Charlie miró a Eva. “Hola, mi amigo necesita unos accesorios para su perro…” Charlie miró a Sebastián, ahora Fabian, quien se acercó a los tres. Eva y Julia lo observaron por unos momentos, Julia sonrió. “Niño, eres muy guapo”. Ella le guiño un ojo. Sebastián hizo una mueca y giró para ver a Eva quien lo miraba atenta, ella nunca podría olvidar esos ojos, eran idénticos a los de Sebastián, ella se preguntaba si su bebe tendría el mismo parecido a Sebastián y heredaría esos hermosos ojos. “Eres tú de nuevo, como esta tu… ¿Perro?”. Sebastián le sonrió. “Él está bien, yo salí de viaje y Charlie me ayudó a cuidarlo”. Charlie asintió presentando al chico. “Él es Fabian Ortega, es amigo mío de años”. Eva lo saludo. “Nunca escuche hablar de ti antes”. Charlie le explicó. “Mi amigo vivía en el extranjero hace poco regresó y retomamos nuestra amistad”. Charlie le dijo. “Ah! También conocía a Sebastián”. Eva los miro extrañada. “Sebastián nunca me habló de ti”. Fabián se rasco la nariz.
Gregorio se levantó gritando. “¡No pueden hacer esto! ¡Esta empresa es mía y de mi familia! ¿Cómo dejan que un niño desconocido se encargue? Charlie lo interrumpió. “Propongo que Fabian esté en la empresa tres meses, los mismos que estuviste tú, veremos si este niño desconocido hace bien su trabajo”. Todos los accionistas se miraron entre sí y aceptaron levantándose. Gregorio se quedó en la sala esperando a que todos se fueran, al estar vacío el lugar se levantó poniéndose frente a Fabian quien no le tenía miedo. “Niño… Acabas de meterte con alguien que no deberías…” Fabian sonrió. “¿Me estás amenazando?”. Gregorio lo miró. “Tómalo como quieras”. Después salió del lugar. Fabian giro para ver a Charlie. “Vamos a lo que sigue”. Charlie se levantó y salieron juntos, el asistente de Sebastián, Ramon ya estaba esperándolo afuera. “Señor… todo estará listo para mañana”. Fabian asintió, mañana por la mañana regresaría a su oficina y Gregorio solo volvería a ser accionista. …………………..
Al día siguiente Eva despertó más temprano que de costumbre, se lavó y se vistió para ir a la cita en la clínica, bajo y desayuno con su padre. Ella terminó. "Papa me tengo que ir". "Cuídate hija". Ella caminó a la puerta buscando en una aplicación un taxi, la puerta se escuchó, ella abrió encontrándose con Fabian, vestía un traje azul y corbata negra. Al verla él sonrió. "Buenos días". Eva aturdida sonrió nerviosa. "Buenos días… ¿Qué haces aquí?". Sebastián le explicó rascándose la nariz. "Tú auto se averió y no pude mandarlo como te prometí, así que decidí ser tu chófer hoy". Eva negó. "No tenías que hacerlo, puedo tomar un taxi, debes estar muy ocupado". Sebastián negó. "Hoy no tengo tanto trabajo por la mañana y Charlie está en la empresa". Charlie desde la oficina refunfuñaba. "No debí decirle sobre las citas, estaría acostado en mi oficina disfrutando de un buen sueño…" Él tecleaba rápidamente en la computadora molesto. Eva observó a Fabian por unos momentos, ya era tard
Julia miró a su amiga y le preguntó muy seria. “¿Te gusta?”. Eva se levantó de la silla nerviosa y aleteando en el aire. Cómo crees eso … Es un niño por Dios”. Julia la miraba caminar por la oficina. “Pero no te alteres es solo una pregunta, si tu no está interesada puede que yo sí, es guapo, joven y al parecer es adinerado es perfecto”. Eva miró a Julia. “Pero es muy joven”. Julia negó. “y eso que, estamos en una sociedad libre y abierta, no veo lo malo”. Eva negó y se sentó de nuevo en la silla, se recargo en el escritorio pensando, se sentía como tonta recordando los gestos y movimientos de Fabián que eran muy parecidos a Sebastián. Julia observó a su amiga con curiosidad. "¿Qué piensas?". Eva solo mito a su amiga y negó. Julia le rogó. "Vamos dime…. ¿Verdad que es guapo?". Eva hizo una mueca. "Lo es… pero es un niño". Los ojos de Julia se iluminaron. Eva le advirtió antes de que abriera la boca. "Pero eso no significa que vaya a tener algo con él, olvídalo". Julia resop
