¡MIS MAFIOSAS! 💋✨ Así concluimos este emocionante maratón. ¡Gracias por acompañarme! 🖤 Pero prepárense, porque mañana las cosas se van a poner MUY interesantes. 👀🔥 Eros olvidó el aniversario y créanme... ¡le va a salir caro! 💣💔 ¿Cómo creen que terminará esto? Las leo en los comentarios, ¡cuéntenme qué les pareció y qué esperan! 🙌 Las amo muchísimo, gracias por todo su apoyo siempre. 🖤💌 ¡Un abrazo enorme! 😘
C143- NECESITO UNA AMIGA.Eros Golpeó la mesa con el puño y los recuerdos lo invadieron.Había sido un día de mierda. Demasiados problemas, demasiados asuntos que arreglar. Llegó a casa con dos hombres heridos, sin siquiera notar lo que había a su alrededor.Entonces la vio.Lucy, su esposa, de pie junto a una mesa perfectamente arreglada. Velas encendidas, una botella de vino abierta.Su expresión pasó de expectante a fría en segundos.—¿Se puede saber qué carajo es esto? —preguntó, sin entender.Lucy cruzó los brazos.—Nuestro aniversario.La culpa lo golpeó como un maldito tren.«Mierd@.»Pero Lucy ya estaba molesta y cuando vio a los hombres heridos, su enojo escaló a otro nivel.—¿En serio, Eros? ¿No solo lo olvidaste, sino que traes a dos idiotas ensangrentados a casa?El dejo salir el aire y respondió creyendo que su respuesta no tendría consecuencias.—No exageres, muñeca. Son mis hombres, un negocio salió mal… y necesitan ayuda.Lucy soltó una risa sin humor.—Claro… ¿Y qué h
C144- NOCHE DE REBELDIA.—¿En serio te dijo eso?! —Luna preguntó, medio enojada, medio sorprendida.Lucy asintió con una expresión de derrota.—Me esmeré en hacer todo perfecto, y él no solo aparece con sus hombres, sino que... olvidó nuestro aniversario.Su voz se fue apagando al final, como si decirlo en voz alta lo hiciera aún más real. Luna se acercó sin dudarlo y la abrazó.—Eros es un idiota.Lucy cerró los ojos, asintiendo levemente.—No voy a refutarlo.Por un momento, se quedaron así, hasta que algo se encendió en la mirada de Luna. Se apartó y le sonrió con complicidad.—¿Y si nos divertimos un poco?Lucy frunció el ceño.—¿Divertirnos? ¿A dónde?Luna sonrió con picardía.—Hay un lugar súper exclusivo aquí en París. Jared está con la niñera, así que... la noche es de nosotras.Lucy dudó, mordiéndose el labio.—No lo sé...Luna bufó.—Oh, vamos. No me digas que tienes miedo.—No es eso. Es que a Eros...—¿Eros? —Luna rodó los ojos. —¿En serio? Te dejó plantada en tu aniversar
C144-DESAFIO DE AUTORIDAD.Lucy contuvo la respiración, pero Luna ni se inmutó. Su mirada se volvió más helada, su postura relajada pero con un aire de peligro latente.—Dije —murmuró, dejando su copa sobre la barra con absoluta calma—, que si no te largas ahora, te haré tragar cada diente que tienes en esa boca asquerosa.El hombre soltó una carcajada burlona, ladeando la cabeza mientras la miraba con desprecio.—Qué boca tan grande para una muñequita como tú. Se nota que te gusta jugar rudo, pero dudo que puedas hacerle daño a un hombre de verdad.Luna, con los ojos entrecerrados y el alcohol dándole una valentía temeraria, dio un paso hacia él sin apartar la mirada. Levantó la copa con tranquilidad, inclinó la cabeza y sonrió con frialdad.—Te reto a que lo repitas, basura.El tipo la recorrió descaradamente con la mirada, como si la estuviera desnudando con los ojos.—Eres una fiera, ¿eh? No me imagino cómo serás en la cama... aunque seguro allí te gusta que te dominen.Y antes de
C145- CELOS MAFIOSOS.Cassio y Eros entraron al club como una tormenta a punto de desatarse. La música tronaba en los altavoces, las luces parpadeaban y el aire estaba cargado de humo y alcohol. Sus miradas se movieron de un lado a otro, buscando desesperadamente a sus esposas. Entonces las vieron. En el centro de la pista, rodeadas de jóvenes imbéciles que claramente no sabían en qué se estaban metiendo, estaban Luna y Lucy. Sus vestidos eran una m*****a afrenta. Cortos, ajustados, insinuantes de todo lo que solo ellos deberían ver. Celos, furia y un deseo maldito que lo hacía querer sacarla de ahí de un tirón. Porque Luna fingía estar considerando la invitación de un idiota que sonreía demasiado. Y Lucy reía con otro que parecía creer que tenía una oportunidad. Cassio cerró el puño. —Hasta hoy llegaste, niño bonito —murmuró sacando su arma—. No debiste poner tus ojos en ella. Antes de que pudiera desenfundar, Eros le agarró el brazo con fuerza. —No hagas una estupidez aquí, Ca
