La noche había caído Susan se encontraba por delante del espejo observando su pequeña figura, la mujer abrió la bata dejando ante el cristal del espejo su abdomen que aún estaba pequeño, Bianca se había dormido después de la merienda entendía que su hermana aún estaba débil, también sabe que ella extraña a mamá, pero no podía hacer nada, su madre no hizo nada para buscarla y Susan sabe que de seguro Gabriela Lefebvre aún estaba pensando en la traición de Emilio Lefebvre, Susan aprieta los puños al recordar a su padre y la sucia traición de su parte.— Quién diría que la vida tenía tantas sorpresas para mí — Susurra ella acariciando su pequeño vientre — quería a un hombre que no me quería, me engaño con mi propia Hermana, el hombre ejemplar como consideraba a mi padre era una gran mentira, un farsante que tenía una doble vida, y ahora quiero a un hombre que estaba casado y no conforme con eso, también estoy embarazada de él, solo Dios sabe como va a terminar esto — Susan se lleva el ro
3 Meses después.3 Meses habían pasado podría decirse que todo estaba en calma, Gabriela había tomado la decisión de abandonar el País, para su sorpresa Sandra había optado por ir con ella aquello había tomado por sorpresa a todos, pero ahora mismo estaban en Canadá por supuesto era raro que Sandra Lefevbre haya abandonado a Andrés Park, pero para el hombre aquello poco o nada le importo y era lógico, puesto que su amante era Dalia, el Ego de Andrés Park se acrecentá creyendo que Dalia seguía siendo esposa de James Campbell aunque no sabía cuan equivocado estaba, puesto que Dalia nunca fue esposa de James, aquella era la razón por la que Andrés disfrutaba tanto del cuerpo de Dalia. Aunque tampoco había pasado desapercibido que Susan Lefebvre había desaparecido y no había ninguna manera de dar con el paradero de ella, es como si la tierra se la hubiera tragado. — ¿Qué estás haciendo Dalia? — pregunta Andrés mientras deja el preservativo en el bote de basura.— Nada más estaba revisan
Susan había bajado, la Villa se encontraba en silencio ni siquiera los empleados estaban cerca o se cruzaban en su camino, la pequeña mujer había realizado una mueca al recibir una fuerte patada del bebé en su vientre. —¿Quieres jugar a las luchas con mamá? — Susurra Susan con una pequeña sonrisa mientras coloca el dedo índice por encima de su barriga. — ¿Qué estás haciendo? — Pregunta James saliendo de su despacho había dejado ver una pequeña sonrisa al ver que Susan le hablo a su barriga. — El bebé me ha pateado tan fuerte — Dice Susan como una niña pequeña de hecho cada vez que tenga a James ella se daba cuenta de que se comportaba como una niña pequeña, pero no podía evitarlo, James arruga la frente al escuchar la queja de la mujer. — ¿Te duele? — El hombre no duda en acercarse a Susan. — No — Susan vuelve a sonreír — Me siento aburrida ¿puedo salir? ¿Salimos juntos? — Susan, ya lo hemos hablado no me gusta que salgas, no me gusta que estés cerca del peligro el mundo afuera
Susan siente como sus ojos se nublan por las lágrimas al escuchar aquellas palabras, siente como su corazón es azotado por un pequeño dolor, ella se muerde los labios.— Es una cualquiera, la Señora Dalia es mil veces mejor que Susan, además ella aquí se cree la gran señora no entiendo como podríamos comparar a la esposa con la amante — La chica se ríe y era evidente que lo hacía con burla mientras Susan estaba a escasos centímetros escuchando la opinión que tenía de ella.— Susan es una fichita y todos en la Villa lo saben, pero nadie se atrevería a arriesgar su puesto así que prefieren callar.— Tienes razón lo que tiene de niña buena en la cara lo tiene de zorra, pero me imagino que sus trucos han de ser buenas, puesto que engatusar al señor Campbell no ha de ser tan fácil.— Dejen de decir esas cosas y mejor póngase a trabajar debemos de elegir el menú para alimentar al bebé del Jefe.— Ni siquiera sabemos que es suyo.— Pues aquello no tiene nada que ver con nosotras así que lo m
