Cinco minutos después de conocer los resultados, Saúl preparaba una comisión, irían él, Rubén, González y doce oficiales más, podría parecer muchos pero era preferible prevenir ante cualquier situación. Estaban todos reunidos en la oficina de Saúl.
-Bien, vamos a casa de los Álvarez, el plan es sencillo, debemos llegar y rodear la casa, no quiero que quede ninguna salida sin cubrir, no quiero que se escape, ha demostrado que a la hora de asesinar no tiene escrúpulos, por lo tanto debemos ser precavidos. Una cosa quiero dejarles claro, no volveré aquí sin traer conmigo al asesino de Federico Alcázar.
Después de que Linda se fuera, Margaret se calmó cuando Marcus volvió a su lado. Dos horas más tardes llegó Marcus Jr y juntos decidieron pasar el día en el jardín, el aire fresco les haría bien a todos.
-¿Qué tal tu día madre?- indagó Marcus Jr
-Muy agitado tesoro, pero nada del otro mundo- respondió sin despegar
Él giró la perilla y abrió la puerta permitiéndole el paso. Ella entró temblorosa pero decidida. En el primer momento no vio nada luego se giró hacia la Izquierda y sus ojos se toparon con una mesa, una silla y una cruel mirada.-¿¡TÚ!? – fue lo único que logró articular al sentir que dejaba de respirar, y sin poder evitarlo se llevó ambas manos al pecho.-Sí. . .yo- respondió sonriendo con una dura y burlona mirada.-No puede ser- gimió Linda mientras lágrimas brotaban de sus ojos- no. . . No puede ser.-¡Por supuesto que puede ser!- Saúl tocó el hombro de Linda, intentando darle la fuerza que ella necesitaba.-¿Confesarás?-Por supuesto detective, sólo esperaba por la presencia de esta mujer, ahora que ha llegado, no ocultaré nada, le diré todo, absolutamente todo lo que quiera saber. Es más, le daré detalles de cómo Federico agoni
Meses más tarde. . . Linda se había levantado muy temprano, cuando Saúl aún estaba en la cama y le había preparado un rico desayuno. Amaba cocinar para él, el ambiente de felicidad que irradiaba la casa, ella se sentía plenamente dichosa, largos meses habían transcurridos desde que capturaran a Marcus Jr, aquella había sido una etapa extremadamente dura, y en todos esos meses era mucho lo que había sucedido.Se había casado con el gran amor de su vida, ahora era la Señora Morgan y se sentía muy feliz sin duda Federico sería dichoso al verla sonreír como nunca.Se sentó en una alta silla en la cocina, con una taza de té en las manos, cerró los ojos y se permitió recordar un poco.Había asistido al juicio de Marcus jr acompañada de Saúl, Lisa y Luis Francisco, así como los abuelos maternos y paternos de Fede. Marcus logró conseguir unos
-Cariño, Marcus Jr ha muerto.Linda se sentó de golpe en la cama y se llevó ambas manos al pecho.-¿Qué dices?- gimió- ¡Eso no puede ser!-Lamentablemente lo es.-Pero. . . ¿cómo? – se sintió muy mal, entristecida por Margaret y Marcus que habían perdido a su hijo. Claro que Marcus Jr no era su persona favorita en el mundo, pero aun así jamás le hubiese deseado que muriese tan joven, era otra vida cercenada.-Me dice Rubén que hubo una riña de reos dentro del centro penitenciario.-Pero. . . ¿estuvo involucrado?. . . ¿Qué sucedió?-Los oficiales, custodios del centro dicen que no hubo informes de que él estuviese herido o de que hubiese participado en la reyerta.-¿Y entonces?- pre
