James se abstuvo de realizar algún comentario, Helen había empezado a realizar patadas fuertes y rápidas con sus brazos en movimiento, Susan había sonreído acercándose a su hija por ende también tenía que acercarse a James, el hombre baja la cabeza, puesto que Susan era más baja que él, las manos de la mujer entran en contacto con el rostro infantil, Helen no paraba de realizar aquellos movimientos arrugando la camisa de su padre, claro que aquello fue visible para Susan qué de inmediato quiso cargar a su hija, ella estira sus brazos, pero Helen tal parece que no tenía intenciones de abandonar los musculosos brazos de su padre.— Está bien conmigo — Expresa el hombre. — Está arrugando su camisa — Ella lo Expuso con timidez.— ¿Hay algún problema con que mi hija arrugue mi camisa? — La vos de James se escuchaba un poco dura. — Supongo que ninguna, pero quería evitar nomas que usted se moleste, pero tal parece que el mal humor y usted van de la mano — Susan se aparta — Ya la ha visto,
— No lo vas a entender — Susan tenía las palabras en la punta de la lengua, la mujer estaba sosteniendo la mentira en la cuerda floja, la realidad de ellos tenía mucho peso, pero el temor era una cadena, temor de que James no reaccione y decida quedarse en donde está, pero ella quería gritarle el miedo de perderlo, gritarle que tanto lo extrañaba.—¿Por qué dices que no lo entendería? — Las miradas parecen hablar —Quiero escucharte a ti.— ¿Quieres escucharme a mí? — Susan solo necesita una palabra más de James y allí acababa ella hablando de la realidad de ambos.— ¡Sí! — Susan al escuchar la afirmación traga saliva, la mujer abre la boca dispuesta a hablar, pero justo en ese momento el teléfono suena derribando la calma del momento, Susan toma la decisión de contestar.— ¿Por qué tienes el celular apagado? —El altavoz estaba activado la voz de Robert se escucha con claridad. Susan se asusta, no quería que James escuchará ninguna palabra, Susan de inmediato desactiva el altavoz, pero
— Debe de asistir a una cena importante esta noche, señora — Leandro se encontraba jugando con Helen que sonreía genuinamente a la mano derecha de su padre, Leandro no entiende como alguien tan serio como James haya dado vida a un pequeño ser tan encantadora como Helen, Susan solo suspira.— Lo tengo claro, mañana también es la Salida del crucero.— Si señora y todo indica que el señor estará con la Señorita Smith —Susan se masajea la frente — ¿Cuándo planea hablar con el Señor? — Lo haré después del viaje en crucero, ya después él sabrá qué hacer con esa verdad, pero antes de hablar con él, quiero que mi madre, mis hermanas y mi hija estén lejos de aquí, James no saldrá de la hipnosis y Delia seguirá teniendo el control, no pienso poner en peligro a mi familia, hablaré con James, pero no le daré la opción de quedarse con Helen, ya que conozco lo Tirano que puede ser, prefiero que la niña esté lejos de él a que esté cerca de la Psicóloga.— Lo tengo claro, Señora, desde ahora voy a t
Antes de que Delia llegará en la Villa de Héctor Campbell el vehículo presenta complicaciones — Señorita, debo de bajar a ver qué ocurre con el vehículo — explica el chofer.— Maldita sea, baja a arreglar eso necesito llegar cuanto antes junto al jefe — Delia se muestra desesperada, no podía permitir que James llegará y no la encuentre en la Villa, pero necesitaba llegar cuanto antes junto a Héctor para tener ya un plan definitivo para eliminar a James y ser ella el único sostén del hombre para largarse de Europa con James, aquel siempre ha sido su sueño y ella pensaba que estaba tan cerca de lograrlo.Pero mientras ella era retenida por el camino la villa en donde Héctor Campbell se resguarda era rodeado por más de 50 camionetas blindadas con el Logo de I.G. INFRAMUNDO INGLÉS, los disparos inician, tomando por sorpresa a los hombres de Héctor que estaban con la guardia baja.24 HORAS ANTES Leandro se encontraba por delante de varias pantallas de ordenadores con otros hombres de seg
