Mis labios saboreaban el dulce néctar de su boca, sentía que me fundía en ese suave, pero a la vez muy apasionado beso, podía sentirlo cerca de mi una vez más, todo mi ser se llenaba de una excitante energía… ese momento se esfumó como humo, cuando él de pronto me aparta. No fue tan brusco, pero si me alejo dejando caer su cabeza para no mirarme, lo vi fruncir el ceño como si estuviera en una batalla interna, por eso me acercó una vez más… pero él me esquiva. —Es suficiente… Márchate… —¿Que me marche?... Isaac eso es lo único que sabes decir últimamente… Marchal tenía la razón, te has vuelto muy áspero. —Ala… por tu bien, es mejor que te mantengas alejada… y desde hoy me hablaras con más respeto… ¿entendiste? Corte mi respiración en cuanto me agarró por el cuello con firmeza, Hablo tan cerca de mis labios, pero me miraba con tanto reproche, que mis ansias de besarlo se esfumaron, había un rastro de llamas en sus ojos que nunca había percibido. Aquello lleno de temor todo mi
Ese presentimiento que tenía en el aeropuerto aumentó al ver la sonrisa de satisfacción de esas mujeres, después de que el alfa las saludara.Ese lugar en medio del bosque me recuerda, cuando sus ojos se fijaron en mi cuerpo desnudo… mi corazón se agitó solo al recordar ese día… que ahora está manchado con las risas en el rostro de esa mujer. Me aburri de estar ahí y le pedí a todos que recogieran todo para regresar, algunos llantos fingidos de los más jóvenes me intentaron sacar una sonrisa… pero me sentía tan nublada que los apresure con amargura. —Entonces Marta irás esta noche con el Alfa… _ pronunció una de ellas acompañado de unas risitas. —Es solo una cena.Intenta esa personita ocultar su alegría, fingiendo minimizando el encuentro. no sé qué juega o trama Isaac, pero ya no me agrada el camino que va tomando su actitud. Me concentré en la calle hasta llegar a mi destino, donde espere que todos bajaran del auto… mire hacia el segundo piso donde está su habitación pero se qu
Si no fuera por Eva la hermana de Marchal mi cabeza estallaría, al ver que se acercó a ella tan seductor, de una forma que pensaba que solo lo hacía conmigo, me dejó aturdida.—Alana… porque no caminas… dijiste que nos mostrarás el salón.—Disculpa ya voy detrás de ustedes. _le respondo a EvaLa mayor de las mujeres me mira, igual que Eva y se que notaron la incertidumbre en mis ojos… ya que ellas intercambiaron miradas extrañas… para que nadie sospechara nada ahogue mis sentimientos y sonreír ampliamente ocultando toda mi desdicha. Al llegar al salón, Marta entró contorneando su cuerpo victoriosa… la ignoro y busco la atención de las mujeres mayores que están asombradas del lugar… a duras penas terminó el recorrido y las embarcó hacia el palacio. No me sentía con ánimos de toparme con Isaac, regrese a mi habitación antes de que cayera la noche… el tiempo empezó a transcurrir y yo en esas paredes me sentía nerviosa… caminaba de un lado a otro impaciente. Sabía lo que me atormentab
Lo mire detenidamente ya que el asombro me lo habían robado los otros alfas, los cuales no creían en lo que sus oídos acaban de escuchar. Se merecía una bofetada por patán. Más me contuve.Los pedazos de mi corazón que él mismo había reparado con sus caricias, ahora los acaba de hacer trizas con sus propias manos. —Si así es como van hacer las cosas Isaac… entonces tu recoge las porquerías del suelo. Me volteo para esfumarme de ese lugar, ha quebrantado lo poco que quedaba en mi. —Pero es una insolente, no permitas que te hable así Alfa Isaac. _ rechinaba esa mujer.—Isaac no se lo que pasa entre ustedes… pero esto no es nada digno. _Escuche la voz gruesa de uno de los otros Alfas.—Es suficiente… No es necesario seguir con este tema. _ Isaac respondió cortante y frío.El nudo en mi garganta se hacía más grande y mi corazón desbocado no dejaba de latir dolorosamente contra mi pecho, necesitaba apartarme de todo, necesitaba irme lejos… por eso corrí lo más en busca de aire y mi loba
