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Una semana después

Me levanté súper temprano para alistarme, hoy tendría una entrevista.

Después de arreglarme me fui directo a la entrevista en una de las más importantes empresas de decoración de interiores, estaba completamente segura que me darían la beca para hacer las pasantías allí. Yo tenía buenas notas, era carismática y lo más importante me veía muy bien, la buena presentación era primordial.

Cuando llegue la recepcionista me lleve hasta un pasillo donde habían varias chicas, yo me senté en un sofá dónde habían tres chicas más y las saludé con la mano.

Espere como por una hora allí hasta que tocó mi turno, estaba muy nerviosa pero tenía plena confianza en que haría una entrevista muy buena.

Cuando entre él hombre sentado detrás de él escritorio levanto la vista y me miró.

— Por favor acérquese — me pidió.

Yo me acerque y me senté en la silla que estaba frente a él.

— Mucho gusto, soy claudine Lefèvre — Le dije.

Él tipo sonrió apenas escucho mi apellido.

— ¿Eres hija de Claudio Lefèvre? — Me preguntó.

Yo asentí con la cabeza, en este tipo de situaciones me encantaría no tener mi apellido, así las personas me tratarían con normalidad.

— Si quieres puedes empezar mañana — Me dijo él hombre.

— ¿No va a revisar mi currículum? — Le pregunté.

Él nego con la cabeza.

— No es necesario, debes ser exelente en lo que haces — Me dijo.

Yo le di una sonrisa.

— Gracias por su tiempo — Le dije.

Me levanté de la silla y salí de su oficina, yo quería hacer bien mi pasantía, no quería un trato especial por ser la hija de mi padre.

— ¿A dónde va? — Me grito el tipo.

Yo apresure el paso y salí de la oficina, nunca pensé iba a ser tan difícil esto.

Cuando llegue a casa, fui directo a la oficina de mi papá, él estaba con un par de sus trabajadores.

— ¿Puedo hablar contigo? — Le pregunté.

Papá dejo de lado el trabajo, y le pidió a sus trabajadores que salieran de la oficina.

— ¿Que te pasa mi angelito? — Me preguntó.

Yo me senté frente a él y le hice un puchero.

— No he logrado conseguir que me acepten por mis logros, todos quieren hacerlo por ti. ni siquiera se toman el tiempo de mirar mi currículum — Me queje.

— Angelito mío, lamento todo lo que estás pasando, pero eso que me dices es una gran ventaja para ti — Me dijo.

Yo me puse sería y lo mire mal.

— ¡Papi! — Le regañé.

Él me sonrió de inmediato.

— Está bien, entiendo lo que me quieres decir, pero será difícil que alguien te acepte solo por tus logros, todos quieren sacar provecho de algo — Me dijo.

— Arreglalo, yo quiero que me acepten por mi, y no por ti — Le pedí.

— No te preocupes, se de alguien que puede ayudar — Me dijo.

—Papi, quiero que me traten como a cualquier empleado, no quiero que me den un trato especial — Le aclare.

Él asintió con la cabeza.

— No te preocupes. mi angelito tendrá exactamente lo que quiere — Yo me acerque a él y lo abrace con fuerza.

— te quiero mucho, pero ¡mucho! — Le dije y le di un beso en la mejilla.

— Y yo más a ti — Me dijo.

Me aparte de él y salí de la oficina, los trabajadores de papá inmediatamente volvieron a entrar, yo fui a mi habitación a cambiarme de ropa, hoy había quedado con las chicas.

Después de conducir como por una hora al fin llegue a la cafetería, Barbie estaba cargando al pequeño Emiliano y Kendall se veía enorme con su panza de embarazada.

— ¡Hola! — Las saludé.

Cuando estuve más cerca, Emi abrió sus pequeños brazos, yo inmediatamente lo cargué.

— ¿Como estás corazón? — Le pregunté y le di muchos besos.

— Estaba desesperado porque no venías — Me contó Barbie.

Me senté y las quedé viendo, ambas habían conseguido lo que yo por años he añorado, el amor.

— ¿Ya conseguiste tus pasantías? un amigo de Viviano puede recibirnos — Me dijo Barbie.

— estoy en eso, si no encuentro nada te aviso — Le dije.

Barbie asintió con la cabeza.

— ¿Como estás? — Le pregunté a Kendall.

— Siento como la cabeza del bebé presiona mi vagina y es una completa mierd*— Me contó.

— No tengas hijos Clau — Me dijo.

Barbie le dió un golpe en el hombro.

— No la asustés — La regaño.

Yo les di una sonrisa.

— solo quiero ser sincera, follar es delicioso pero lo que viene después no lo es, así que te recomiendo que folles con condón — Me dijo mirándome a los ojos.

— ¡Follar!! — Grito Emi con entusiasmo.

Barbie le volvió a dar un golpe en el brazo a Kendall.

