El tiempo transcurría y no podíamos alejarnos el uno del otro era muy difícil para ambos, lo veo ocultar otra vez su rostro en la cavidad de mi cuello. Mi corazón mutilado de esperanza, quiere retractarse y soportar aunque sea verlo desde lejos. Sin embargo no puedo, no vivire atormentada toda mi vida, tengo fe que me restauraré como el bosque lo hace después de una tormenta. Es doloroso y devastador, pero si sigo a su lado seguiremos haciéndonos más daño. —Debes pensar que soy débil por llorar como un cachorro. _Su voz salía en un leve susurro, lamentándose de las hermosas lágrimas que brotan hasta empapar mi piel. —Jamás pensaría eso de ti… todo lo contrario, me estas demostrando lo fuerte que eres al dejarme ir. —No estés tan segura de eso. _Se pone erguido mirándome fijamente, luego se acerca muy despacio y posa sus labios sobre los míos, puedo percibir su lucha interior al sentir sus labios temblar. —Isaac, ya es hora de irnos… se nos hace tarde. Lo veo fruncir el ceñ
Me di la vuelta en cuanto el auto se marchó, Kai cruzó la mirada conmigo pero se que solo era para acusarme. escuché la voz de mi abuelo detrás de mí, pero no quería saber de nadie. No podía. Me urgía ir detrás de ella y detenerla de esta locura, pero pregunto cuánto daño puedo hacerle, sé que con Marchal estará a salvo, dado que yo nunca pude cuidarla como se merecía. Entró a la que era mi habitación y comienzo a destruir todo lo que me recuerde a ella… hasta me deshago de las cortinas. no quería nada que me hiciera pensar en Alana. —Isaac qué haces… detente… estás arruinando todo. _me volteo al escucharla y me abalancé sobre ella, estrujando su cuello, fui muy brusco pero no me importo. —No vuelvas a tutearme, para ti siempre seré el Alfa Isaac. _Le digo gruñendo con una mirada feroz. —Isaac qué te ocurre, soy Marta… porque actuas asi. _su voz chillona me altera mucho más. —No te hagas la astuta conmigo… si no quieres que arranque tu lengua, no te atrevas a decir mi nombre. _
Estiro mis brazos para liberarme de la pereza, camino casi arrastrando los pies hasta la puerta porque alguien a tocado. Sonrió con amabilidad al ver la joven gamma que entra con una bandeja repleta de desayuno. observó mientras lo acomoda en la mesita que está frente a la ventana. —Llegó una carta para usted señorita Alana. La miré extrañada, pero espere a que se marchara. Cuando cerré la puerta me acerque con curiosidad al hermoso sobre que estaba a un lado de las uvas. Al levantarlo palpe la suavidad de la fina papelería al darle la vuelta para ver el nombre del remitente. Reconocí el sello plasmado en cera, volviendo a mi esa sensación incomoda… mi sexto sentido me da un mal presentimiento si llego abrir esa carta. por un leve instante me entusiasmé cuando escuché que había llegado una carta para mi. tontamente todo este tiempo he esperado una llamada o carta de parte de él, cualquier cosa que me dijera que aun piensa en mi. pero con esto en mis manos ya no me siento segura s
Subí a la oficina de presidencia donde Marchal me esperaba, sin soltar el sobre en mis manos. No negaré que tengo los nervios a flor de piel. Entre tan despacio que me quede mirando como él trabaja muy concentrado en su laptop, pero como buen Alfa, astuto con sus sentidos agudizados, sonríe genuinamente, contagiándome de la misma sensación. —Te vas a quedar parada todo el día ahí. _ Habla Marchal sin quitar la vista del equipo. —No es mi intención incomodarte, solo vine porque me llegó esto. _El pausa sus dedos en el aire y me mira cauteloso. levantó el sobre sin poder ocultar mi rostro desanimado. —Ven déjame ver eso… Primero tu jamas me incomodas, segundo yo no he recibido una igual… bueno tampoco revisé la correspondencia, salí muy apresurado de la casa. ¿Por qué no la has abierto? Encogí mis hombros dejando claro que no me siento cómoda con ese sobre, una pizca de esperanza me llegó cuando el dijo que no había recibido una igual… pero ahora estoy mas que nerviosa por el con
