El odio por ese bastardo cegó todo mi juicio, he arruinado la vida de esa chica por culpa de sus malas acciones… siento como la rabia se mezcla con la agonía del sufrimiento.—No me interesa porque has venido… me dirás donde esta ese estupido de una vez… Nunca debí dejarlo entrar a mi familia. _ tenso mi mandíbula al verla que no se doblega. —Entonces mátame a mí, porque de igual forma voy a vivir un infierno sin él a mi lado… ¡Matame! ¡Acaba conmigo de una vez!Al verla firme en su decisión todo mi cuerpo se tensa, sentía que mi sangre hervía como volcán en erupción, quería seguir apretando mis manos, la rabia me tiene poseído. Al escucharla toser por falta de aire la lanzó a un lado estrellandola con los muebles, la miró furioso, es cierto que quiero matar a ese desgraciado que llegó a mi vida para arruinarla, pero debo controlarme. Al fin y al cabo ella es mi hermana y no soy alguien ruin para atreverme hacerle daño… Salgo apresurado de esa habitación para evitar estrangular a u
Esta chica puede volverme loco de un minuto a otro, sus besos eran el mejor manjar que mis labios podían probar en este mundo. Cuando cruzó sus piernas sobre mi, mi corazón golpeaba con fuerza mi pecho, de verla tan exquisitamente sexy sentada en mi regazo… su mirada juguetona era un regalo de los dioses, jamás la había visto así de provocativa y eso me hacía muy feliz. Mi cuerpo reaccionó a sus seductoras caricias y volvi a reclamarla unicamente para mi… me encantaba sus gemidos de placer y como pronunciaba mi nombre con su voz agitada. Es toda una diosa ardiente, su mirada, sus movimientos, me convierten en el Alfa más afortunado. Bebo de su fuente de placer hasta embriagarme. Caímos una vez más sobre esas frías piedras, necesitábamos recuperar el aliento. ella me mira con su sonrisa que me desarma al instante. la abracé mientras ella apoyaba su cabeza en mi pecho. La noche había caído sin previo aviso, quería decirle muchas cosas, pero presiento que ella no quiere hablar, mi c
El tiempo transcurría y no podíamos alejarnos el uno del otro era muy difícil para ambos, lo veo ocultar otra vez su rostro en la cavidad de mi cuello. Mi corazón mutilado de esperanza, quiere retractarse y soportar aunque sea verlo desde lejos. Sin embargo no puedo, no vivire atormentada toda mi vida, tengo fe que me restauraré como el bosque lo hace después de una tormenta. Es doloroso y devastador, pero si sigo a su lado seguiremos haciéndonos más daño. —Debes pensar que soy débil por llorar como un cachorro. _Su voz salía en un leve susurro, lamentándose de las hermosas lágrimas que brotan hasta empapar mi piel. —Jamás pensaría eso de ti… todo lo contrario, me estas demostrando lo fuerte que eres al dejarme ir. —No estés tan segura de eso. _Se pone erguido mirándome fijamente, luego se acerca muy despacio y posa sus labios sobre los míos, puedo percibir su lucha interior al sentir sus labios temblar. —Isaac, ya es hora de irnos… se nos hace tarde. Lo veo fruncir el ceñ
Me di la vuelta en cuanto el auto se marchó, Kai cruzó la mirada conmigo pero se que solo era para acusarme. escuché la voz de mi abuelo detrás de mí, pero no quería saber de nadie. No podía. Me urgía ir detrás de ella y detenerla de esta locura, pero pregunto cuánto daño puedo hacerle, sé que con Marchal estará a salvo, dado que yo nunca pude cuidarla como se merecía. Entró a la que era mi habitación y comienzo a destruir todo lo que me recuerde a ella… hasta me deshago de las cortinas. no quería nada que me hiciera pensar en Alana. —Isaac qué haces… detente… estás arruinando todo. _me volteo al escucharla y me abalancé sobre ella, estrujando su cuello, fui muy brusco pero no me importo. —No vuelvas a tutearme, para ti siempre seré el Alfa Isaac. _Le digo gruñendo con una mirada feroz. —Isaac qué te ocurre, soy Marta… porque actuas asi. _su voz chillona me altera mucho más. —No te hagas la astuta conmigo… si no quieres que arranque tu lengua, no te atrevas a decir mi nombre. _