El silencio en esta habitación se volvió de ultratumba, podía sentir como me desmotivaba al pasar cada segundo ahí pensando en cuánto me he alejado de Isaac… Nunca me había sentido así por nadie. No puedo negar que la compañía de Isaac me hacía sentir bien, me llenaba de alegría y paz aunque no se lo demostrara. tal vez esta sea la consecuencia de tenerle miedo al amor… mi única experiencia romántica me dejó marcas que intervinieron en mi futuro. Y las otras marcas que me hicieron son tan profundas que aún no se si algún día me recuperaré de eso, de recordarla siento como mi loba enfurece… quiere ir por él y sacarle todas las entrañas, torturarlo hasta su último aliento. Me levanté de golpe de la cama, me quedé sentada mirando a la ventana, creí escuchar algo moverse… mi corazón aletea asustado, por eso me pongo de pies y camino hacia la puerta para asegurarme que todo esté bien. Sin embargo alguien tocó la puerta llevándome un gran susto… me acerco y la abrí muy suave para ver pr
Me levanté con el cuerpo entumecido, pero tenía que salir de esa habitación por eso vine al palacio a ver si alguien de los invitados se había quedado sin hacer nada. No me gustaría encontrarme con Isaac, porque me siento fatal con los ánimos por el suelo… tal vez dormí tan mal que me siento cansada. Pero reconozco el carácter de los alfas y se que piensan más en trabajo, pero por lo que veo todos se han ido… me quedo dando vueltas en el jardín, esperando la verdad no se que estoy esperando. Reaccionó y dejó de actuar como chiquilla, patee muy lejos la piedra con que venía jugando en ese instante y camine apresurada hacia la camioneta, pero la voz de Beyota me detiene. —Alana… te vez horrible… mira tus ojos rojos… ¿Qué haces acá afuera en ese estado?Me avergüenzo al recibir su regaño, y me acerco al retrovisor para verme la cara, salí de la habitación sin preocuparme de ver el espejo… desde que me desperté he estado como en automático.Bajo la mirada apenada porque no se que resp
Las acompañé a todas de regreso al palacio, era inevitable no admirar el trabajo de las chicas del spa, mis manos no solo se veían suaves, estaban esponjosas y cabello sedoso y peinado que se movía al ritmo de la brisa de invierno. —Alana… lleva ese paquete que me acaba de llegar. _Marta dice en medio de todas, volteo a mirarla, por la forma altanera que me hablo, pero estoy en el palacio y no quiero enfadar a Isaac. Sin dirigirle una mirada o una palabra, tome la enorme caja blanca y la seguí por las escaleras, no sabía cuál era su habitacion asi que solo me quede atras para que me guiara. Pero todo el suelo a mis pies comenzó a tambalearse cuando me percate de la dirección que estaba tomando, aun así permanecí en silencio. Trague grueso cuando abrió la puerta de la habitación, mis pesadillas más profundas se estaban haciendo realidad, ella entra y queda en el medio, esperando que yo avance. —Te vas a quedar ahí parada… o te intimida entrar en la habitación del Alfa. No sabia c
Siento un fuerte escalofrío, bajar esas escaleras lo más rápido que mis piernas me lo permitían fue todo un reto, aun así llegué a la planta baja sin caerme. Mi corazón desbocado casi enloquecía, cuando abrí mis ojos y lo primero que vi fue su radiante mirada. Me sorprendió verme en esa habitación, como rayo en la tormenta recordé que fue ahí donde lo rechace, esa es la razón que hoy estemos distanciados. Esa es la razón por la que otra mujer duerme en su cama. No podía quedarme un minuto más ahí con él, murió el rey de mi fantasía, sentí que mi vida se acorta. No negaré que mi loba no quería soltar la puerta, por eso le dije aquello… mirándolo fijo.—Deberías rehacer tu vida también. Esas palabras eran para mí, para que mi loba entendiera que ya no debemos tener esperanza en algo que no se dará… pero lo dije en voz alta, sus ojos se expandieron ante la sorpresa de mis palabras. Ya comprendo la actitud de Marta, simplemente estaba alardeando de su buena dicha. Me duele el alma a