Yo le tape la boca a Emi de inmediato, las personas en la cafetería nos quedaron mirando, ¡Dios que vergüenza! ¿por qué siempre tenía que pasar por este tipo de situaciones?

— Deja de hablar así frente al niño — La regaño.

Ellas empezaron a discutir, yo respiré hondo y solo las observé.

Nuestra relación había cambiado un poco, ya no estábamos tan juntas como antes, y era comprensible, ellas tenían ahora responsabilidades que yo no, pero igual no dejaba de sentirse raro.

El celular de Kendall sonó y ella contesto de inmediato.

— Me tengo que ir — Nos Dijo.

Yo solo asentí con la cabeza, a esto era lo que me refería, ya no teníamos tiempo de estar juntas.

— Caesar quiere que lo acompañe a no sé dónde, pero después nos vemos — Nos dijo.

Kendall se levantó y se fue.

— ¿Estás bien? — Me preguntó Barbie.

— ¿Si, por qué lo preguntas? — Le pregunté.

— Es que te ves rara, si algo pasa no dudes en decírmelo — Me dijo.

— Es lo de las pasantías, pero se que mi papá lo arreglará — Le dije con una sonrisa.

Barbie miró la pantalla de su celular y después me miró a mi.

— ¿Quieres irte también? — Le pregunté.

Barbie nego con la cabeza, pero se que solo lo hacía para no hacerme sentir mal.

— No te preocupes, nos vemos después — Le dije.

— Es que Viviano quiere que lleve a Emi a la empresa, pero te llamaré más tarde — Me dijo.

Yo asentí con la cabeza.

— No te preocupes — Le dije para tranquilizarla.

Ambas nos levantamos y salimos de la cafetería, yo le entregué a Emi y me despedí.

Me dirigí a mi coche y subí, saque el celular del bolso y llame a la única persona que sabía no me iba a dejar tirada.

— Como estás bombón — Me preguntó apenas contesto.

— ¿Estás en tu casa? ¿Quieres algo de compañía? — Le pregunté.

Él se rió un poco.

— Tu compañía siempre es bien recibida, aquí te espero — Me dijo.

Yo colgué y arranque el coche.

Después de un par de minutos en viaje llegué a mi destinó.

Toque un par de veces la puerta, y una figura masculina apareció frente a mi, solo llevaba una toalla envuelta en su cintura.

— Hola cariño — Me saludo.

Yo le sonreí y entre de inmediato.

— ¿Quieres una cerveza? — Me preguntó.

— Tu sabes que no me gusta — Le dije.

Él se acercó a mi y me dió una cerveza.

— Deberías apreciarla mejor, es deliciosa — Me dijo mientras tomaba un sorbo.

— ¿Ahora que tienes? — Me preguntó.

Yo busqué el sofá y me senté, me quite los zapatos y después cruce las piernas.

— Hoy estaba con mis amigas, y ambas se fueron, teníamos semanas planeando está salida y ellas me dejaron tirada — Le dije.

— Cariño, ellas están casadas, una tiene un bebé y la otra está a punto de tener uno, se que es extraño y te entiendo, me pasó igual con Karina cuando se casó con Mariano, pero después de un tiempo nos hemos adaptado a la nueva rutina y estoy seguro que también terminarás por adaptarte — Me dijo.

Yo le di un sorbo a la cerveza, puse mala cara y después la deje a un lado.

— Eso lo entiendo, pero teníamos semanas planeando está salida, se supone que pasaríamos el día juntas y ellas se fueron — Me queje.

Charlie puso mala cara.

— Consíguete un novio y ya está, así estarás ocupada igual que ellas — Me sugirió.

— Ese es el problema, ¿de dónde sacó un novio? Cada que quiero acercarme a alguien, termina muy mal — Le dije.

Mis citas en estos tiempos eran escasas y horribles, los hombres con los que conectaban siempre se veían raros o eran raros, o terminaban siendo unos aprovechados.

— Sigue buscando, estoy seguro que lo encontrarás pronto — Me dijo con una sonrisa.

— Me voy a descargar tinder otra vez — Le dije.

Charlie empezó a reír, yo le di un golpe y él se detuvo.

— ánimo cariño, seguramente encontraras quien se introduzca en tu túnel del amor — Me dijo con burla.

— ¡Eres horrible! Sabes que lo quiero hacer con el amor de mi vida — Le dije.

— Clau, en esta época si no follas te dejan o te engañan, así que deja ese pensamiento de la edad media atrás y disfruta de tu sexualidad, estoy seguro que cuando liberes esa parte de ti, tu vida cambiará por completo — Me aconsejo.

Yo me cruce de brazos y mire a la nada, tal vez Charlie tenía algo de razón, hoy me iba a descargar tinder, tal vez allí encuentre al amor de mi vida, ojalá y sea alguien que no esté desempleado o sea raro.

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