C146- VAS A MIRARME PRIMERO.La música resonaba en el ambiente, vibrando en cada rincón de la pista de baile. Cassio y Eros permanecían de pie, observando a sus esposas con una mezcla de orgullo y cautela.—¿Qué están tramando? —murmuró Cassio, sin apartar la mirada.Eros no respondió. Estaba demasiado concentrado en Lucy, quien le lanzó una sonrisa juguetona antes de girarse hacia Luna. Algo en esa mirada lo descolocó por completo. Era como si estuviera viendo a otra mujer, una versión que lo desafiaba y lo atraía al mismo tiempo.De repente, Luna y Lucy decidieron cambiar el juego. En lugar de bailar con los otros hombres que las rodeaban, comenzaron a bailar entre ellas. La pista de baile pareció detenerse por un instante cuando ambas se acercaron, moviéndose al ritmo de la música con una sincronización perfecta.Sus movimientos eran sensuales y calculados, un lenguaje corporal que hablaba de confianza y poder. Las manos de Luna recorrían la cintura de Lucy con una delicadeza que h
C147- SEDUCTORA POR EL ALCOHOL.La mandíbula de Cassio se tensó, sus ojos ardían mientras veía a Luna se moviendo sus manos sobre su cuerpo, con un toque lento y sensual. Ella ahuecó sus pechos y sus dedos acariciaron sus pezones, al tiempo que un suave gemido escapaba de sus labios. Luego sus manos recorrieron su estómago, hasta que sus dedos se hundieron entre sus muslos, con un toque ligero y provocativo.―¿Lo quieres…? ―musito jugando con ella misma.La respiración de Cassio era casi inexistente, su polla dura y dolorida latía en sus pantalones. La deseaba, la necesitaba, pero ella estaba en control ahora. Y no lo haría de otra manera.―Vas a ser mi muerte, mariposa ―gimió, tragando con deseo.Luna sonrió, sus ojos oscurecidos por la necesidad.―Tal vez ―Dio un paso más cerca y su mano se extendió para tocarlo. ―Pero qué manera de morir, Cassio King.La mano de Cassio se disparó como una serpiente, agarrando el brazo de Luna con un agarre que era firme e inflexible. Ella jadeó, su
C148-SI DECIDES DESOBEDECERME.Apenas cruzaron la puerta, Eros no le dio a Lucy la oportunidad de retroceder. La acorraló contra la pared con una fuerza controlada y, antes de que pudiera exhalar siquiera una palabra, su boca tomó la de ella en un beso dominante. No había ternura, solo hambre, un recordatorio claro de quién tenía el control. Y cuando se apartó, su mirada se clavó en la de ella: oscura, intensa.—¿Crees que puedes jugar conmigo? —murmuró, con una media sonrisa que no hacía más que aumentar la tensión entre ellos—. Sabes que siempre gano.El corazón de Lucy latía con fuerza, pero no por miedo. La forma en que Eros la miraba, la manera en que su aliento rozaba su piel, la atrapaba sin remedio. Sintió cómo su mano descendía lentamente, con una paciencia tortuosa, hasta que sus nudillos rozaron uno de sus pezones endurecidos por la excitación. Fue un contacto sutil, pero suficiente para que Lucy contuviera el aliento.—¿Estás nerviosa? —preguntó Eros con voz provocadora—.
C149- LADOS OPUESTOS.A la mañana siguiente, la habitación aún olía a la noche anterior. Cassio estaba acostado de lado, observando a Luna con una sonrisa satisfecha. Su mano se deslizó lentamente por la curva de su espalda desnuda, sintiéndola, asegurándose de que era real. —No puedo controlarte, Luna —murmuró con voz ronca, con esa mezcla de frustración y adoración que solo ella le provocaba—. Pero tampoco quiero perderte. Luna se giró hacia él, sus ojos brillaban con ternura y picardía. —No necesito que me controles, Cassio —susurró, deslizando un dedo por su mandíbula—. Solo que me ames. Ambos rieron, una risa baja, íntima. Cassio aprovechó para atraparla bajo su peso y empezar a dejarle besos por todo el rostro, provocando que ella se retorciera de risa entre sus brazos. —Cassio, basta —dijo entre risas, empujándolo sin mucha fuerza. —Nunca —murmuró él contra su cuello, deleitándose en el sonido de su risa. De repente, Luna dejó de reír y lo miró con un brillo curioso en l