Sera que esta vez si lo dejan, jajajaja
C136- DEJAME HACERTE SENTIR OTRA VEZ.—Te necesito —susurró Luna, su aliento caliente contra los labios de Cassio.Las manos de él temblaban mientras acariciaba su piel mojada, la urgencia vibrando en cada fibra de su ser. El aire entre ellos era denso, cargado de un anhelo que había estado acumulándose durante demasiado tiempo.—Estoy loco por ti, mariposa —gruñó, su voz áspera por el deseo.Sus labios chocaron contra los de ella nuevamente, sus lenguas entrelazándose en una danza tan familiar como embriagadora. El beso se profundizó, donde cada movimiento de sus bocas era una promesa, una exigencia, una súplica.Luna jadeó al sentir los dedos de él rozar su clavícula, haciendo que un escalofrío le recorriera la columna.—Cassio… —gimió ella, su voz temblorosa mientras el toque de él descendía, sus dedos ásperos encontrando la curva de su pecho.Él estaba en todas partes a la vez, sus manos, sus labios, su cuerpo presionándose contra el de ella con una urgencia que no dejaba espacio
C137- PACTO DE ODIO.Emiliano llegó a Albania al amanecer. El odio que llevaba dentro lo impulsaba a seguir. Había pasado días rastreando cada pista, cada contacto, cada rumor que lo llevara hasta el hermano de Ezra. Sabía que él era la clave para destruir a Cassio y, si tenía suerte, también a Eros. Porque si había algo que Emiliano sabía con certeza era que ambos merecían caer.Caminó por las calles estrechas y sucias de Tirana, con las manos en los bolsillos y la mirada fija en el edificio que tenía frente a él. El hermano de Ezra no era más que una sombra ahora. Había caído tan bajo por la mano de su maldito hermano. Emiliano sonrió; sabía que era un bastardo despiadado y que, con la idea de que había muerto, sin duda les daría la ventaja.Subió las escaleras despacio y, al llegar al último piso, tocó la puerta tres veces, fuerte, sin paciencia. No había venido hasta aquí para ser ignorado.—¿Quién eres? —preguntó una voz áspera desde el otro lado.—Vengo por Ezra.Hubo un silenci
C138- LOS ÚLTIMOS OCHO AÑOS.Después de una noche con Luna, Cassio se sentía más relajado. Su cuerpo aún llevaba el rastro de lo que habían compartido y, mientras caminaba por la casa, una sonrisa pícara se dibujó en su rostro al recordar cómo había terminado la noche. Luna seguía dormida, agotada, lo que solo alimentaba más su satisfacción.Por eso, esa mañana decidió aprovechar el tiempo con Jared. Después del incidente en la heladería, le pareció buena idea enseñarle algo de defensa personal. En su mundo, saber cómo moverse podía marcar la diferencia.Mientras caminaban hacia el gimnasio, Jared bostezó y lo miró con cara de pocos amigos.—¿Por qué venimos tan temprano? —se quejó el niño, frotándose un ojo—. Yo no necesito hacer ejercicio, ya soy muy guapo.Cassio soltó una carcajada y se detuvo para mirarlo.—El gimnasio no es solo para verte guapo, campeón. También es para aprender a defenderte, y eso es lo que quiero enseñarte.Jared alzó una ceja de una manera tan natural que in
C139- LOS ÚLTIMOS OCHO AÑOS (II)Luna apretó la fotografía entre sus manos y las palabras de Cassio se repitieron pero ahora eran burlonas:"No es lo que piensas, Clara y yo solo somos amigos."―¿Amigos? ―bufó hiriendo de ira ― ¿Qué clase de amigos se toman fotos así, como si fueran una familia perfecta? ¿Qué clase de amigo le escribe "Te quiero" en una tarjeta? Se mordió el labio con fuerza, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con salir. No quería llorar. No quería sentirse débil. Pero la rabia y el dolor estaban allí, ardiendo en su pecho como brasas encendidas.«¿Por qué no me dijo nada?» pensó, mientras sus ojos volvían a la foto. Si no tiene nada que esconder, ¿por qué no me habló de esto antes? ¿Por qué no mencionó esta foto?»Sabía que Cassio no era perfecto, que había cosas de su pasado que aún la desconcertaban, pero esto... Esto era demasiado.Tenía otro hijo.Y se lo estaba ocultando.Dejó la foto sobre el escritorio como si quemara. Retrocedió un paso. Luego
