Susan se encontraba sentada en la sala cuando una de las empleadas también vino a recoger algo de la mesita, Susan se sentía cansada, pero quería alcanzar el control de la televisión así que se coloca de pie, no quería molestar a la chica que estaba por realizar la limpieza.— ¿Se cree la persona más buena que no es capaz de dar ni siquiera una orden? — La voz de la empleada ha tomado por sorpresa a Susan que la mira de manera sorprendida.— ¿Disculpa? — Pregunta Susan.— No tiene por qué hacerse la mosca muerta, todos sabemos que usted es la amante y que le ha dicho al señor que el bastardo que está esperando es de él nada más por la posición y el dinero que tiene nuestro jefe, pero hay algo que usted no sabe y es que usted le podrá dar 10 hijos si quiere, pero nunca dejará de ser la mujer que él usa nada más para pasar la calentura — La empleada habló con burla, pero Susan había retrocedido un paso al escuchar aquellas palabras.— Señorita, haga el favor de dejar de dirigirme la pal
Cuando la puerta se abre nuevamente Susan mira con dirección a la puerta encontrándose con James, el hombre entra y acomoda para que Susan pueda comer, la fragancia del estofado hace que el estómago de Susan emitiera un pequeño sonido que para James fue un poco divertido, pero no demostró nada, puesto que el carácter de la pequeña mujer no era la mejor.— Gracias — susurra ella con timidez su pequeño rostro se sonroja después de todo tenía hambre, para James era adorable siempre verla sonrojada avergonzada.— Debo de irme — escuchar aquello dejaba un sabor amargo para Susan, pero entendía así que no tenía nada que decir, nada más levanta la cabeza sus miradas se encuentran ella asiente y James se debate mentalmente entre hacer o no aquello que tenía en mente, entonces no se reprime ante el deseo que la estaba dominando acercándose a ella y sin dudar toma posesión de los labios de Susan al principio Susan había reaccionado, pero 3 segundos posterior al encuentro de sus labios ella corr
Susan traga saliva cuando Dalia le indica algo a la farmacéutica posteriormente Dalia se acercó a Susan con la prueba de embarazo entre sus manos, el plástico frío y blanco parecía arder con la verdad que estaba a punto de desvelarse, los ojos azules de Susan antes llenos de esperanza y felicidad por un día hermoso, ahora se hundieron en una tristeza profunda, iluminados solo por la luz tenue de la habitación farmacéutica, que parecía entender la gravedad del momento, Susan no era estúpida sabe lo que Dalia tenía en sus manos, era una prueba de embarazo y era como el recordatorio que da paso al dolor de la cruda realidad.—Mira esto —dijo Dalia con su ego por el cielo —¿Sabes lo que es esto? — Pregunta ella con burla — Dame una respuesta — mientras ellas estaban frente a frente afuera James estaba revisando las ubicaciones de Andrés y Dalia, las mismas le indicaban que estaban al otro lado de la ciudad aunque la tecnología que emplea James estaba un poco desactualizada con la ubicació
A medida que la Camioneta avanza James sentía la presión con Susan e inexplicablemente aquello oprime su pecho observa por el espejo retrovisor a su Gente de seguridad el hombre toma la decisión de ajustar el auricular para dar órdenes — Vigilen, se aborta misión para el parque voy a dirigirme a la Villa Palace — Susan mira al hombre de reojo mientras las venas de las manos de James puestas en el volante, ella se percata que efectivamente el vehículo toma otra dirección, Susan no quería hablar con James, pero su orgullo no se lo permite así que prefiere estar en silencio hasta que se adentran en un terreno privado y muy seguro, Susan ve varios hombres armados francotiradores a la vista de ella, de inmediato sus ojos azules conectan con los ojos negros de James confusa de hecho esperaba todo menos esto, la camioneta avanza y allí observa edificios y casas normales, pero había hombres fuertemente armados. — ¿Dónde estamos? — preguntó Susan de mala manera, pero la única respuesta que r
