Respondiendo su pregunta: no. Declan estará en la historia de Marco y Avery, quien, por cierto, es la hermana perdida de los hermanos O'Reilly. Y no solo Declan estará ahí, también Liam, el abogado. Ahora, hablemos de Declan. Casi siempre vemos que ellas aman, pero ¿qué sucede cuando en lugar de amar, odias? ¿Qué pasa cuando decides seducir a tu exmarido, no por amor, sino para destruirlo? 😈✨ Su historia será un juego de fuego, pasión y venganza. ¡Y me voy a divertir muchísimo escribiéndola! Pero, lo mejor de todo, sé que ustedes también disfrutarán cada momento. ¡Las adoro con todo mi corazón, y no puedo esperar para compartir más de esta saga con ustedes! 💖
C194-CADA PARTE DE MI.Kieran y Clara se besaban con hambre, sin espacio para el aire ni la razón. Sus manos se aferraban el uno al otro, desesperadas, urgentes. De pronto, él la tomó de las nalgas y la levantó con facilidad.—Dios, te deseo tanto, mo chroí (mi amor) —murmuró contra sus labios.Clara soltó un pequeño gritito de sorpresa, cuando Kieran la cargó de repente, pero enseguida sonrió, dejando que la calidez de sus manos la envolviera. Acunó su rostro y deslizó los dedos por su barba, acariciándola con suavidad.—Yo también te deseo —dijo, su mirada ardiendo al encontrarse con la de él.Kieran sonrió de lado antes de soltar un gruñido gutural. Y sin más, la llevó hasta la cama, cayendo sobre ella con un impulso arrollador. Sus labios volvieron a encontrar los de su ahora esposa, esta vez con una intensidad que hacía imposible pensar en otra cosa que no fuera el fuego que los consumía.MINUTOS DESPUES…―Kieran… por favor… ―Clara sentia que se le cortaba la respiración cada vez
C195- TE DARÉ EL DIVORCIO.Kieran y Clara estaban abrazados, sus cuerpos relajados pero aún tibios por lo que había pasado entre ellos. La habitación estaba en calma, solo el sonido de sus respiraciones llenaba el espacio.Kieran le acariciaba el brazo con lentitud, trazando líneas invisibles sobre su piel, mientras ella jugaba distraídamente con los músculos de su pecho.Pero de repente, Clara rompió el silencio.—¿Crees que Declan siga adelante con la boda?Kieran suspiró y su expresión se tornó seria.—Pues… debería. Ya le ha dado su palabra a Bernard, y aunque Aisling haya regresado… no cambia nada. Ya ellos están divorciados.Clara recordó la apariencia de Aisling. Y en realidad, no le pareció una asesina. Y menos de su hijo.—Mi amor, cuando la culparon… ¿no pensaron un segundo que…? —hizo una pausa, sin saber cómo decirlo—. Bueno… que… quizás ella no tuvo la culpa. Es que… como madre se me hace impensable que ella haya sido tan descuidada.Kieran la miró con atención, reflexion
C196- TORMENTO 3000Madison cruzó los brazos, inclinando la cabeza con una sonrisa burlona. Por dentro, algo en su pecho se apretó, pero no iba a darle el gusto de verlo.—¿Vas a casarte con la plástica con la que sales en todos lados?Iván frunció el ceño, confundido.—¿De quién hablas?Madison bufó y negó con la cabeza.—Da igual. —Su sonrisa seguía en su rostro, aunque por dentro sentía que la estaban diseccionando en carne viva. Lo amaba, pero no podía perdonarle haberla abandonado dos veces. Dos veces había confiado en él, y dos veces la había dejado sola. Esa era una herida que no estaba dispuesta a cargar más.Sabía que aceptar su propuesta era su única salida. No solo quería alejarse de Iván, sino también de la sombra de su padre y de los negocios corruptos. Necesitaba empezar de nuevo, lejos de todo.—Está bien. Te acompaño a tu dichosa reunión y luego me dejas libre.Iván asintió, pero su mano apretó el vaso con fuerza.Ella no lo notó, pero por dentro, él se sentía vacío, do
C197-YO, SOLO TE TOCO.Madison removió su café con la cucharita, tratando de parecer relajada, Henry la miraba con una sonrisa tranquila, como si no notara lo nerviosa que estaba.—¿Azúcar? —preguntó él, tomando el pequeño sobre blanco de la mesa.—Ah, sí, gracias —respondió, intentando no tambalearse con las palabras.Henry vertió el azúcar en su taza y la revolvió con cuidado, como si fuera lo más natural del mundo. Su atención la incomodaba, pero al mismo tiempo era reconfortante. Siempre había sido así con él, atento, amable… demasiado perfecto.—Entonces, ¿por qué volviste a Chicago? —preguntó, apoyando los codos en la mesa y fijando sus ojos en ella.Madison tragó saliva. No había preparado una respuesta para esa pregunta, y mentir no era una opción. Sus dedos tamborilearon contra el borde de la taza antes de decidirse.—Voy a divorciarme de Iván.Los ojos de Henry brillaron por un instante, pero fue tan rápido que Madison casi no lo notó. Él se recargó en el respaldo de su sill
