La madrugada en la Ciudad de Madrid se sentía fría, Genesis se encontraba con los ojos abiertos, el brazo de su esposo estaba posicionado entre su cintura reposando su mano en el abdomen de ella, no sabe que hora se habría quedado dormida, tampoco entendía como es que ahora dormía con Leandro. Cuando sintió las manos frías de alguien acariciando su cuerpo Genesis se dio la vuelta encontrándose con Leandro mirandola intensamente, sus ojos avellana eran ardientes. - ¿Que ocurre? - Preguntó la mujer aunque se sintió nerviosa ante aquella mirada que su marido estaba dedicándole. - Adivina - Leandro había sonreído. - ¿No tuviste suficiente en la casa de mis padres? - Genesis cierra los ojos, pero solo para sentir los labios de Leandro acariciar su piel - Leandro- Expuso en un murmullo la chica mientras el hombre se posiciona por encima de ella apartando el camisón que traía puesta, Genesis siente el miembro masculino en todo su esplendor en su cavidad, dándole como si no hubiera mañana
Mateo y Genesis compartieron un agradable momento — Te veré a tu regreso y no acepto un no como respuesta, y te advierto ni se te ocurra delatarme porque tu marido va a torturarme, mucho menos le digas que estoy conduciendo, aún soy menor de edad. Genesia había sonreído, le entregó el casco, segundos después la motocicleta se alejó de ella, las luces de la Mansión estaban completamente apagadas, Genesis abrió la puerta de manera cuidadosa, parecía ser que Leandro no había vuelto, de hecho ella supuso que el encuentro con su hermana había terminado en algo más entre ellos, quizás la vergüenza los había abandonado él estaba casado y ella estaba comprometida, pero había algo muy fuerte que los une y es el amor. — ¿En dónde y con quien estabas? - La pequeña lámpara se había encendido, Genesis había dado un salto por el susto que había experimentado, la luz enfocaba en el rostro de Leandro, ella supo de inmediato por la atmósfera y por el rostro hosco del hombre que estaba muy molesto -
- Vuelve a repetir tus palabras Giselle La voz de Genesis sé oyó temblorosa - Eso no puede ser así, yo - Ella estaba al borde de las lágrimas. — No se trata de que puede o no ser eres así, Genesis déjame decirte que es así, tú no puedes darle a Leandro lo más valioso para él y aquello es un hijo - Génesis sintió que su corazón se hace trizas ante las palabras de su hermana - Y él lo sabe, yo le he pedido que no te lo dijera porque no quería hacerte daño, pero viendo que estás cayendo en los encantos de él, mi obligación es decirte aquello en lo que no puedes cumplir con Leandro, puedes darle el mejor sexo de su vida, pero nunca le darás lo mas importante para su vida un hijo. Genesis ya no prestó atención a las palabras de su hermana, su mente trabaja a mil por segundo, sentía un agudo dolor en el pecho, en la cabeza, un nudo en la garganta, la chica tomó la decisión de apartarse de su hermana, Gisele no hizo nada para detenerla, Genesis sentía sus pasos y los latidos de su corazón
Ana observa a la rubia de ojos azules fijamente y Genesis conoce a su amiga el silencio de Ana confirma muchas cosas. — No puedo creerlo Ana, todos lo sabían - Genesis niega con la cabeza- ¿Eres mi amiga? Porque si vas a decirme que sí, déjame decirte qué. — Basta, conmigo no te pongas feroz porque te estás equivocando, con la persona con la que deberías de sacar tus garras es con, mejor me callo, porque estoy segura de que el día que quieras defenderte de ella, esa misma persona ya habría acabado contigo, no es fácil, sé perfectamente que no es fácil conocer de las probabilidades de que te quedes embarazada es prácticamente nula, pero también estamos avanzados en el ámbito de la tecnología, bien que se puede encontrar una solución a través de ella, no te lo dije porque no sabía cómo hacerlo, y tu hermana claramente si supo cómo dar uso a aquella información, tienes que entender que ella en cualquier momento, en cualquier situación y en cualquier lugar va a demostrarte que puede des