Susana sale huyendo del sitio, se escucha el grito de Susan cuyo rostro se vuelve pálido, la pequeña mujer sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, cuando la sangre entra en con tacto con su mano, ella se detuvo en seco, el corazón latiéndole con fuerza en el pecho. Una imagen aterradora se dibujó en su mente: James, había recibido una apuñalada en vez de ella, aquel pensamiento hizo que las lágrimas se amontone en sus ojos azules. Para Susan el mundo a su alrededor difuminándose, el grito de las personas aterradas eran ecos ensordecedores de su ansiedad. Su mente jugaba trucos, imaginando el peor de los escenarios; ¿y si realmente le había hecho demasiado daño aquella herida? En ese momento 4 Guardaespaldas hacen acto de presencia y disipan la tensión del lugar llevando a James de allí y a Susan con ellos, por supuesto la pequeña mujer no estaba entendiendo absolutamente nada de lo que estaba ocurriendo, hasta que la puerta de una de las habitaciones Vip se cierra dejando a la parej
Las luces de neón parpadeaban, proyectando sombras en las paredes del club nocturno. La música retumbaba en los oídos del Señor Smith, quien se movía entre la multitud, tratando de perderse en el bullicio. Sabía que James había enviado mercenarios tras él, ya corría la información de que nuevamente los enemigos del hombre habían caído y él no podía permitir que lo atraparan. Sin embargo, no era fácil; la presión crecía y el sudor le empapaba la frente. De repente, una mano fuerte lo agarró del brazo. Era un mercenario, con una mirada fría y decidida, lo primero que vino en su mente fue que Delia podría estar en peligro, él ya sentía que todo el plan se vino abajo, que pueden trabajar 20 años en él, pero que un hombre inteligente como James Campbell los puede desbaratar en cuestión de segundos, el hombre sabe que había subestimado al Mafioso qué podía ser catalogado como el más peligroso y poderoso, entonces sintió como su corazón se hundía. No había forma de escapar y quizás el final
Emilio, con los ojos desbordantes de desesperación, escupió: —Eres un monstruo, James. ¡No puedes hacer esto! Ve a buscar a Susan nosotros nunca volveremos a cruzarnos en su camino. James se acercó, la sonrisa en su rostro un poco más fría. Se inclinó, mirándolo a los ojos. —No solo puedo, Emilio. Lo estoy haciendo. —Con un movimiento brusco, prendió fuego a uno de los billetes, su llama amarilla y voraz devorando rápidamente el papel. El fuego comenzaba a consumir el primer billete, chisporroteando en una danza macabra. Maritza, incapaz de soportar la escena, gritó: —¡Detente! - Maritza a duras penas estaba hablando, pero su necesidad y su ambición no permitía que ella pudiera ver como el billete se quemaba. James, disfrutando del espectáculo, replicó: —¿Dónde está tu valor? Ahora lo recuerdo, no tienes porque te metiste y te creíste la gran señora cuando solo eras, seguirás y morirás siendo amante. La vida es un juego y, al parecer, ustedes han perdido, porque mi suegra no nec
1 MES DESPUÉS Bajo un cielo despejado que se teñía de dorado con los últimos rayos del sol, la Iglesia Catedral de Norte Dame, París, Francia, se erguía de Su fachada, reflejaba la magnificencia de una celebración que prometía ser memorable. Dentro, el aire estaba impregnado de rosas blancas y lirios, simbolizando la nobleza de Susan y el amor eterno. Las velas, estratégicamente dispuestas a lo largo de los bancos, iluminaban el espacio con un resplandor cálido, creando una atmósfera mágica que envolvía a los presentes, que no eran muchos, Leandro, Julián, Alexandra, Bianca, Susan, Sandra, Robert, algunos médicos, Chef de los Restaurantes y otros amigos considerados cercanos de James.James, aquel atractivo hombre y heredero de la mafia, se encontraba en el altar, vestido con un traje oscuro que acentuaba su figura bien esculpida, combinando con sus ojos negros intensos como la noche peligrosa, brillaban con una mezcla de ansiedad y emoción. A su alrededor, los amigos y familiares co