C198-NO SOY MENTIROSO.El beso entre Madison e Iván fue como un choque de mundos. Intenso, lleno de todo lo que no se habían dicho en años. Sus labios se encontraron con una desesperación que ninguno de los dos pudo controlar, como si ese contacto fuera lo único que pudiera sanar las heridas que llevaban cargando. Iván la pegó a la pared, como si temiera que pudiera escaparse de nuevo.Madison, por su parte, quiso resistirse, pero no pudo. Sus manos se aferraron a la camisa de Iván, y aunque su mente le gritaba que lo empujara, su cuerpo se negaba a obedecer. Había algo en ese beso que le recordaba todo lo que alguna vez tuvieron, todo lo que habían perdido.Y cuando el finalmente rompió el beso, sus manos subieron a su rostro, sosteniéndola con delicadeza, pero su mirada seguía siendo intensa, fija en la de ella.—Deborah estará aquí en media hora —dijo, controlando su respiración—. Quiero es que me creas, malishka. No porque lo diga yo, sino porque vas a verlo con tus propios ojos.M
C199- SOLNYSHKO.Madison removió su cuchara dentro de la taza de café sin mucho interés. Su desayuno estaba casi intacto, pero su mente no paraba de dar vueltas. Aun no procesaba del todo lo que había descubierto el día anterior: Iván no se había acostado con Deborah. No debería importarle, pero la verdad era que la aliviaba saberlo.Aun así, esa sensación de alivio no opacaba el resentimiento que llevaba dentro. Porque él la había dejado. Se había ido sin una palabra y, después había reaparecido de la nada para obligarla a casarse con él. Como si su abandono nunca hubiera pasado, como si tuviera derecho a reclamarla de nuevo.El sonido de la puerta principal al abrirse de golpe la sacó de sus pensamientos. Dos guardaespaldas entraron a la casa sosteniendo a Iván.Pero contrario a lo que cualquiera pensaría, él no estaba borracho. Estaba sangrando.—¡Dios mío! —se levantó de la silla y corrió hacia ellos—. ¿Qué le pasó?Iván alzó la mirada con un ojo amoratado y le dedicó una media so
C200- UN MAFIOSO CELOSO Y UNA NOCHE SIN ESCAPE.Había pasado una semana desde que Madison curó las heridas de Iván, pero la distancia entre ellos seguía intacta y ella extrañaba sus caballos, la naturaleza, su vida. Necesitaba salir de allí, y por eso ahora estaba delante de Iván, decidida a encontrar una solución.—¿Cuándo iremos a la dichosa reunión? —soltó, su tono deliberadamente hostil.Iván terminó de firmar un documento con calma antes de levantar la mirada hacia ella.—¿Tan deseosa de completar el divorcio?Cada vez que Madison mencionaba la separación o lo insinuaba, sentía un nudo en el estómago, como si se hubiera tragado una mosca.—Quiero empezar mi nueva vida, Iván.—su voz fue fría, sarcástica, como si le divirtiera la situación. ―¡Dios, si tan solo lo entendieras!El apretó el documento entre sus dedos.—Cuidado... parece importante.Iván soltó el documento con brusquedad y se puso de pie.—El viaje se ha retrasado por unos asuntos, pero no veo que te falte nada aquí pa
C201- PERLAS.Madison intentó girar el rostro, alejarse, pero la mano de Iván en su cintura la mantenía atrapada, firme contra el colchón.—Suéltame —susurró, aunque ni ella misma sonaba convencida.Iván bajó el rostro, rozando su nariz con la de ella, su aliento cálido acariciándole la piel.—No mientas, malishka —murmuró con voz ronca—. Me deseas tanto como yo a ti.Madison cerró los ojos, negándose a caer en su juego.—No…—Sí —Iván deslizó su mano por su costado, quemando cada centímetro con su tacto—. Ambos llevamos demasiado tiempo conteniéndonos. Demasiado tiempo fingiendo que esto no nos consume.Ella abrió los ojos y se encontró con los de él, oscuros, hambrientos. Sabía que debía apartarlo, que esto no era parte del acuerdo… pero maldita sea, él tenía razón.Así que no peleó cuando Iván inclinó el rostro y atrapó su boca con la suya.El beso fue fuego.No hubo suavidad, no hubo dudas. Solo labios que se buscaban con desesperación, lenguas que se encontraban y un deseo acumul