5

Papá me mandó a llamar con una de las chicas que nos ayudaba con el aseo de la casa, yo salí de mi habitación y fui a si oficina, apenas entre él me sonrió.

— He cumplido — Me dijo.

Yo corri a él y lo abrace.

— ¿No me darán ningún trato especial? — Le pregunté.

Mi papá nego con la cabeza.

— Tienes que esforzarte el doble, he escuchado que él es un poco estricto — Me advirtió.

Yo asentí con la cabeza.

— No te preocupes, y no me cuentes más, quiero averiguarlo yo sola, y te prometo que haré mi mejor trabajo, te vas a sentir muy orgulloso de mi — Le dije.

Mi papá me dió un beso en la frente.

— Ya estoy muy orgulloso de ti — Me dijo.

Yo me separé de él y me senté en una de las sillas que estaba frente a su escritorio.

— ¿Es muy gruñón? — Le pregunté.

Papá sonrió.

— Pensé que querías averiguarlo por ti misma, pero se que lograrás ganartelo — Me dijo.

— ¡Vale! ¿y cuando tengo que ir? — Le pregunté.

— Mañana mismo — Me respondió.

Yo me levanté de la silla.

— papi mándame la dirección, yo voy a ir a arreglar mi ropa desde ahora — Le dije.

Le di un beso de despedida y corri a mi habitación.

¡Dios! Que nervios, pero tenía mucha confianza en mi encanto, papá siempre me decía que yo era como un dulce, ¿y a quien no le pueden gustar los dulces?

— — — — — — — — — —

Escupí el café que mi secretaria me había traído. la llame y ella entro de inmediato a mi oficina, la chica apenas había empezado hoy y ya estaba cometiendo errores, definitivamente Darcy cada vez busca personal mas inservible. mi antigua secretaria que hacía su trabajo medianamente bien se había ido por estrés, algo que se me hizo una estupidez, me dejó el trabajo tirado, y ahora tenía que aguantar a este tipo de personas.

— Te pedí un café negro sin azúcar, y esto es todo lo contrario — Le dije.

Ella empezó a tartamudear.

— Lo siento, le juro que pedí el café exactamente como usted lo describió — Me dijo.

— Pues no es exactamente como lo quería, y si no puedes hacer algo tan sencillo como traer un café, dudo mucho que puedas hacer bien tu trabajo — Le dije.

Ella empezó a llorar, yo puse los ojos en blanco, que fastidio tener que presenciar una escena como está.

— Le juro que mañana lo haré bien, solo deme una segunda oportunidad — Me dijo entre lágrimas.

— No te preocupes. estás despedida — Le dije.

Ella empezó a llorar más fuerte, sus alaridos resonaban con molestia en mis oídos.

— Señor, por favor, yo tengo un bebé pequeño — Me dijo.

— ¡genial! Ahora tendrás más tiempo para pasar con él — Le dije con una sonrisa.

Ella dejó de llorar y me miró con rabia.

— ¡Usted es una rata! Un maldit* sin corazón, ¡le deseo lo peor! — Me grito.

Ella se dió la vuelta y salió de mi oficina dando un portazo.

Descolgue el teléfono y llame a Darcy.

— Necesito una nueva secretaria — le dije.

— Déjame adivinar, ¿hablo sin que se lo pidieras? — Me preguntó claramente molesto.

— No me ha traído bien el café — Le dije.

— ¿Como carajos puedes despedir a alguien por eso? Una equivocacion la tiene cualquiera — Me dijo.

— Me ha dicho rata sin corazón — Le dije para justificarme.

— Pues dió justo en el blanco, y no voy a buscar más secretarias. ¿no se supone que llegará una pasante el día de hoy? — Comento él.

Yo sonreí, era cierto, esa tontilla vendría hoy.

— Tienes razón — Le dije y le colgué.

— — — — — — — — — —

Mire las puertas de la empresa, Respiré hondo, estaba emocionada y muy ansiosa.

— ¿Estás esperando a alguien? — Me preguntó alguien detrás de mi.

Yo di un respingo del susto y me di la vuelta.

Un hombre de cabello negro y de sonrisa amistosa me estaba mirando.

— Voy a trabajar aquí y estoy un poco nerviosa — Le dije.

— ¿Te han dicho cosas malas de la empresa? — Me preguntó.

Yo negué con la cabeza de inmediato.

— ¡No! Es que es mi primer trabajo y estoy muy nerviosa — le dije con una sonrisa.

— ¿Y en qué área trabajarás? — Me preguntó con curiosidad.

— ¿Tu trabajas aquí? — Le pregunté.

Él asintió con la cabeza.

— Yo haré mis pasantías aquí — Le dije.

Él dejo de sonreír de inmediato.

— Pues buena suerte con eso, vamos y te llevo a la oficina, creo que te están esperando — Me dijo.

Yo asentí con la cabeza de inmediato y le seguí.

— ¿El jefe es muy gruñón? — Le pregunté.

— gruñón no sería la palabra adecuada para él — Me dijo.

Yo trague en seco, o sea que el tipo era malvado.

Nos subimos al ascensor, él no dijo más nada y yo no le pregunté, no quería imaginarme cosas.

El ascensor se detuvo y las puertas se abrieron, él bajo y yo lo seguí. se detuvo frente a un par de puertas, él se dió la vuelta.

— Buena suerte, y si te muerde yo estaré en aquella oficina — Me la señaló.

— Gracias — Le dije.

Él se fue y yo me quedé por un momento allí, indecisa si entrar o no.

Mire mi currículum y después sonreí, yo haría mi mejor trabajo.

— — — — — — — — — —

El sonido de golpes en la puerta me distrajo, deje de teclear y mire a la puerta.

— Pase — Dije en voz alta.

La puerta se abrió y ella entro, llevaba puesto un conjunto color melocotón, los pantalones caían de manera fluida por sus piernas, el blazer que llevaba era juego con los pantalones y la blusa era de un color blanco, realmente ella sabía cómo vestirse.

— Hola tontilla — La saludé con una media sonrisa.

Ella estaba petrificada mirándome, después empezó a parpadear y por último a tartamudear.

— ¿Tan feliz estás de volver a verme que no puedes pronunciar palabra? eso me llena de felicidad — Le dije con sarcasmo.

Ella me miraba con tanto terror que me hacía sentir muy halagado. Por fin iba a poder vengarme, al menos con una de ellas.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo