Cuando Genesis abrió los ojos sintió el brazo de Leandro posándose en su cintura, Genesis se mordió los labios al recordar lo que habían hecho una vez más con Leandro, como en medio de los besos apasionados ella había dejado de lado su timidez, recordar los gruñidos de satisfacción del hombre erizaba su piel, sus cuerpos sudados y enredados, la mujer cerró los ojos, quizás esto estaba mal, pero tampoco era así, Leandro era su esposo legalmente y esto es lo que hacen los esposos, no obstante nunca le dará un hijo, era imposible, no importa cuánta intimidad pudieran tener ella nunca podrá tener un hijo de Leandro, aunque pensando bien de que serviría tener sexo con el, después de todos los actos sexuales ellos se alejaron de allí. Pero Leando había escuchado el gruñido del estomago de su esposa, ya la noche estaba cayendo, el hombre no dijo nada, pero Genesis se había percatado de que el vehículo se había estacionado.- ¿Tienes hambre? - Pregunta el hombre ganándose la atención de la c
Genesis había mirado fijamente a Cristian, sus ojos azules parecen dagas, mientras observaba al hombre la sala había quedado en total frialdad, Ana no había expresado ninguna palabra esperando la reacción de su amiga. — Eso es un chantaje - Genesis se acercó a Cristian - Prefiero no saber absolutamente nada si esas son tus condiciones, prefiero ir por mi propia cuenta sin importar cuanto tiempo tenga que tardar. — ¿Tanto te importa ese hombre? - Cristian levantó la voz. — Eso no es asunto tuyo, y aquí la conversación ha terminado, no tengo interés en lo que puedas decirme - Genesis se había dado la vuelta dispuesta a salir de la casa. — Estás casada con un hombre que no te ama, con un hombre que no será capaz de dar ni siquiera un paso por ti. — ¿Y eso en que te afecta a ti? No debería de afectarte en absolutamente nada, es mi vida - Genesis había respondido con total elegancia. — Suficiente, Cristian, cuando me dijiste que debía de traerla, no me dijiste que era solamente para
Los minutos pasaron Genesis estuvo soportando el frío por unos minutos en el balcón hasta que su hermana había vuelto a salir, tiempo suficiente para que ella también pueda escabullirse de allí, la mujer sabe que debe de tener la sangre fría para evitar ser vista por su hermana, así que sin dudar abrió la puerta del despacho, Genesis escuchaba que su hermana estaba en la habitación de sus padres para ella la búsqueda aún continua, pero para Génesis ya había llegado a su final, el vehículo aún esperaba por ella y aquello ella lo agradeció, al momento en que la camioneta se alejó Gisele se había percatado de la presencia de la misma. La rubia había observado fijamente el vehículo que se alejaba, pero segundos después había vuelto a su búsqueda en su corazón, su hermana aún era muy ingenua para que pudiera percatarse de algo, mientras que Genesis seguía observando con sus ojos azules el pequeño objeto que tenía en la Palma de su mano. — Señora, ¿la llevo a la Casa Betancourt?— Preguntó
— Leandro, me gustaría que lo hicieramos en la cama - Pero las palabras de Genesis se habían escuchado más como en un susurro, Leandro no se detuvo desprendiéndose el broche del pantalón, toda acción fue más fácil, la bebida y el sitio en donde estaban estimuló aún más a la pareja, que en cuestión de segundos se sucumben en las llamas de la pasión, Leandro la penetro de manera Dominante sabe que no pude tardar mucho, así que en cuestión de minutos ambos habían llegado al orgasmo de manera inmediata, el falo masculino siente como el clímax de la mujer lo empapa, Genesis estaba con la respiración acelerada, Leandro se acomodó su ropa. La mujer levantó el rostro encontrándose con los ojos impregnados de odio de Gisele, Leandro se percató de que los ojos de Genesis estaban puestos fijamente en un sitio, así que se dio la vuelta encontrándose con la mirada de su ex novia. — ¿Te sientes culpable porque te ha visto teniendo sexo con tu marido? - Leandro estiró a Genesis tomando de la barbi