Susan había sido ingresada de emergencia en el Sanatorio mientras James trataba de calmar el temor debía de calmarse por ella y por su hijo, pero su intuición le decía que aquí había algo más, se peinó su cabello con los dedos segundos después fue hasta la sala en dónde 3 doctores estaban atendiendo a Susan, cuándo James ve el pequeño rostro de ella a través del cristal James sintió un escalofrío al recorrer su espina dorsal al ver a Susan en la cama del consultorio, la preocupación se apoderó de él de manera palpable. Sus ojos oscuros reflejaban un miedo profundo mientras ella colocaba su mano en su abultado vientre. El temor de lo desconocido se apoderó de él, preguntándose qué futuro les deparaba a ambos en ese preciso momento. La incertidumbre y la angustia se mezclaban en su mente, dejándolo paralizado ante lo que parecía ser un giro inesperado en sus vidas, pero él ya tenía claro que debía de estar al lado de Susan, ella ya se había metido en lo más profundo de su ser sin realiz
Los ojos azules de Susan están puestas en la pantalla del ecógrafo, hasta que James la toma con la mano libre de su mano.— Susan, es una nena, vamos a tener una pequeña princesa — dice James Campbell orgulloso observando la pantalla dejando que Susan la contemple por más tiempo, no obstante el hombre se había puesto de pie solo en ese momento Susan también reacciona no pudiendo contener las lágrimas allí James se acerca a ella y la estrecha en sus brazos — Gracias por esto Susan, gracias por darme una pequeña princesa. — ¿No vas a quitarme a mi hija verdad? Júrame aquello James — El hombre al escuchar aquello se aparta mínimamente de Susan sus miradas se encuentran y ella le sostiene dicha mirada — Quiero escuchar aquel Juramento James. — Nena ¿Cómo puedes pensar que yo te voy a separar de ella? — James sonríe mínimamente — Es tu hija, pero también es nuestra, es tuya, porque la tienes 24/7 contigo, cargas con su peso, soportas sus pataditas, pertenezco a un mundo Criminal, pero no
Bianca se había percatado de que Susan había fingido dormir, entiende que entre su hermana y su cuñado algo estaba ocurriendo, ella trata a James como cuñado, aunque quería hablar con su hermana acerca de él, pero le está dando su tiempo no quiero hacerla sentir mal en su estado además de que Susan parece tener un embarazo complicado. Cuando el vehículo se detuvo Susan abre los ojos, James le presta atención, Bianca baja no quería ser del mal tercio entre la pareja, los ojos oscuros del hombre la miran fijamente ella siente como aquella mirada era de fuego puro quemando con intensidad a la pequeña mujer. — ¿Quieres que te baje en brazos? — Pregunta James, el hombre sabe que ahora mismo están cayendo en el abismo y no puede hacer nada con Susan teniendo un embarazo complicado y cualquier discusión o palabra puede alterar a la mujer. — Yo puedo hacerlo sola, gracias — Susan trata de abrir la puerta de la camioneta, pero James coloca seguridad en las puertas evitando que Susan la abra
— ¿A qué fue Dalia allí? — James sabe que si piensas mal acertarás aunque no quisiera que fuera así, pero estando Andrés involucrado con Dalia la información de Susan era fácil de conseguir para Dalia aunque James la protegiera.— El Señor Park ha ido con ella.— Maldita sea — James se ha colocado de pie — ¿Que demonios quería Andrés con ella allí en el maldito Sanatorio qué es de mi propiedad?— La Señora ha preguntado por Susan — Entonces allí se desata el temor de James y todo su lado malévolo se enciende.— Dime que las empleadas de allí no fueron tan incompetentes para informar acerca de una paciente.— Cometieron un mínimo error, señor — El subordinado sentía sus manos frías y Leandro sabe que estaban tentando a un demonio al cual no le temblará el pulso para nada.— ¿Qué hicieron? — Pregunta con total calma James, pero solo aquel que lo conoce sabe de qué mientras más en calma este, más peligroso se vuelve.— La recepcionista le indico que la señorita Lefebvre y el bebé se enco