Después de unos minutos Charlie bufo. "El tipo no refuto las nuevas órdenes". Sebastián afirmó. "No le conviene reclamar nada, ahora él despacho estará detrás de él por perder el poder de manejar todos los asuntos legales de la empresa y tiene que enfrentar a Gregorio". Charlie sonrió. "Sabes… me gusta esto de trabajar en una empresa, los números, asuntos y cuentas son fáciles de manejar". Sebastián sonrió, al fin Charlie se interesaba en algo que no fuera computadoras. Charlie se acordó y le dijo. "Ya tengo los datos de lo que hace cuando se va de viaje, al parecer está tramando algo con un famoso hipnotista". Sebastián lo pensó por un momento, golpeando la mesa con sus dedos. "¿Quiere hipnotizar a Eva?". Sebastián le preguntó a Charlie dudoso. Charlie se dejó caer en el sillón. "Es lo más probable". ………. En el despacho del padre de Julia, el señor Salazar estaba furioso. “¡Cómo ¡Es posible que hayas perdido el patrocinio de la empresa! Era nuestra mejor fuente de ingresos, t
Eva negó. "Está bien, tomaré un taxi". Fabian se negó. "No estaré tranquilo hasta no llevarte personalmente". Eva suspiró sin querer discutir más. "Ok". Sebastián se acercó besando su mejilla. "Te veré mañana". Mario renegaba en su casa, había buscado información sobre Fabian Ortega, Charlie había hecho un buen trabajo al maquillar el historial de su amigo. Ahora resultaba que Fabian era hijo de unos millonarios que murieron en un accidente, había estudiado una carrera de administración y tenía una abuela ya muy mayor a la que cuidaba, lo curioso es que la madre y hermanas Sebastián vivían en la misma casa que la de Fabian. Tenía que pensar que hacer ahora, Gregorio ya lo tenía amenazado y su jefe en el despacho quería resultados. No tenía oportunidad de terminar su plan con Eva. No quiso darse por vencido. Marcó un número. "Doctor… cambio de planes tendremos que adelantar el plan… si lo espero en varios días". ………… Gregorio disfrutaba de varias chicas en el bar junto con ot
Sebastián se quedó algo exaltado, recobro el sentido y la miró. “Yo… tuve un accidente hace unos meses… son secuelas…” Eva no entendía. “¿Secuelas?”. Sebastián asintió. “Si”. Él no quería hablar más del tema. “Vamos te llevaré a la veterinaria, tengo trabajo pendiente hoy”. Eva ya no quiso preguntar más, el camino a la veterinaria fue silencioso. Cuando Eva bajó Sebastián se despidió y salió rápidamente de ahí. Eva se quedó mirando el auto, Fabian estaba muy raro y ella no dejaba de pensar como sus ojos cambiaron, eso era algo increíble e insólito. Sebastián llegó a la oficina y se recostó en el sillón, Charlie entró sin tocar la puerta, cuando observó a su amigo se acercó. “¿Qué pasó? ¿Una recaída?”. Sebastián negó y se acomodó en el sillón apretando sus sienes. “Fabian volvió… solo fueron unos minutos, pero volvió, Eva lo vio todo”. Charlie se sentó en el otro sillón angustiado. “Se está acabando el tiempo…” Sebastián miró a su amigo asintiendo. “Debemos apresurar todo”. Cha
Belinda entro con un lindo vestido amarillo y maquillaje ligero, algo en Sebastián picaba en su corazón, estiro su cuello y se ajustó la corbata. “Hola Fabian”. Ella sacó la vianda y repartió la comida en platos, dejando comida para Charlie que siempre aparecía. Ellos comieron en silencio, aunque Belinda conversaba Sebastián solo contestaba con un sí o no. Belinda lo miró dejando su plato en la mesa. “¿Pasa algo?”. Sebastián limpio su boca. “No, todo está bien”. Belinda se acercó más a él en el mismo sillón. “Estás muy serio conmigo. ¿Hice algo malo?”. Ella hablaba de manera coqueta, Sebastián frunció el ceño, algo lo instaba a seguir la corriente de su hermana, carraspeo y se levantó alejándose de Belinda. Ella se levantó al instante y se acercó a él. “Fabian…quiero decirte algo”. Sebastián miro la hora. “Podemos dejarlo para después, tengo una junta”. Belinda se acercó más y más, él camino hacia atrás hasta toparse con el escritorio. “Solo serán unos minutos… “Yo...” Se que