Genesis se había quedado dormida despues de la ida de Ana lo suficiente para sentir que alguien la estaba mirando en ese preciso momento, así que abrió los ojos lentamente para encontrarse con la intensa mirada de su marido, Leandro Betancourt, tan distante, tan elegante, su estilo único y encantador que hace que cualquier mujer caiga de rodillas a sus pies incluso Genesis Sousa, la joven observó que su marido se acercaba a ella, Leandro le revisó la cabeza, acción que había tomado por sorpresa a Genesis, que frunció el ceño ante la duda de aquello que Leandro estaba haciendo. — ¿Qué estás haciendo, Leandro? ¿Vas a arrancarme la cabeza? - Preguntó la mujer confundida. — Estoy revisando si tu cabeza no tiene algún defecto, ¿por qué saliste corriendo del club cuando sabes perfectamente que yo estaba allí? - Leandro se escuchaba muy molesto, Genesis no quería escuchar sus gritos, de hecho podría fingir demencia o un fuerte dolor de cabeza, intentarlo no era difícil así que fingió dolor
— No te creo Leandro Betancourt - Genesis levantó el rostro orgullosamente, solamente para que Leandro la termine besando, por supuesto un contacto al que la chica no pudo negarse. — ¿No me crees? - Preguntó Leandro tirando de los labios de ella provocando un pequeño corte, el hombre con la punta de su lengua caliente acarició la herida. — No hagas eso - Génesis se había sonrojado inmediatamente, escondió su rostro en el pecho de su esposo mientras el hombre la envuelve en sus brazos, depositando un beso en su cabeza. — Desde nuestro matrimonio siempre fuiste tú, aquella noche en dónde mi madre nos quiso llevar a cenar con Gisele, yo solamente la he llevado a ella, cuando volví te encontré en el jardín, y nuevamente te hice mía allí, el corazón sangrante me recuerda a ti, es la pasión y el cariño que ha despertado hacia ti, además estaba quemando la carta que te escribí queriendo que de esa manera el amor que sentía por ti se haga cenizas, pero se volvió más fuerte además ¿recuerda
Después de la ida de Leandro al dia siguiente, Genesis fue dada de alta por supuesto que dos camionetas custodian la Lamborghini de Ana, puesto que ella recibió la llamada de Leandro a las 5 de la madrugada. — Te juro que me dan ganas de matar a tu marido, ¿a que ser humano se le ocurre llamar a la madrugada a la amiga de su esposa? Solamente al tuyo ¿Sabes qué me dijo? ¿Sabes que me dijo? Genesis eso es considerado un crimen - Ana lo repitió en dos ocasiones - Mamá Osa, tu bebé sale mañana de la Clínica, ve por ella para las 8 de la mañana puntualmente - Ana había gritado, los Guardaespaldas solamente agacharon la cabeza, pero no esperaban que aquellas hubieran sido las palabras de Leandro. — Baja la voz - Genesis se acomodó en el vehículo, unos segundos después Ana había puesto en marcha la su vehículo cuando llegaron a la casa, Génesis no pudo evitar no recordar las palabras de Leandro, la casa es diseñada exclusivamente para ella, era de ella. No le importa en lo absoluto la c
El avión Privado del Grupo Sousa había aterrizado en tierras Inglesas, Ana tenía un brillo poco usual en sus ojos, ella es la más emocionada de saber que su amiga está entrando en una nueva faceta.— Me puedes decir que te hizo cambiar tanto de parecer hasta que te atreves a desafiar la decisión de tu hermana que ante tus ojos es una santa y venir hasta Inglaterra - Ana se acomoda el cabello mientras avanzaba ya una camioneta esperaba por ellas, los Guardaespaldas que son encargados de la seguridad de Genesis recibieron la orden de que no tenían autorización de informar a Leandro que Genesis estaba viajando, de hecho fue una orden que difícilmente fue acatada por los hombres, pero cuando Genesis sin más alternativas les dijo que van a ir en busca de Leandro, sus empleados se habían calmado. - Me he enterado de que Lucio del cual te hable y buscamos la información el amigo de mi padre es el hombre con quién mi hermana se acuesta con él desde que tiene 15 años. — ¡Genesis! - Ana la to