C139- LOS ÚLTIMOS OCHO AÑOS (II)Luna apretó la fotografía entre sus manos y las palabras de Cassio se repitieron pero ahora eran burlonas:"No es lo que piensas, Clara y yo solo somos amigos."―¿Amigos? ―bufó hiriendo de ira ― ¿Qué clase de amigos se toman fotos así, como si fueran una familia perfecta? ¿Qué clase de amigo le escribe "Te quiero" en una tarjeta? Se mordió el labio con fuerza, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con salir. No quería llorar. No quería sentirse débil. Pero la rabia y el dolor estaban allí, ardiendo en su pecho como brasas encendidas.«¿Por qué no me dijo nada?» pensó, mientras sus ojos volvían a la foto. Si no tiene nada que esconder, ¿por qué no me habló de esto antes? ¿Por qué no mencionó esta foto?»Sabía que Cassio no era perfecto, que había cosas de su pasado que aún la desconcertaban, pero esto... Esto era demasiado.Tenía otro hijo.Y se lo estaba ocultando.Dejó la foto sobre el escritorio como si quemara. Retrocedió un paso. Luego
C140- NO ES MI HIJO.—¿Qué demonios es esto, Cassio? —espetó Luna, lanzándole la foto.—Luna, yo puedo explicarlo…—No me importa lo que hiciste cuando yo no estaba —soltó ella, temblorosa de rabia—. Me importa la mentira, Cassio.Él se pasó una mano por su cabello, desesperado, como si pudiera encontrar las palabras correctas para arreglarlo todo.—Luna, por favor, escúchame…—No —lo interrumpió ella, con una risa amarga—. No me pidas que te escuche cuando fuiste tú quien se quedó callado. ¿Cómo pensabas explicarme esto? ¿O es que pensabas que nunca lo sabría?Clara, que había estado observando la escena con los brazos cruzados, dejó escapar una carcajada seca.—Qué dramática —intervino con desdén—. Vienes aquí como si tuvieras derecho a reclamar algo, cuando fuiste tú la que lo dejó. ¿Ya se te olvidó? Tú lo abandonaste, Luna. Elegiste a tu padre en lugar de quedarte con el hombre que decías amar.Luna sintió el golpe de esas palabras. Lo sintió en cada parte de su cuerpo porque sabía
C141- EL PESO DE UNA DECISIÓN.Luna tomaba un sorbo de agua todavía nerviosa. Su mente no terminaba de procesar lo que Cassio habia confesado.—Clara es hija de mi hermano Christofer —dijo Cassio suavemente—. Yo… no supe de su existencia hasta hace cinco años.Luna dirigió su mirada a Clara, ahora con más atención. Sus ojos recorrieron su rostro, sus facciones... y entonces lo vio. Había algo de Cassio en ella. No mucho, pero lo suficiente para que su estómago se apretara. Se llevó una mano a la boca cuando notó que, aunque tenía ciertos rasgos similares, su cabello era pelirrojo.Clara la observó y rodó los ojos.—Mi mamá era pelirroja —soltó con indiferencia.Luna alzó las cejas.—¿Tu mamá... está muerta?—Así es —respondió Clara con sequedad—. Murió de cáncer. Y en su lecho de muerte me habló de Cassio. Supongo que no quería que quedara sola en el mundo. Solo nos teníamos a ambas.Luna sintió algo removiéndose en su interior. Sabía lo que era perder a una madre. Y saber que su prop
C142-ECHADO DE LA CAMA.Dos días después, la casa había vuelto a la calma. Después del enfrentamiento con Clara, la tensión pareció disiparse, al menos en apariencia. Cassio seguía siendo el mismo, envolviéndola con su aura dominante y posesiva, como si nada hubiera pasado. Jared estaba más feliz que nunca, cada día más unido a su padre, siguiendo sus pasos con admiración y llenando la casa de risas.Pero Luna… Luna no podía quitarse el peso de encima. Lo de Emiliano la carcomía por dentro. Y la ausencia de noticias de Kieran solo empeoraba su ansiedad.Suspiró y bebió un sorbo de café, abrazando la taza con ambas manos. El aroma era fuerte, reconfortante. Hasta que sintió una presencia detrás de ella, grande, cálida.Cassio.Su cuerpo se pegó al suyo sin pedir permiso, su pecho desnudo contra su espalda, al mismo tiempo que sus brazos fuertes rodeaban su cintura.—¿Sabías que te ves increíblemente sexy por la mañana? —murmuró el con esa voz rasposa que siempre le hacía temblar—. Te ex
