Genesis había quedado en el estacionamiento, se había posicionado por detrás de otro vehículo, pero en ese momento había escuchado que su hermana se estaba acercando, parecía ser que estaba hablando con alguien, de hecho estaba hablando con alguien. — Ya te he dicho que volveré después a Italia, ¿cómo está de salud? - Hubo silencio después de que Gisele realizará aquella pregunta, Genesis no tenía conocimiento acerca de qué asuntos su hermana trataba en Italia - Ya sabes lo que tienes que hacer tu obligación es mantener con vida a Lucio, el viejo debe de morir después de firmar los documentos. Gisele se alejó y Genesis se había quedado sorprendida ante aquellas palabras expresadas por su hermana, de hecho ella no la tenía en aquel concepto, su voz derrocha interés, maldad. Genesis cerró los ojos, entonces recordó a Lucio Rizzi, uno de los amigos de su padre, Genesis sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y salió corriendo del estacionamiento, para su suerte desde la distancia obse
Genesis lo miró fijamente, pero antes de que le diera una respuesta, el hombre había recibido una llamada telefónica, el interior del vehículo había quedado en total silencio, pero para Genesis no había pasado desapercibido el cambio drástico en las facciones del rostro de Leandro. Nuevamente, el vehículo fue puesto en marcha y la mujer tenía ciertas dudas de lo que implicaba la llamada que Leandro. había recibido. — ¿No puedes evitar ser curiosa? - De pronto Pregunta Leandro logrando que Genesis se sonrojara al ser pillada. — ¿Ocurre algo malo? - Su pregunta fue hecha con timidez, su voz era tan suave que para el hombre fue casi inaudible. — Son asuntos que no tienen nada que ver contigo - Se habían detenido por delante de los portones de la Mansión Sousa, Genesis frunció el ceño, no entendía la razón por la cual se encontraban allí. — ¿Qué estamos haciendo aquí? - Pero al momento de hacer esa pregunta Genesis había pensado en algo más, quizás Leandro venía a ver Gisele y aquel
Luego de aquel encuentro con su madre, Genesis se había duchado, había dejado ir a su madre, antes de enfrentarlos necesitaba saber qué ha ocurrido alrededor de ella, y cuál era la razón más fuerte por la cual su corazón se inclinaba hacia la opción de que su hermana estaba ocultando algo grave. La joven había tomado la decisión de salir al patio, no hace frío, tampoco calor, la temperatura estaba agradable ya a esas horas, aunque había mosquitos, Genesis había dado varias vueltas, sus pensamientos viajaron hasta Leandro resulta ser que después de que lo ha rechazado en innumerables ocasiones ahora lo extraña y se ha entregado a él en el propio vehículo. Genesis se había sentado en el sillón con que se contaba en aquella área de la casa, la joven dejó escapar un suspiro, aceptar sus sentimientos hacia su marido no era tan fácil, pero lo que más le dolía y le atormentaba la mente, el alma y el corazón era pensar en que ella no podía quedar embarazada, se había puesto a pensar en la C
Cuando Genesis abrió los ojos sintió el brazo de Leandro posándose en su cintura, Genesis se mordió los labios al recordar lo que habían hecho una vez más con Leandro, como en medio de los besos apasionados ella había dejado de lado su timidez, recordar los gruñidos de satisfacción del hombre erizaba su piel, sus cuerpos sudados y enredados, la mujer cerró los ojos, quizás esto estaba mal, pero tampoco era así, Leandro era su esposo legalmente y esto es lo que hacen los esposos, no obstante nunca le dará un hijo, era imposible, no importa cuánta intimidad pudieran tener ella nunca podrá tener un hijo de Leandro, aunque pensando bien de que serviría tener sexo con el, después de todos los actos sexuales ellos se alejaron de allí. Pero Leando había escuchado el gruñido del estomago de su esposa, ya la noche estaba cayendo, el hombre no dijo nada, pero Genesis se había percatado de que el vehículo se había estacionado.- ¿Tienes hambre? - Pregunta el hombre ganándose la atención de la c
