espera”.Sebastián hizo una mueca. “¿Por qué nunca te quedas? solo por hoy, mañana hablaré con el y le diré que nos casaremos”.Ella negó. “Sabes que no puedo, mi papá es muy tradicional, no quiero un gran sermón”.El entendió abrazándola más fuerte. “Está bien, solo serán dos meses más y nos casaremos, te tendré para mí siempre”.Ella sonrió preguntando. “¿Siempre?”.Sebastián dijo. “Siempre”. Beso sus lab
Mario desde el otro lado de la línea le explicó. “Sebastián mi auto se descompuso, no creo llegar por ti”.Sebastián observó la hora en su reloj de mano. “Está bien, me iré en mi coche, te veo allá”.Colgó y terminó de arreglarse. Subió a su auto y salió de la gran mansión a las afueras de la ciudad, ya era un poco tarde y conducía rápidamente por la única carretera que llevaba a la ciudad, alrededor solo había arboledas y matorrales , todo esa área era parte de la familia. Les gustaba vivir tranquilos y sin tanto ruido.………………………….En casa de Eva…“Te ves hermosa hija”. Su padre se acercó mirándola por el reflejo del espejo.“Gracias papá”. La cara de Eva estaba iluminada y hermosa.“Luce radiante ¿Verdad señor Cortés?”. Julia sonreía mirando a su amiga.El padre de Eva asintió. Se quedó un momento en silencio y después preguntó. “¿Invitaste a tu madre?”.Eva observó a su padre desde el espejo y su semblante cambió un poco cuando su padre hizo la pregunta. “Le envié la invitación, no
“¡Detente!”. Le gritó a Mario quien conducía.Mario la miró e hizo una mueca. “Debemos llevarte a descansar”.“¡No escuchaste! ¡Detente!”. Ella volvió a gritar.Él se orilló y apagó el auto, Julia acarició su brazo. Eva la miró. “Necesito verlo por mí misma”.Julia negó persuadiendo a su amiga. “Vamos a casa Eva, necesitas cambiarte y descansar un poco, Mario se encargará de averiguar qué pasa”.Eva negó y se soltó de Julia quien trataba de calmarla en el auto, Eva se safo y salió del coche, Mario salió detrás de ella, Eva corrió por la calle con su largo vestido la gente la observaba asombrada, mientras el hombre de traje negro iba detrás de ella gritándole. “¡Eva espera!”.Chocaban con la gente alrededor pero no impido que Eva siguiera. Los transeúntes pensaban que era una novia fugitiva y que el hombre era el novio que quería detenerla.Ella cruzó sin fijarse y un auto frenó antes de golpearla, el hombre sacó la cabeza por la ventana enojado. “No ves que está en verde! ¡Vieja loca