La mujer caminaba con una seguridad en sí misma que podría sentirse a kilómetros de distancia. Su cabello rubio brillante, enmarcaba su rostro ovalado, era una señal de su naturaleza estoica y serena. Sus ojos, de un suave tono de verde, mostraban la profundidad de su espíritu, una mirada que contenía historias eternas y amores perdidos. Su piel tenía el color de la luna creciente y su sonrisa, el brillo del sol. Cuando se acercó retirar su equipaje, los niños la siguieron obedientes. Ambos eran iguales, desde su cabello castaño oscuro hasta sus ojos, color chocolate fundido, no tenían ningún parecido con ella, eran una copia exacta de su padre biológico. Llevaban la ropa de un color liso, negro, sin ningún adorno. Ni un solo detalle para destacar sus apariencias. La mujer caminó con pasos decididos, con sus hijos a cada lado, los tres serios, como si no les importara el resto del mundo, cuando se estaba acercando a la puerta, un hombre salió a su encuentro, cuando lo vio su expre
El chofer salió del vehículo para inspeccionar qué había pasado y Julián casi al mismo tiempo lo siguió.Al llegar, pudieron ver como el coche había chocado con otro vehículo que iba por la carretera. El conductor del otro auto estaba desconcertado y luego cambió su actitud a enojo al verlo, pero gracias a Dios nadie se había lesionado. Aunque Julián hizo amago de ver al interior del auto, como los vidrios estaban tintados no pudo ver nada.—Señor, tenemos prisa, puede pasar por el edificio Del Pino mañana y buscar la oficina del CEO, le pagaré los gastos —dijo Julián con amabilidad.Mientras en el asiento detrás del auto Erika observaba la escena con una mezcla de sorpresa y curiosidad.—Mamita ¿Quién es ese señor? Se ve muy elegante, ¿Lo conoces? —interrogó Santiago y Erika respondió apretando la mandíbula en una línea fina.—No, no lo conozco —tocó el brazo de Aníbal y le pidió un favor—. Dile a tu chofer que lo retrase.El hombre la miró sin entender.—No ganamos nada con eso.—C
Aníbal vio el enojo en el rostro de Erika. Estaba por completo transformada mientras en su expresión se dibujaba un gesto despectivo. No sabía qué esperaba hacer, pero era evidente que se estaba controlando para no salir a enfrentar al hombre, sin embargo, como vio que no se movía, decidió preguntárselo.—¿Qué piensas hacer? ¿Vas a bajarte a impedir la boda de tu exesposo con tu hermana?Erika negó con la cabeza lentamente, transformando su expresión en una sonrisa.—No, no haré eso. Después de todo Julián y yo seguimos casados, por eso este matrimonio no es válido. Sin embargo, sirve a mis planes perfectamente, porque en un par de días estará la policía deteniéndolo por bígamo.Aníbal asintió con la cabeza, entendiendo el mensaje.—Lo sé. ¿Y ahora nos vamos? De todas maneras desde aquí no podrás verlos cuando se casen.Ella se quedó en silencio, viendo la escena que se desarrollaba ante sus ojos, Julián abrió la puerta del chofer y le extendió la mano a Elisa, esta lo vio por unos se
Cuando estuvieron en el interior de la iglesia, el clérigo comenzó la ceremonia, se dirigió a los presentes, presentando en primer lugar a la pareja que estaba allí para unir sus vidas. Los dos novios se sostenían de la mano, a pesar de que Julián deseaba liberarse del agarre, su mirada se perdió en el suelo, sus manos estaban heladas y su corazón palpitaba fuerte. Entretanto, Elisa sonreía feliz, pensando que su esfuerzo había valido la pena, al fin estaría unida a él, al hombre que había deseado desde la primera vez que lo vio. Por su parte, el sacerdote comenzó a leer el discurso de boda. La ceremonia era profunda, los presentes escuchaban el mensaje que el clérigo entregaba a la pareja. —Hoy se unen aquí dos corazones. Aquí están Elisa Valles y Julián Del Pino, dos seres que hoy deciden unirse para siempre. Deben saber que entienden como dones divinos el amor y el matrimonio. Ambos deben recordar que el verdadero amor significa respeto, comprensión y confianza. Mientras el Pad