Genesis había mirado fijamente a Cristian, sus ojos azules parecen dagas, mientras observaba al hombre la sala había quedado en total frialdad, Ana no había expresado ninguna palabra esperando la reacción de su amiga. — Eso es un chantaje - Genesis se acercó a Cristian - Prefiero no saber absolutamente nada si esas son tus condiciones, prefiero ir por mi propia cuenta sin importar cuanto tiempo tenga que tardar. — ¿Tanto te importa ese hombre? - Cristian levantó la voz. — Eso no es asunto tuyo, y aquí la conversación ha terminado, no tengo interés en lo que puedas decirme - Genesis se había dado la vuelta dispuesta a salir de la casa. — Estás casada con un hombre que no te ama, con un hombre que no será capaz de dar ni siquiera un paso por ti. — ¿Y eso en que te afecta a ti? No debería de afectarte en absolutamente nada, es mi vida - Genesis había respondido con total elegancia. — Suficiente, Cristian, cuando me dijiste que debía de traerla, no me dijiste que era solamente para
Los minutos pasaron Genesis estuvo soportando el frío por unos minutos en el balcón hasta que su hermana había vuelto a salir, tiempo suficiente para que ella también pueda escabullirse de allí, la mujer sabe que debe de tener la sangre fría para evitar ser vista por su hermana, así que sin dudar abrió la puerta del despacho, Genesis escuchaba que su hermana estaba en la habitación de sus padres para ella la búsqueda aún continua, pero para Génesis ya había llegado a su final, el vehículo aún esperaba por ella y aquello ella lo agradeció, al momento en que la camioneta se alejó Gisele se había percatado de la presencia de la misma. La rubia había observado fijamente el vehículo que se alejaba, pero segundos después había vuelto a su búsqueda en su corazón, su hermana aún era muy ingenua para que pudiera percatarse de algo, mientras que Genesis seguía observando con sus ojos azules el pequeño objeto que tenía en la Palma de su mano. — Señora, ¿la llevo a la Casa Betancourt?— Preguntó
— Leandro, me gustaría que lo hicieramos en la cama - Pero las palabras de Genesis se habían escuchado más como en un susurro, Leandro no se detuvo desprendiéndose el broche del pantalón, toda acción fue más fácil, la bebida y el sitio en donde estaban estimuló aún más a la pareja, que en cuestión de segundos se sucumben en las llamas de la pasión, Leandro la penetro de manera Dominante sabe que no pude tardar mucho, así que en cuestión de minutos ambos habían llegado al orgasmo de manera inmediata, el falo masculino siente como el clímax de la mujer lo empapa, Genesis estaba con la respiración acelerada, Leandro se acomodó su ropa. La mujer levantó el rostro encontrándose con los ojos impregnados de odio de Gisele, Leandro se percató de que los ojos de Genesis estaban puestos fijamente en un sitio, así que se dio la vuelta encontrándose con la mirada de su ex novia. — ¿Te sientes culpable porque te ha visto teniendo sexo con tu marido? - Leandro estiró a Genesis tomando de la barbi
Genesis se había quedado dormida despues de la ida de Ana lo suficiente para sentir que alguien la estaba mirando en ese preciso momento, así que abrió los ojos lentamente para encontrarse con la intensa mirada de su marido, Leandro Betancourt, tan distante, tan elegante, su estilo único y encantador que hace que cualquier mujer caiga de rodillas a sus pies incluso Genesis Sousa, la joven observó que su marido se acercaba a ella, Leandro le revisó la cabeza, acción que había tomado por sorpresa a Genesis, que frunció el ceño ante la duda de aquello que Leandro estaba haciendo. — ¿Qué estás haciendo, Leandro? ¿Vas a arrancarme la cabeza? - Preguntó la mujer confundida. — Estoy revisando si tu cabeza no tiene algún defecto, ¿por qué saliste corriendo del club cuando sabes perfectamente que yo estaba allí? - Leandro se escuchaba muy molesto, Genesis no quería escuchar sus gritos, de hecho podría fingir demencia o un fuerte dolor de cabeza, intentarlo no era difícil así que fingió dolor