C140- NO ES MI HIJO.—¿Qué demonios es esto, Cassio? —espetó Luna, lanzándole la foto.—Luna, yo puedo explicarlo…—No me importa lo que hiciste cuando yo no estaba —soltó ella, temblorosa de rabia—. Me importa la mentira, Cassio.Él se pasó una mano por su cabello, desesperado, como si pudiera encontrar las palabras correctas para arreglarlo todo.—Luna, por favor, escúchame…—No —lo interrumpió ella, con una risa amarga—. No me pidas que te escuche cuando fuiste tú quien se quedó callado. ¿Cómo pensabas explicarme esto? ¿O es que pensabas que nunca lo sabría?Clara, que había estado observando la escena con los brazos cruzados, dejó escapar una carcajada seca.—Qué dramática —intervino con desdén—. Vienes aquí como si tuvieras derecho a reclamar algo, cuando fuiste tú la que lo dejó. ¿Ya se te olvidó? Tú lo abandonaste, Luna. Elegiste a tu padre en lugar de quedarte con el hombre que decías amar.Luna sintió el golpe de esas palabras. Lo sintió en cada parte de su cuerpo porque sabía
C141- EL PESO DE UNA DECISIÓN.Luna tomaba un sorbo de agua todavía nerviosa. Su mente no terminaba de procesar lo que Cassio habia confesado.—Clara es hija de mi hermano Christofer —dijo Cassio suavemente—. Yo… no supe de su existencia hasta hace cinco años.Luna dirigió su mirada a Clara, ahora con más atención. Sus ojos recorrieron su rostro, sus facciones... y entonces lo vio. Había algo de Cassio en ella. No mucho, pero lo suficiente para que su estómago se apretara. Se llevó una mano a la boca cuando notó que, aunque tenía ciertos rasgos similares, su cabello era pelirrojo.Clara la observó y rodó los ojos.—Mi mamá era pelirroja —soltó con indiferencia.Luna alzó las cejas.—¿Tu mamá... está muerta?—Así es —respondió Clara con sequedad—. Murió de cáncer. Y en su lecho de muerte me habló de Cassio. Supongo que no quería que quedara sola en el mundo. Solo nos teníamos a ambas.Luna sintió algo removiéndose en su interior. Sabía lo que era perder a una madre. Y saber que su prop
C142-ECHADO DE LA CAMA.Dos días después, la casa había vuelto a la calma. Después del enfrentamiento con Clara, la tensión pareció disiparse, al menos en apariencia. Cassio seguía siendo el mismo, envolviéndola con su aura dominante y posesiva, como si nada hubiera pasado. Jared estaba más feliz que nunca, cada día más unido a su padre, siguiendo sus pasos con admiración y llenando la casa de risas.Pero Luna… Luna no podía quitarse el peso de encima. Lo de Emiliano la carcomía por dentro. Y la ausencia de noticias de Kieran solo empeoraba su ansiedad.Suspiró y bebió un sorbo de café, abrazando la taza con ambas manos. El aroma era fuerte, reconfortante. Hasta que sintió una presencia detrás de ella, grande, cálida.Cassio.Su cuerpo se pegó al suyo sin pedir permiso, su pecho desnudo contra su espalda, al mismo tiempo que sus brazos fuertes rodeaban su cintura.—¿Sabías que te ves increíblemente sexy por la mañana? —murmuró el con esa voz rasposa que siempre le hacía temblar—. Te ex
C143- NECESITO UNA AMIGA.Eros Golpeó la mesa con el puño y los recuerdos lo invadieron.Había sido un día de mierda. Demasiados problemas, demasiados asuntos que arreglar. Llegó a casa con dos hombres heridos, sin siquiera notar lo que había a su alrededor.Entonces la vio.Lucy, su esposa, de pie junto a una mesa perfectamente arreglada. Velas encendidas, una botella de vino abierta.Su expresión pasó de expectante a fría en segundos.—¿Se puede saber qué carajo es esto? —preguntó, sin entender.Lucy cruzó los brazos.—Nuestro aniversario.La culpa lo golpeó como un maldito tren.«Mierd@.»Pero Lucy ya estaba molesta y cuando vio a los hombres heridos, su enojo escaló a otro nivel.—¿En serio, Eros? ¿No solo lo olvidaste, sino que traes a dos idiotas ensangrentados a casa?El dejo salir el aire y respondió creyendo que su respuesta no tendría consecuencias.—No exageres, muñeca. Son mis hombres, un negocio salió mal… y necesitan ayuda.Lucy soltó una risa sin humor.—Claro… ¿Y qué h