¡Mafiosa! 🖤✨ Apóyame dejando tu comentario, ya sabes que me encanta leerte y sentir tu vibra. 💬🔥 ¡Eres parte de esta historia, no lo olvides! 💋
C57- HUIDA EN PALERMO.Luna sintió cómo su estómago se encogía cuando el SUV se lanzó hacia adelante. Cassio manejaba con precisión, esquivando autos, motos y peatones que apenas lograban apartarse a tiempo. El motor rugía con furia, y el aire dentro del vehículo se volvió pesado, cargado de tensión.Detrás de ellos, el auto negro aceleró, pegándose a su parachoques como una sombra amenazante. Luna se aferró al asiento, mientras su corazón martilleaba contra su pecho.—Cassio, ¡dime qué está pasando! —exigió, su voz quebrándose entre el miedo y la desesperación.Pero Cassio no apartó la vista del camino, sus nudillos se volvieron blancos por la fuerza con la que sujetaba el volante.—Mariposa... no te asustes, pero creo que intentan secuestrarnos.Luna sintió que el mundo se detenía. Su piel se erizó, y un escalofrío le recorrió la espalda. Trató de responder, pero su garganta estaba seca.—¿Secuestrarnos? ¿Quiénes? ¿Por qué? —logró preguntar, con un hilo de voz.Cassio no contestó. E
C58- UNA PROMESA Y UNA PROPUESTA.Cassio deslizó el dedo sobre la pantalla y llevó el teléfono al oído.—Dime.La voz de Leonardo llegó al otro lado de la línea, con ese tono despreocupado y burlón.—Relájate, hermano. Solo quería decirte que todo está listo. Tenemos la ubicación de Emiliano. Es hora de que vayamos tras él.Cassio apretó los dientes, su mandíbula tensándose. Emiliano. Ese nombre era como una espina clavada en su mente y por fin estaba cerca de tenerlo en sus manos.—Bien. Pero primero tengo que resolver unas cosas aquí antes de partir a Colombia.Hubo un silencio breve, seguido de una risa sarcástica del otro lado.—¿"Cosas"? Déjame adivinar… ¿esas "cosas" tienen ojos verdes, cabello castaño y tetas?Cassio rodó los ojos, sintiendo cómo la irritación subía como una ola.—Vete al diablo, Leonardo.—Tranquilo, tranquilo. Solo digo que no dejes que una chica te haga perder el enfoque. Emiliano no va a esperar para siempre.—No estoy perdiendo el enfoque. —Cassio se levan
C59- CENA INCOMODA.La modista ajustaba los últimos detalles del vestido. Sus manos expertas se movían con precisión entre las telas, pero Luna apenas podía concentrarse en lo que sucedía a su alrededor. Su mente estaba atrapada en dos pensamientos que la asfixiaban: su padre y la ausencia de su período.No se había atrevido a mencionar ninguna de las dos cosas a Cassio. Después de lo que él le dijo sobre su misión, ni siquiera sabía a dónde iría o qué haría, pero el miedo la carcomía por dentro. Y ahora, con la posibilidad de que un niño estuviera formándose dentro de ella, todo se sentía aún más abrumador. Quizás por eso había aceptado casarse, además de su amor por Cassio, obviamente. Pero su padre… su padre debería estar allí. Debería compartir ese momento con ella.La puerta principal se abrió de golpe, y Luna vio a las personas entrar reflejadas en el espejo frente a ella. Su garganta se cerró al instante. La mujer que entró primero parecía sacada de un cuento de hadas, como una
C60- NO ES UNA COBARDE.Luna se encontraba en la cocina, con las manos temblorosas mientras sostenía un vaso de agua. Bebió un sorbo, intentando calmar los nervios que le había dejado la cena. Las palabras de Enzo seguían resonando en su cabeza, cada una más afilada que la anterior. Respiró hondo, cerrando los ojos por un momento.De repente, escuchó pasos detrás de ella. Se giró, con el corazón latiendo con fuerza en el pecho, solo para encontrarse con Enzo acercándose con esa misma mirada fría que tanto la inquietaba.—¿Huyendo de la mesa? —preguntó él, con un tono gélido que hizo que un escalofrío recorriera su espalda—. Qué conveniente. Porque tú y yo necesitamos hablar.Luna tragó saliva, obligándose a mantenerse firme a pesar del nudo en su garganta. Enderezó la espalda, intentando proyectar una seguridad que no sentía del todo.—Bueno, si no ha sido suficiente con todo el ataque en la cena, hable. Lo escucho.Enzo alzó una ceja, claramente sorprendido por su desafío. Chasqueó l
