"Nervios a flote"
Como toda rutina, Helen le dio un beso de piquillo a Elliot y entro junto a sus dos mejores amigas a clases. Al entrar todos los alumnos se encontraban en un extraño silencio.
— ¿Qué sucede aquí?, —pregunto algo aturdida.
Si no se equivocaba, era muy raro cuando el salón "B" con 25 estudiantes se encontrase en completo silencio. Solo sucedía cuando alguien se metía en algún problema, y hasta donde ella recordase nada había ocurrido el viernes pasado.
—Eh, ¡No sé nada!, —Hanna se notaba alterada y con paso rápido se alejó de su amiga dejándola con una cara de confusión única.
— ¿Y a esta que mosca le ha picado?
—Disculpa a Han. Helen ¿no te has dado cuenta?
Esta negó sin comprender a su amiga, la cual le dio una pequeña sonrisa para calmarle.
—La profesora Sonia no ha venido y por ello todos creen que tendremos una nueva ¿Cierto chicos?, —preguntó Alzando la voz logrando que casi todo el salón asintiera de manera tenebrosa, parecían robots controlados por medio de un control remoto.
— ¡Oh! ya veo, —con el ceño fruncido tomo asiento en aquel puesto que parecía tener días sin ser tocado.
Los minutos pasaban y mientras observaba aquel reloj de pared, sus nervios comenzaban a aparecer. Si no calculaba mal llevaba 30 minutos sentada en su sitio y las agujas del reloj no se habían movido ni un centímetro desde que lo comenzó a mirar con atención.
— ¿Qué rayos sucede aquí?, miro a los lados y todos, cada una de las personas seguían en el mismo lugar con el mismo gesto, como unos completos zombis, caras pálidas y miradas viendo a la nada.
Se repetía para sí misma: todo está bien, dentro de poco sonara la campana y volveré a la normalidad. Para la mala suerte de Helen sabia llevar muy bien la cuenta y está claro que supo cuando se hizo la hora de salida. Y como si fuera todo planeado, al ella contar 45 minutos, los alumnos se levantaron de su asiento y salieron uno tras otro.
—¿Vienes Helen?, —comentó Kattia a un lado de Hanna frente a la puerta.
Ella dio una sonrisa nerviosa, tomo su mochila y salió como un rayo tras ellas.
Los pasillos estaban desolados, algo que le ponía la piel de gallina. Era la hora del almuerzo, ¿cómo es que no hay nadie por allí caminando?
—¿Me he perdido de algo? —No miró a sus amigas ya que buscaba con la mirada algo que le diera señales de vida.
—No, esta como de costumbre, —escuchó decir para luego quedar en silencio. Algo que la hizo voltear y notar como Kattia fulminaba con la mirada a una muy nerviosa Hanna.
—Se refiere a que hoy es un día de descanso, —le dio una sonrisa tranquila pero esta ya no le pasaba como algo normal, estaba comenzando a pensar que Kattia le ocultaba algo.
Su visión se oscureció, y sintió unas frías manos en su rostro.
—Mm... ¿Elliot?
La vista volvió y recibió un casto beso de su novio el cual le brindo algo de tranquilidad.
—¿Cómo esta lo más hermoso que tengo?, —escuchó en tono infantil que le causó mucha gracia.
—Muy bien mi pichoncito, ¿qué haremos hoy?, —el chico abrió los ojos como plato y esta frunció el ceño.
—¿A qué te refieres mi preciosa?
Por un segundo se extrañó de la palidez de su novio, y su manera sin expresión de hablarle.
—Pues, me refiero a salir de ir a un cine, o parque. — Alzo una ceja al no esperar respuesta de su chico, pero al pasar unos minutos donde todo estaba en silencio y notar la mirada fija de las tres personas sobre ella, sus nervios volvieron al ataque.
—No creo que podamos salir por un tiempo... —Escuchó decir a su novio Elliot con un hilo de voz.
— ¿Qué quieres decir Elliot? ¿Estás cortando conmigo?
Lo primero y único que cruzo por su mente fue « "Debe tener otra chica y no desea que lo vean conmigo"», el chico recobro su color y negó rápidamente.
—Para nada Helen, ¿crees que te dejaría?, —estaba rojo de ira se le notaba que para él esas palabras no las debía mencionar ni en juego.
—Pues no, pero con eso que has dicho me has dejado con una duda y...
Kattia se puso frente a Elliot le hizo unas señas que no logró ver y luego volteo a ver a su amiga con una sonrisa.
—Ustedes y sus típicas peleas. Tu novio tiene problemas en casa, me he dado cuenta esta mañana cuando pase por allí y la señora Rosa le gritaba que estaba castigado.
Helen trago grueso, le estaba dando algo de miedo que Kattia se metiera en cada cosa que preguntara, pero: ¿meterse en la conversación que tiene con su novio? Eso la dejo aún más aterrada, puesto que eso de costumbre no pasa así.
