Susan había llegado al Restaurante necesitaba despejar su mente de estos sucesos que estaban sacudiendo su vida.— Susan, es un alivio tenerte aquí.— Alexandra no oculto su felicidad - Tenemos a un Jeque que quiere un postre en específico y yo creo que la única que puede lograr aquello eres tú.— ¿Un Jeque? ¿Postre especial? - Los ojos de Susan mientras repetía aquellas palabras se habían iluminado, necesitaba mantener la mente ocupada - Por supuesto que si, Alexandra.— Ve a esperarme en la Oficina de James, allí estaré en un momento - Susan al escuchar la mención del nombre de James se había sonrojado y la añoranza floreció en su interior.Susan se dirigió hasta la oficina de James, al momento de entrar la loción masculina entró en sus fosas nasales, todo su cuerpo se había puesto rígido al sentir aquella fragancia que en tantas ocasiones fundidos en su cuerpo, muy en el fondo más fuerte que su dignidad, se encontraba arraigado el deseo que siente por James Campbell.Los pensamiento
1 Mes después.Específicamente habían pasado 30 días después de la ida de James Campbell de Inglaterra, 30 días en dónde Susan cumplió con sus obligaciones en el Restaurante de hecho le estaba yendo bastante bien, además después de que Robert había anunciado su compromiso con ella las cosas fueron relativamente bien, ella no volvió a saber de su padre tampoco de su madre. Sandra estaba en el tercer mes de embarazo y tal parece que la relación con Andrés también era la mejor. Entre tanto Bianca estaba evolucionando perfectamente al tratamiento después de todo, Susan seguía estando agradecida con James por aquello.Aquel hombre a quien ella extraña bastante, pasaron 30 días y ella seguía pensando en él, seguía recordando las caricias del hombre, su intensa mirada cuando hacían el amor, la pequeña mujer cerró los ojos, pero entonces una oleada de náuseas la había invadido, Susan fue corriendo hasta el cuarto de baño.— ¿Tan mal me hizo el chocolate? - pregunta la pequeña mujer mientras s
— Señor Campbell, ella es mi prometida, la Señorita Susan Lefebvre - Expuso Robert con una sonrisa y demostrando máximo respeto hacia James.— La Señorita Lefevbre y yo, ya nos conocemos - Responde James de manera indiferente, pero los celos amenazan con arrasar el hombre - Es Chef de mi Restaurante.— ¿Cocinera de un restaurante y prometida de un Gerente? - era evidente que Dalia expuso aquellas palabras con burla, Susan de inmediato se había sonrojado al darse cuenta de las intenciones de Dalia.— Es la Mejor Chef de mi Restaurante - James había observado a Dalia - Robert, Señorita Lefevbre, les presento a mi esposa Dalia.— Dalia Campbell - agrega la mujer, entonces Susan endurece sus facciones. Pero mantuvo su compostura.— Es muy hermosa la señora Campbell - Responde Robert, pero James no estaba conforme con la actitud de Dalia y por supuesto tampoco estaba conforme por como Susan finge no conocerlo.La cena había pasado con normalidad, pero Robert y Dalia eran ajenos a la tensió
El vehículo de James se detuvo en la Villa cerca del Mar, al momento de abrir la puerta sintió la frialdad y la ausencia de Susan en ella, el hombre se sostuvo por el sofá, estaba muy borracho, a duras penas James subió por las escaleras y al abrir la puerta de la habitaciones dio cuenta de que nadie estaba en la habitación, la cama parece ser extendida hace mucho tiempo.Cuando el hombre abrió los ojos los rayos del sol ya se infiltran por las cortinas, James extendió su brazo conoce las paredes de aquella habitación entonces supuso que Susan estaba a su lado en la cama, pero la frialdad de aquel lado de la cama hace que James arrugue la frente y de inmediato se había puesto de pie por supuesto un fuerte dolor de cabeza lo había azotado.James empieza a avanzar por la Villa entonces se percata de que el interior de la Mansión tenía polvo, todo estaba desconectado, de inmediato James saca su teléfono celular.— ¿Dónde está Susan Lefebvre? - pregunta con brusquedad el hombre.— Señor,