Estiro mis brazos para liberarme de la pereza, camino casi arrastrando los pies hasta la puerta porque alguien a tocado. Sonrió con amabilidad al ver la joven gamma que entra con una bandeja repleta de desayuno. observó mientras lo acomoda en la mesita que está frente a la ventana. —Llegó una carta para usted señorita Alana. La miré extrañada, pero espere a que se marchara. Cuando cerré la puerta me acerque con curiosidad al hermoso sobre que estaba a un lado de las uvas. Al levantarlo palpe la suavidad de la fina papelería al darle la vuelta para ver el nombre del remitente. Reconocí el sello plasmado en cera, volviendo a mi esa sensación incomoda… mi sexto sentido me da un mal presentimiento si llego abrir esa carta. por un leve instante me entusiasmé cuando escuché que había llegado una carta para mi. tontamente todo este tiempo he esperado una llamada o carta de parte de él, cualquier cosa que me dijera que aun piensa en mi. pero con esto en mis manos ya no me siento segura s
Subí a la oficina de presidencia donde Marchal me esperaba, sin soltar el sobre en mis manos. No negaré que tengo los nervios a flor de piel. Entre tan despacio que me quede mirando como él trabaja muy concentrado en su laptop, pero como buen Alfa, astuto con sus sentidos agudizados, sonríe genuinamente, contagiándome de la misma sensación. —Te vas a quedar parada todo el día ahí. _ Habla Marchal sin quitar la vista del equipo. —No es mi intención incomodarte, solo vine porque me llegó esto. _El pausa sus dedos en el aire y me mira cauteloso. levantó el sobre sin poder ocultar mi rostro desanimado. —Ven déjame ver eso… Primero tu jamas me incomodas, segundo yo no he recibido una igual… bueno tampoco revisé la correspondencia, salí muy apresurado de la casa. ¿Por qué no la has abierto? Encogí mis hombros dejando claro que no me siento cómoda con ese sobre, una pizca de esperanza me llegó cuando el dijo que no había recibido una igual… pero ahora estoy mas que nerviosa por el con
Cuando regresamos al Hotel Waldorf donde está el penthouse de Marchal, fui directo a mi apartamento. No tenía ganas de hacer nada; me sentía desanimada, tanto que me dormí profundamente. Al día siguiente me propuse a buscar el local indicado para mi restaurante; no se mucho de la cocina, pero quiero darle a las personas un espacio acogedor donde puedan ir a conversar con amistades o pensar en soledad.Agradecí que Eva estaba tan ocupada por el trabajo; el viaje a las cabañas le acumulo demasiados pendientes. Me envolví en todo ese estrés de los alquileres y muebles para asi olvidar eso que tanto me aflige. Se sentía bien que los dueños de los locales me trataran como una empresaria común, pero otros me trataban tan rudos, por no ser nadie significativo en esa ciudad, que me daban ganas de restregarle en la cara los privilegios que gozo gracias a Marchal, pero no es mi intención depender de él siempre. Salgo enfurecida de la oficina de ese patán que piensa que su arrogancia lo hace
Estaba tan en shock que no podía caminar, sentí las manos nerviosas de Joset por mi brazo, guiándome hasta el sofá para que pudiera sentarme. No se muy bien qué está pasando, mi cuerpo vibraba extrañamente. —Permítame su muñeca señorita Ross. Con la mirada perdida, observo que el doctor toma mi muñeca colocando dos dedos sobre ella, mira con atención su reloj; está comprobando mi pulso. Me siento tan nerviosa que estoy segura que mi corazón bombea con rapidez. —¡AFUERA TODOS!Hasta yo me espanté por la formal brutal que Marchal entró al apartamento, el doctor me soltó aterrado tomó sus pertenencias y salió del apartamento junto al chico que también corrió asustado por la cara de su Alfa. Eva entró en medio de ellos, sorprendida por la forma precipitada en la que han salido, Marchal aún está en medio de la sala mirándome feroz, llevó mi vista de preocupación hacia Eva porque no tengo idea de lo que haré. —¿Cómo ocurrió esto?… ¿Dime cómo fue posible?... Alana por favor habla,no te