C143- NECESITO UNA AMIGA.Eros Golpeó la mesa con el puño y los recuerdos lo invadieron.Había sido un día de mierda. Demasiados problemas, demasiados asuntos que arreglar. Llegó a casa con dos hombres heridos, sin siquiera notar lo que había a su alrededor.Entonces la vio.Lucy, su esposa, de pie junto a una mesa perfectamente arreglada. Velas encendidas, una botella de vino abierta.Su expresión pasó de expectante a fría en segundos.—¿Se puede saber qué carajo es esto? —preguntó, sin entender.Lucy cruzó los brazos.—Nuestro aniversario.La culpa lo golpeó como un maldito tren.«Mierd@.»Pero Lucy ya estaba molesta y cuando vio a los hombres heridos, su enojo escaló a otro nivel.—¿En serio, Eros? ¿No solo lo olvidaste, sino que traes a dos idiotas ensangrentados a casa?El dejo salir el aire y respondió creyendo que su respuesta no tendría consecuencias.—No exageres, muñeca. Son mis hombres, un negocio salió mal… y necesitan ayuda.Lucy soltó una risa sin humor.—Claro… ¿Y qué h
C144- NOCHE DE REBELDIA.—¿En serio te dijo eso?! —Luna preguntó, medio enojada, medio sorprendida.Lucy asintió con una expresión de derrota.—Me esmeré en hacer todo perfecto, y él no solo aparece con sus hombres, sino que... olvidó nuestro aniversario.Su voz se fue apagando al final, como si decirlo en voz alta lo hiciera aún más real. Luna se acercó sin dudarlo y la abrazó.—Eros es un idiota.Lucy cerró los ojos, asintiendo levemente.—No voy a refutarlo.Por un momento, se quedaron así, hasta que algo se encendió en la mirada de Luna. Se apartó y le sonrió con complicidad.—¿Y si nos divertimos un poco?Lucy frunció el ceño.—¿Divertirnos? ¿A dónde?Luna sonrió con picardía.—Hay un lugar súper exclusivo aquí en París. Jared está con la niñera, así que... la noche es de nosotras.Lucy dudó, mordiéndose el labio.—No lo sé...Luna bufó.—Oh, vamos. No me digas que tienes miedo.—No es eso. Es que a Eros...—¿Eros? —Luna rodó los ojos. —¿En serio? Te dejó plantada en tu aniversar
C144-DESAFIO DE AUTORIDAD.Lucy contuvo la respiración, pero Luna ni se inmutó. Su mirada se volvió más helada, su postura relajada pero con un aire de peligro latente.—Dije —murmuró, dejando su copa sobre la barra con absoluta calma—, que si no te largas ahora, te haré tragar cada diente que tienes en esa boca asquerosa.El hombre soltó una carcajada burlona, ladeando la cabeza mientras la miraba con desprecio.—Qué boca tan grande para una muñequita como tú. Se nota que te gusta jugar rudo, pero dudo que puedas hacerle daño a un hombre de verdad.Luna, con los ojos entrecerrados y el alcohol dándole una valentía temeraria, dio un paso hacia él sin apartar la mirada. Levantó la copa con tranquilidad, inclinó la cabeza y sonrió con frialdad.—Te reto a que lo repitas, basura.El tipo la recorrió descaradamente con la mirada, como si la estuviera desnudando con los ojos.—Eres una fiera, ¿eh? No me imagino cómo serás en la cama... aunque seguro allí te gusta que te dominen.Y antes de
C145- CELOS MAFIOSOS.Cassio y Eros entraron al club como una tormenta a punto de desatarse. La música tronaba en los altavoces, las luces parpadeaban y el aire estaba cargado de humo y alcohol. Sus miradas se movieron de un lado a otro, buscando desesperadamente a sus esposas. Entonces las vieron. En el centro de la pista, rodeadas de jóvenes imbéciles que claramente no sabían en qué se estaban metiendo, estaban Luna y Lucy. Sus vestidos eran una m*****a afrenta. Cortos, ajustados, insinuantes de todo lo que solo ellos deberían ver. Celos, furia y un deseo maldito que lo hacía querer sacarla de ahí de un tirón. Porque Luna fingía estar considerando la invitación de un idiota que sonreía demasiado. Y Lucy reía con otro que parecía creer que tenía una oportunidad. Cassio cerró el puño. —Hasta hoy llegaste, niño bonito —murmuró sacando su arma—. No debiste poner tus ojos en ella. Antes de que pudiera desenfundar, Eros le agarró el brazo con fuerza. —No hagas una estupidez aquí, Ca