Cuando regresamos al Hotel Waldorf donde está el penthouse de Marchal, fui directo a mi apartamento. No tenía ganas de hacer nada; me sentía desanimada, tanto que me dormí profundamente. Al día siguiente me propuse a buscar el local indicado para mi restaurante; no se mucho de la cocina, pero quiero darle a las personas un espacio acogedor donde puedan ir a conversar con amistades o pensar en soledad.Agradecí que Eva estaba tan ocupada por el trabajo; el viaje a las cabañas le acumulo demasiados pendientes. Me envolví en todo ese estrés de los alquileres y muebles para asi olvidar eso que tanto me aflige. Se sentía bien que los dueños de los locales me trataran como una empresaria común, pero otros me trataban tan rudos, por no ser nadie significativo en esa ciudad, que me daban ganas de restregarle en la cara los privilegios que gozo gracias a Marchal, pero no es mi intención depender de él siempre. Salgo enfurecida de la oficina de ese patán que piensa que su arrogancia lo hace
Estaba tan en shock que no podía caminar, sentí las manos nerviosas de Joset por mi brazo, guiándome hasta el sofá para que pudiera sentarme. No se muy bien qué está pasando, mi cuerpo vibraba extrañamente. —Permítame su muñeca señorita Ross. Con la mirada perdida, observo que el doctor toma mi muñeca colocando dos dedos sobre ella, mira con atención su reloj; está comprobando mi pulso. Me siento tan nerviosa que estoy segura que mi corazón bombea con rapidez. —¡AFUERA TODOS!Hasta yo me espanté por la formal brutal que Marchal entró al apartamento, el doctor me soltó aterrado tomó sus pertenencias y salió del apartamento junto al chico que también corrió asustado por la cara de su Alfa. Eva entró en medio de ellos, sorprendida por la forma precipitada en la que han salido, Marchal aún está en medio de la sala mirándome feroz, llevó mi vista de preocupación hacia Eva porque no tengo idea de lo que haré. —¿Cómo ocurrió esto?… ¿Dime cómo fue posible?... Alana por favor habla,no te
Los siguientes días me deprimí tanto que no quería salir de mi habitación, el humor del alfa Marchal estaba por las nubes, nadie lo toleraba, ni yo podía contenerme. Ya que me obligaba a salir de mi cama para que comiera, se que lo hace para ayudarme, pero necesitaba estar sola. No podía dejar de pensar en Isaac, quería tenerlo conmigo. Sin embargo mi corazón se afligia al recordar que pronto llegaría la fecha de su boda. Hoy no era un dia especial pero Marchal me ha sacado a arrastra del apartamento muy emocionado, mientras conducía hasta el hospital. No voy a ocultar ese sentimiento de tristeza que me invadió cuando al entrar a la sala, vi a unas cuantas madres sostener su barriga que deja claro sus embarazos avanzados.No me incomodaban ellas, sino la romántica escena donde están acompañadas de sus atentos esposos. Yo miré a un lado y solo Marchal me acompañaba, esperando impaciente su turno. Fue difícil convencerlo de mantener el orden de llegada, ya que por ser el alfa tenía pe
Estaba impresionada de cómo estaba quedando el restaurante, tenía a mi cargo más ayuda entre betas y gamma que me trataban con mucho respeto. Era complicado querer valerme por mi cuenta cuando ya toda la ciudad sabía de mi embarazo. Me trataban como una princesa, las atenciones, los cuidados donde quiera que fuera o quien hablara. muchas veces fue abrumador, pero se que todos quieren el bienestar de Yared y más el joven Joset que se ha dedicado a tener un arsenal de bocadillos y meriendas en el auto para que yo no me pase las horas de comida. Mi apartamento se está llenando de regalos que han empezado a enviar los otros alfas. por la miradas de mi hermana puedo notar que no se siente muy cómoda con la idea que las personas asuman que es el hijo de Marchal. Pero ese día en particular no le presté atención a nada, solo atravesé todas esas cajas y me posé en la ventana admirando el horizonte. Lastimosamente vi cuando entraba el vestido de Misi a su apartamento, un elegante vestido par