LINDA. . . Hay quienes dicen que el amor se desgasta con el tiempo.No es mi caso.Mi esposo y yo nos adoramos como el primer día, a pesar de que los años siguen transcurriendo.Hay quienes piensan que no se puede alcanzar la felicidad después de haber perdido un gran amor.No es cierto.Yo perdí a dos y sigo en pie, perder el amor de Marcus amenazó con acabar con mi mundo, todos mis planes y mis sueños de un futuro juntos se fueron a la nada, pero haber perdido el amor de Federico destrozó mi vida por completo y la dejó es pequeños pedazos, fue entonces; en el momento menos esperado cuando no el primer, sino el verdadero amor llamó a mi puerta, en medio de sangre, de mucho drama, en medio del dolor, llegó a mí un ángel guardián de profundos ojos negros, con un alma herida y tantos sueños rotos, comprendí que era mi alma gemela, mi ot
AGRADEZCO A DIOS, SIN ÉL NADA FUESE POSIBLE.AGRADEZCO A TODOS LOS QUE SE TOMARON DE SU TIEMPO PARA LEER. ESTA HA SIDO UNA EXPERIENCIA MARAVILLOSA PARA MI, ME HA LLENADO TANTO COMO PERSONA, QUE IRÓNICAMENTE ES CASI IMPOSIBLE EXPRESARLO CON PALABRAS!QUIERO AGRADECER A UNAS PERSONITAS ESPECIALES.A VICTOR VILLAFRANCA; LE AGRADEZCO PORQUE ME IMPULSA A SEGUIR AVANZANDO Y SUPERÁNDOME, "TENGO MI FE PUESTA EN TI", ES LO QUE ME REPITE CONTINUAMENTE, ÉL NO ME DEJA DETENER.A ANDREA BENAVIDES; SU APOYO INCONDICIONAL, SU AMISTAD SO
A Juan José González, por ser el mejor de los hombres, aunque no estés físicamente, siempre vivirás en mi corazón.Gracias por cada enseñanza, por cada palabra de aliento, por el amor incalculable que recibí de ti, porque fuiste mi héroe, mi amigo, mi confidente, porque me animaste en los momentos difíciles y siempre me impulsaste a perseguir mis sueños.No hay palabras que describan todo el amor que siento por ti, la admiración por el gran hombre que fuiste y el incalculable orgullo que siento de llevar tu sangre en mis venas.Gracias mi viejo, gracias por tanto amor.Te Amo.
Linda, una hermosa joven de veintiocho años, era la amante del prestigioso abogado Marcus Álvarez, quien a su vez estaba casado con Margaret; una esposa ejemplar y madre abnegada. Marcus disfrutaba sus horas al lado de Linda, quien lo hacía sentirse joven, amado y venerado, disfrutaba los placeres que el cuerpo de Linda le brindaba, pero al llegar la noche debía volver al lado de Margaret para cumplir con sus deberes de esposo, lo cual era muy difícil ya que desde hacía algunos años su corazón pertenecía solamente a su adorada Linda.Tras un inesperado acontecimiento, Linda se había cansado de ser la amante y había decidido que era hora de recuperar su vida, quería un hombre que la amara con exclusividad, para quien fuese prioridad y no su segunda opción. ¡Nunca más seria la otra! quería ser optimista al intentar conseguir una nueva vida, necesitaba recuperar la paz física, mental y espir
Linda miró nuevamente el reloj, era la sexta vez que lo hacía en dos horas, diecinueve de febrero, era su cumpleaños número veintiocho y de nuevo estaba sola en casa, esperando por él, le había prometido estar con ella en esta fecha tan importante. Prometió; llamarla, llevarla a cenar y quedarse el resto de la noche con ella.Pero ya Marcus llevaba dos horas y media retrasado, Linda no quería creer que él faltaría a sus promesas (Una vez más), necesitaba confiar en Marcus, quería hacerlo, solo que esta vez todo le indicaba que él no llegaría, y eso estaba destrozándole el alma, evidentemente Marcus, no cumpliría con sus palabras.Marcus, era el amor de su vida, el hombre perfecto con el cual compartir el resto de sus días, era fuerte, atlético, cariñoso, atento, con hermosos rasgos que lo convertían en un hombre realmente atractivo, pero Marcus no era perfecto, tenía un defecto, y ese era su estado civil.Lo había conocido hacía ya ocho años, durante un viaje