Susan se encontraba tarareando una canción cuando siente una patada qué hace que ella se enderece — Nena, eres tan traviesas — dice ella en un susurro. — ¿Estabas pálida porque viste a Dalia en la Farmacia horas atrás, te encontraste con ella? — La voz poderosa de James había tomado desprevenida a Susan, ella siente como los latidos de su corazón empieza a ser anormal ¿Cuál es la respuesta que debería de darle? Susan tenía miedo de que James le dijera algo o se moleste con ella — Estoy esperando una respuesta Susan. — Nada más yo la he visto, ella no se ha percatado de mi presencia — Susan mintió, no estaba como para soportar una discusión con James conociendo el malhumor del hombre.— Susan, mentirme a mí es imposible porque tu labio inferior tiembla cuando estás mintiendo — James le acaricio el rostro segundos después de decir aquello — estoy esperando tu verdad Susan.— A mí no me corresponde decirle aquello, usted debería de conversar con su esposa — Susan se muerde los labios
James había retrocedido unos pasos más al escuchar las palabras de Susan, por supuesto el hombre enmarca las cejas ante lo dicho por la pequeña mujer que tenía ante ella, y lo más llamativo era la amargura con la que Susan dice aquellas palabras, no obstante él no reacciona de inmediato tratando de aclarar su propia mente.—¿Quién te ha dicho eso Susan? — James por fin logra decir algo.— A mí no me corresponde decirle esto, señor Campbell.— Por un demonio deja de decirme Señor Campbell, ahora mismo quiero que me digas de donde mierda sacas esa información de que Dalia también está esperando un hijo mío.— A mí no me corresponde decirte aquello, deberías de ir a hablar con tu esposa y dejarme a mí en paz es más no hay ningún problema en que solo reconozcas al hijo de tu esposa como tuyo, en realidad aquello sería mucho mejor y a mí me dejarías en paz con mi hijo, estaríamos mucho mejor sin ti.— ¿Para que te vayas a criarlo con El imbécil de tu exmarido? — James se había impacientado
Susan se quedó allí con el labio inferior tembloroso, mirando fijamente a James, el Azul de sus ojos brilla con incredulidad, no esperaba que James fuera tan sinvergüenza para decir semejante estupidez.— ¿Usted no conoce de la bigamia? — Pregunta Susan demostrando su molestia absoluta ante la barbaridad dicha por James, pero la seriedad de la mujer le dio un ml presentimiento a Susan que lo fulmina con la mirada —¿Nuevamente no le importa llevar por su pecho derribando todo solo por demostrar cuanto poder tiene y que no le importa absolutamente nada mucho menos nadie? — La rubia lo mira expectante de la respuesta que pueda darle el hombre.— A mí no me importa absolutamente nadie… — No sé que estoy esperando de una persona tirana como usted — Susan no le había dejado terminar a James sus palabras cuando ella ya había hablado Nuevamente generando molestia en James, pero no dijo nada.— Vamos a casarnos — James sale del vehículo y Susan sabe que no tiene otra opción aunque quisiera re
Es allí donde el temido Mafioso se sentía vulnerable, todo su poder no era nada, nada le aseguraba que la vida de su hija estaba segura, James se sintió paralizado cuando vio cómo el personal médico de su propio Sanatorio aquel mismo que está catalogado como el Sanatorio al cual se le vende el alma al demonio trataba de salvar un pequeño ángel, los Médicos rodeaban a su hija. Su frágil cuerpecito yacía en la incubadora, rodeado de luces brillantes que parpadeaban como estrellas lejanas, pero que en ese momento solo le parecían un recordatorio de lo que estaba en juego. El sonido constante de los monitores que vigilaban su respiración resonaba en sus oídos, un ritmo que se mezclaba con el latido acelerado de su corazón. Sus manos temblaban, incapaces de asimilar la realidad de lo que estaba sucediendo.El rostro de su hija, tan pequeño y vulnerable, lo miraba desde dentro del cristal. Había pasado solo tres horas de donde la cargo con cuidado de escuchar su primer llanto dando en la vi