—Creo que me iré a casa temprano hoy.
Dio a su novio un beso por última vez y salió corriendo de ese instituto hasta llegar a su casa.
"Vecinos Nuevos"No más al llegar a su casa, abrió la puerta y arrojo la mochila al suelo ¿Se estaría volviendo loca? o quizás ¿era bipolar?Tiro un poco de los cabellos y se arrojó en el sillón, quizás tanto alcohol de la noche anterior la dejo pensando cosas locas, su amiga del alma Kattia jamás le ocultaría algo mucho menos se enredaría con su novio a quien ella misma ayudo a que se enamoraran.Encendió la TV en busca de algo para cambiar el debate mental que mantenía y se topó con una noticia algo interesante o al menos eso creía:
"Está loca" Solo con ese pequeño gesto de parte de Helen él chico se puso nuevamente rojo como tomate. Algo que sin duda alguna hizo reír a la castaña. — ¡Oh, Jesús! ¡Tanto tiempo sin verte! —Dijo entre risas arrojándose sobre la cama que por los momentos estaba hecha un desastre. —Sí, he estado de viaje, —Jesús se encogió de hombros e hizo una pequeña mueca al contar. Tenía algo que decirle a la castaña, se notaba a simple vista ya que se tornó algo nervioso. — ¿Sucede algo? —pregunto con el ceño fruncido a penas se dio cuenta. Por la mente del joven
"¿Una rutina?"Los rayos del sol tocaban la cara de la chica sin permiso alguno, cosa que la hizo bufar y levantarse de mala gana.— ¿Cómo amaneció tan rápido? , —se bajó de su cama estirando los brazos y volvió a su rutina en el baño.Como su ropa seguía sin aparecer, tomo la que dejo su hermano y lavo en el baño la que ya había usado el día anterior.—Roberth va en serio ¡Me las pagaras! —Soltó un gruñido, bajó tomando su mochila ya que no le apetecía nada para comer.
"Algo anda mal"Como cada mañana el sol iluminó su ventana, se levantó e hizo lo de siempre pero este día venía con un pequeño detalle.No iré a estudiar, algo raro pasa allí. Murmuro para sí misma y se volvió a tender en su cama.No paso ni un minuto cuando su cuerpo por si solo se levantó y la encamino a bajar las escaleras, Helen gritaba como una loca deseando parar pero su cuerpo simplemente no le hacía ningún caso.Caminó colina abajo y saludo a la señora Carmen rogándole con los ojos que le ayudara, pero la mujer solo la vio con cara de confusi
" Única amiga"—Cuando me entere de quien te hizo eso en el ojo se las verá conmigo.Jesús negó con la cabeza y la miro mientras se acomodaba más en la cama, hace poco que se había arrojado y se movía como una serpiente sobre esta.— ¿Por qué te molesta tanto lo de mi ojo?, hace tanto que no hablábamos como personas cercanas.La castaña se levantó como si tuviera un resorte en su espalda y lo comenzó a perseguir por toda la habitación, hasta que el chico pidió un tiempo para tomar aire.—
"Necesito ayuda"Se levantó para desperezar su cuerpo, el olor a tocino inundo su habitación y como de costumbre se dio una ducha, vistió y arreglo. Tomo unos minutos para mirarse fijo en el espejo y ver aquellos moretones nuevos que la noche anterior comenzaron a salir. Toco uno de ellos y sintió un fuerte dolor en la parte trasera de su cabeza.¡Aush! Fue lo único que pronuncio y se dispuso a salir de su habitación.—Buenos días cariño ¿cómo has amanecido hoy? Su madre como siempre estaba de un buen humor, alegre y activa caminando de un lado al otro sirviendo los platos.&mdas
" El plan de Helen"Tomaron una semana para ir de un lado a otro en busca de cámaras y micrófonos, los colocaron en los sitios justos donde se pudiera ver con claridad un ataque del abusivo.Jesús se preparaba mentalmente para cualquier tipo de maltrato, mientras Helen se quedaba debajo de su cama para presionar el botón de grabar y en caso de peligro tener que salir a ayudarle.—Muy bien, estoy listo.Trataba de convencerse a sí mismo de sus palabras y tomaba varias bocanadas de aire para poder mantenerse en calma.—Me va a matar Helen, lo sé.
"Es un demonio"— ¿Cómo puedes estar vivo?, no respirabas más cuando caíste por las escaleras. —Esas palabras lograron enfurecer aún más a aquella persona de cabellos blancos con tonos grises, los ojos de Helen se expandieron al darse cuenta de lo que seguía. Corrió por toda la casa y grito tan fuerte buscando una manera de salir del sitio al que por su propia cuenta había decidido entrar.—No huyas mujerzuela, tenemos varias cuentas que arreglar.Los vidrios de la casa estallaron en mil fragmentos, las cosas volaban de un lugar a otro y se escuchan voces aterradoras desde todas partes.
Último capítulo