C61- CONFESIONES ENTRE MUJERES.El sol apenas comenzaba a asomarse sobre la mansión, pero ya había una actividad febril en cada rincón. La boda de Cassio y Luna sería un evento pequeño, con pocas personas, pero las necesarias. Y aunque Luna no conocía a la mayoría de los invitados, pero eso no le importaba. La emoción de casarse con Cassio llenaba su corazón, los nervios también estaban presentes, pero la felicidad los superaba.Por eso ahora estaba sentada frente al espejo en su habitación, mientras un maquillador le colocaba una mascarilla en el rostro. La puerta se abrió de repente, y Svetlana apareció con una sonrisa radiante.—¡Buenos días, futura señora King! —dijo Svetlana con un tono amable y divertido mientras se acercaba. —¿Nerviosa?Luna asintió lentamente, bajando la mirada mientras sus manos jugaban con el borde de su bata de seda.—Un poco —admitió en voz baja.Svetlana se acercó y le dio un suave apretón en el hombro.—Es normal, querida. Pero te aseguro que Cassio será
C62- IMPOSIBLE RESISTIRSE.Cuando llegaron al salón, todas las miradas se volvieron hacia ella. Los murmullos cesaron, y el lugar quedó en completo silencio. Luna sintió cómo el corazón le latía con fuerza, pero no por la atención de los demás, sino porque al final del pasillo estaba él.Cassio.Sus ojos se encontraron, y en ese instante, todo lo demás desapareció. Él la miraba como si fuera la única persona en el mundo, y la intensidad de su mirada hizo que Luna sintiera que sus pies flotaban. Su vestido, que se movía como una segunda piel con cada paso, parecía no importar. Ni las decoraciones, ni las miradas curiosas de los invitados.Solo existía él.Con cada paso que daba, sentía cómo su felicidad crecía. Su mente estaba llena de pensamientos, pero todos convergían en una sola verdad: esto era lo correcto. No sabía cómo ni por qué, pero sabía que estaba destinada a estar con Cassio. Y no solo por ella, sino también por el bebé que ahora estaba segura crecía en su vientre.Cuando l
C63-DULCE VENENO. Cassio y Luna entraron en la habitación del hotel sin dejar de besarse, sus labios se devoraban, sus manos se aferraban al otro con una intensidad febril. Luna dejó escapar un pequeño jadeo cuando su espalda tocó la puerta cerrada. Y Cassio sonrió contra su boca, su aliento cálido sobre su piel.De pronto, él se apartó apenas, con los ojos verdes fijos en ella, devorándola con la mirada. Un destello oscuro de deseo encendía su expresión.—Empieza a desvestirte. Lento —ordenó con voz ronca, cada palabra impregnada de lujuria.Luna le sostuvo la mirada con una sonrisa seductora. Sus dedos fueron hasta los broches de su vestido de novia y comenzó a soltar uno a uno con una lentitud exasperante. Dejó que el tirante se deslizara por su hombro, revelando piel suave y tentadora. La prenda se deslizó poco a poco, cayendo por sus curvas con una sensualidad natural. Sus movimientos eran calculados, provocadores, como si cada segundo de espera fuera una caricia invisible sobre
C64- SALIR DE DUDAS.A la mañana siguiente, Cassio y Luna cruzaron la entrada principal de la mansión tomados de la mano. Cassio llevaba una sonrisa relajada, segura, mientras Luna caminaba a su lado con una mezcla de nerviosismo y timidez.En el comedor, Enzo desayunaba con Svetlana. Al verlos entrar, alzó las cejas y dejó escapar una carcajada burlona.—Vaya, por la sonrisa que traes, parece que alguien tuvo una noche... inspiradora.Luna sintió cómo el calor subía por su cuello hasta teñirle las mejillas. Bajó la mirada, avergonzada, mientras Svetlana giraba hacia su esposo con una mirada de reproche.—¡Enzo! No seas indiscreto —le siseó, fulminándolo con los ojos.Cassio, sin perder la calma, soltó una risa baja. Se inclinó ligeramente hacia Enzo mientras abría una silla para Luna.—Digamos que fue una noche... inolvidable —respondió con una sonrisa ladina, dejando claro que no tenía intención de ocultar nada—. Triste por esos que ya no pueden ser libres como antes porque tienen o