— Pues ni modo, eres solamente para mí - la voz del hombre hizo palidecer a Genesis. — ¿Quién te dijo para traerme aquí? - ella se quiso dar la vuelta olvidando que estaba atada cayendo al suelo y golpeándose el rostro. — Ya no tiene caso decirte las órdenes de quién estoy siguiendo, a tu esposo no le importas en lo absoluto, y te vas a venir conmigo - después de decir aquello Antonio se acercó a Genesis. — ¿Qué te ha dicho Leandro? - Pregunta Genesis mordiéndose los labios, se había golpeado también las manos con la caída — Que te aproveche y te disfrute gustoso - Entonces escucho los pasos de Antonio acercándose a ella, la levanto y la desató - Compórtate de lo contrario, no te aseguro que seré muy considerado y gentil, no todos somos tontos como tú. — ¿Qué es lo que vas a hacerme? - Preguntó la mujer ya un poco temerosa, el hombre tenía una mirada rara que no había visualizado antes de la llegada de Leandro. — Nada de lo que no conozca, señora - Génesis se asustó ahora se arr
Genesis había quedado en el estacionamiento, se había posicionado por detrás de otro vehículo, pero en ese momento había escuchado que su hermana se estaba acercando, parecía ser que estaba hablando con alguien, de hecho estaba hablando con alguien. — Ya te he dicho que volveré después a Italia, ¿cómo está de salud? - Hubo silencio después de que Gisele realizará aquella pregunta, Genesis no tenía conocimiento acerca de qué asuntos su hermana trataba en Italia - Ya sabes lo que tienes que hacer tu obligación es mantener con vida a Lucio, el viejo debe de morir después de firmar los documentos. Gisele se alejó y Genesis se había quedado sorprendida ante aquellas palabras expresadas por su hermana, de hecho ella no la tenía en aquel concepto, su voz derrocha interés, maldad. Genesis cerró los ojos, entonces recordó a Lucio Rizzi, uno de los amigos de su padre, Genesis sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y salió corriendo del estacionamiento, para su suerte desde la distancia obse
Genesis lo miró fijamente, pero antes de que le diera una respuesta, el hombre había recibido una llamada telefónica, el interior del vehículo había quedado en total silencio, pero para Genesis no había pasado desapercibido el cambio drástico en las facciones del rostro de Leandro. Nuevamente, el vehículo fue puesto en marcha y la mujer tenía ciertas dudas de lo que implicaba la llamada que Leandro. había recibido. — ¿No puedes evitar ser curiosa? - De pronto Pregunta Leandro logrando que Genesis se sonrojara al ser pillada. — ¿Ocurre algo malo? - Su pregunta fue hecha con timidez, su voz era tan suave que para el hombre fue casi inaudible. — Son asuntos que no tienen nada que ver contigo - Se habían detenido por delante de los portones de la Mansión Sousa, Genesis frunció el ceño, no entendía la razón por la cual se encontraban allí. — ¿Qué estamos haciendo aquí? - Pero al momento de hacer esa pregunta Genesis había pensado en algo más, quizás Leandro venía a ver Gisele y aquel
Luego de aquel encuentro con su madre, Genesis se había duchado, había dejado ir a su madre, antes de enfrentarlos necesitaba saber qué ha ocurrido alrededor de ella, y cuál era la razón más fuerte por la cual su corazón se inclinaba hacia la opción de que su hermana estaba ocultando algo grave. La joven había tomado la decisión de salir al patio, no hace frío, tampoco calor, la temperatura estaba agradable ya a esas horas, aunque había mosquitos, Genesis había dado varias vueltas, sus pensamientos viajaron hasta Leandro resulta ser que después de que lo ha rechazado en innumerables ocasiones ahora lo extraña y se ha entregado a él en el propio vehículo. Genesis se había sentado en el sillón con que se contaba en aquella área de la casa, la joven dejó escapar un suspiro, aceptar sus sentimientos hacia su marido no era tan fácil, pero lo que más le dolía y le atormentaba la mente, el alma y el corazón era pensar en que ella no podía quedar embarazada, se había puesto a pensar en la C