Susan se ha puesto más pálida de lo que ya estaba mientras el líquido manchaba y recorre su entrepierna, las ruedas del vehículo rechinan, James no espera ni siquiera para detener el motor para bajarse, de inmediato baja con Susan en brazos ya la camilla esperaba por ellos tal como James lo ha ordenado y de inmediato ella es trasladada hasta una sala obstétrica, allí el Doctor ya esperaba por ella, Susan fue acomodada y el médico procede a realizar el procedimiento requerido, entre tanto James no sabe cómo controlar aquella ira que reprime su lado racional, imaginando de que Susan ha estado con otro hombre incluso que este la haya dejado embarazada.1 Hora más tarde el Doctor ha salido para dar a conocer el estado de Susan, pero para James ya todo estaba claro, la mujer se ha entregado a otro hombre y acaba de perder a su hijo.— Doctor - El médico saluda con total respeto a James, de hecho sabe perfectamente ante quien esta - La señorita ha sufrido un aborto - entonces aquellas palab
— Señor Park, alguien ha llegado junto a usted — Andrés que tenía a Sandra sentada en el regazo arruga la frente.— ¿Quién es? — Pregunta Andrés.— Asuntos de Familia, señor.— Bien, déjala pasar en 5 minutos — Responde Andrés y Sandra realiza una mueca, el hombre sale dejando a la pareja a solas — Iré junto a ti al salir, estos asuntos no tienen nada que ver contigo.— Te vamos a esperar.— responde Sandra segundos después sale y la persona que viene junto a Andrés entra, el hombre se sorprendió de ver a una mujer.— ¿Quién es usted? —pregunta Andrés con el ceño fruncido.— He realizado mis averiguaciones y me enteré de que la Familia Park o mejor dicho tú tienes diferencias con James Campbell.— ¿Eres enviada de James Campbell? — pregunta Andrés mientras la hermosa mujer se acomoda en el asiento.— Soy su esposa — al momento en que Andrés escucha aquellas palabras se recuesta por el reposo del sillón — tengo información que puede servirte.— No confiaría jamás en la mujer de mi peor
James observa el contenido de los informes médicos las facciones de su perfecto rostro se endurecen, sus ojos negros llaman al mal apretó las hojas se coloca de pie abriendo la puerta del consultorio, cuando entra en la sala de Susan la chica se encontraba con los ojos cerrados, pero al sentir que alguien entra abre los ojos, aquellos azules miran con temor a James, ver el rostro molesto del hombre genera un poco de temor en ella.—¿No tienes que decirme algo? — su voz era una mezcla de molestia y ansiedad, Susan trago saliva.— ¿Qué tendría que decirle yo a usted? — pregunta ella con la voz temblorosa.— Que el hijo que estás esperando es mío ¿a qué estás jugando? — el labio inferior de Susan tiembla, de hecho ella sabía que James no era estúpido y que era muy probable que se dé cuenta de que el bebé era de él.— Yo no…—¿A qué juego estás jugando? ¿Cómo te atreves a decirme que es de tu prometido? — Tenía miedo de decirte que era tuyo, eres un hombre casado, como tu esposa podría a
— Nos ha llegado la demanda de Gabriela, tu maldita mujer ¿qué piensas hacer? — se escucha la voz molesta de la amante de Emilio Lefebvre mientras sostenía los papeles en su mano observando con fiereza al hombre.— Defendernos.— Pensé que la estúpida de la mujer no iba a hacer nada, pero sigue siendo una maldita ¿Cómo se le ocurre demandar? Debía de quedarse callada y… — Basta, Gabriela lo va a hacer, pero no tiene los recursos para lograr absolutamente nada, entonces es mejor que mantengas la calma, ¿estanos? Voy a hablar con ella y puede que sea muy fácil lograr que desista de esta absurda idea.—¿Y como piensas lograrlo? — Pregunta su amante con burla.— Los trucos del hombre nunca fallan con una mujer que conoce perfectamente — Responde Emilio con una sonrisa.— No te quiero mucho tiempo cerca de ella Emilio — expuso con molestia la mujer.— Tendrás que soportar si quieres seguir viviendo aquí — Fue lo único que dijo el hombre alejándose de allí, en eso su hija Susana también ha