—Hermano, creo que lo mejor es colocar varios objetos y cubrirlos con una sábana como si nosotros estuviéramos allí durmiendo —propuso Santiago—, de esa manera si nuestra madre viene a ver si estamos durmiendo, no se dará cuenta de que hemos escapado, si no que sus angelitos están donde ella cree que deben estar.—Me parece una idea genial —respondió Salva orgulloso de su gemelo.—Me gustaría llevarme el mérito, pero realmente lo vi en una película —respondió Santi con humildad.Enseguida los dos terminaron de colocar ropa y cojines y lo cubrieron con una sábana.—¡Genial! —exclamó Salva.—Vamos a nuestra tarea —dijo el más pequeño.—Antes de marcharnos y escapar de casa para irnos a encontrar con nuestro padre, vamos a ir a la habitación de nuestra madre, para estar seguros de que se ha quedado dormida. Así lo hicieron, pero cuando se asomaron la cama está vacía.—¿Dónde está? ¿Acaso salió? —interrogó Santiago.—A lo mejor está en el despacho o si salió nos ha dejado con la niñera —
Julián besó a la mujer con desesperación tratando de buscar en ella a Erika, no sabía si era su mente que le jugaba una mala pasada, pero le sabia y la sentía como ella, si era su imaginación o un sueño se negaba a que eso terminara.La tomó entre sus brazos, mientras ella permanecía estática, la sacó de allí para llevarla a la suite que tenía en ese hotel, el lugar donde escapaba de vez en cuando de todo. Cuando llegó a la habitación comenzó a desnudarla, se desnudó él, pero antes se colocó un preservativo, mientras no dejaba de llamarla con palabras cariñosas, "Mi Erika" "Mi adorado corazón" “Amor, te he extrañado tanto”, en su mente estaba convencido que la mujer en sus brazos era su esposa, a la única mujer que había amado y seguía amando.No se dio cuenta que mientras salía del bar restaurante varios periodistas y personas le habían tomado fotografías para publicar en los medios y en las redes sociales.Una parte de Julián, trataba de decirle que no podía ser Erika porque ella ya
—No vayan a decir que no les avisé —dijo la niña, abrió la boca para hacer creer que iba a gritar, esperó que el niño intentara cubrirle la boca, pero no lo hizo, solo se sentó tranquilo, totalmente indiferente a lo que ella estaba haciendo.Cuando vio que se quedó tranquila, le preguntó.—¿Terminaste la actuación? —ante la pregunta de Salva, la niña se mantuvo en silencio.—Ya veo que eres hija de la bruja Elisa —comenzó a decir Santiago y, aun así, ella no se inmutó—, y claro, también de la rata de dos patas de Julián Del Pino.Esas palabras del niño si lograron enojar a la niña y se le encimó a Santi cerrando sus pequeños puños para golpearlo.—A mi papá tú no lo ofendes… no permito que nadie se meta con él —dijo con sus ojos anegados en lágrimas.—¿Qué te duele la verdad? Pues que triste por ti, tu padre es una rata infiel, miserable, que se burló de mejor mujer del mundo y la hizo tener un accidente… donde casi… —se dio cuenta de lo que iba a decir y corrigió—, donde murió.—Papá
Kaire abrió los ojos con preocupación cuando sus hermanos comenzaron a hablar de la idea de escapar de su casa. Ella no sabía qué hacer, no estaba segura de qué era lo correcto, pero sus hermanos la tranquilizaron. —No tienes por qué preocuparte, mamá va a aceptarte, eres su sobrina y te va a querer igual, mamá es una mujer muy buena y justa —dijo Santiago convencido de sus palabras. —Pero, ella no debe querer a mis padres por lo que le hicieron… quizás verme a mí, puede hacerla recordar esa traición —declaró la niña con un deje de tristeza no solo en su voz, sino también en su expresión. —Tranquila, mamá, te aceptará porque no tienes la culpa de lo que hayan hecho la bruja y el infiel —dijo Santi y la niña lo miró con tristeza, él se llevó la mano a la boca en señal de arrepentimiento—, lo siento, es la costumbre, pero prometo tratar de morderme la lengua para no decir nada ofensivo en contra de tus padres. —También es tu padre —aclaró la niña. —Para mí no es mi padre, solo es u